La especialista de la UNAM, Xóchitl Ponce Martínez, sugirió implementar la dieta de la milpa que se basa en la combinación de una leguminosa y un cereal.
Ciudad de México, 10 de octubre (SinEmbargo).- En México, la obesidad y el sobrepeso ya no es sólo un problema de adultos. La UNICEF informó que uno de cada 20 niñas y niños menores de 5 años y uno de cada 3 entre los 6 y 19 años tienen estos padecimientos, lo cual posiciona al país entre uno de los primeros a nivel mundial, según especialista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
De la población mundial, el 13 por ciento padece sobrepeso u obesidad, mientras que en América Latina, el informe del Banco Mundial, presentado en 2020, registró que, seis de cada 10 personas, mayores de 20 años son obesas, indicó Xóchitl Ponce Martínez, coordinadora del diplomado de Actualización y Educación en Diabetes por el Programa Universitario de Investigación en Salud (PUIS) de la UNAM.
En México, los adultos de entre 30 y 59 años son los que presenta mayores niveles de obesidad: 35 por ciento en hombres y 46 por ciento de mujeres, de acuerdo con la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut).
La especialista señaló que el Estudio Diagnóstico del Derecho a la Alimentación Nutritiva y de Calidad 2018, del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollos Social (Coneval) apuntó que los alimentos que predominan en el país son los cereales y bebidas azucaradas, botanas dulces y saladas, así como comida rápida, los cuales poseen alto contenido de grasa, sal y azúcar, y baja o nula calidad nutricional.
Este grave problema a nivel mundial está relacionado con el carente acceso de alimentos de calidad y según la académica, se desarrolla porque una persona come más de lo que gasta en energía; sin embargo, la calidad es lo más importante, ya que los alimentos ingeridos presentan alta densidad energética y no proporcionan los nutrientes necesarios.
Ponce Martínez subrayó que los productos más consumidos tanto por adultos como por niños, son las bebidas endulzadas, así como las botanas, dulces y postres; los que menos ingieren son verduras, frutas y huevo, una de las proteínas más accesibles.
“Existe relación entre los micronutrientes y ese padecimiento, por la falta de vitaminas A, D, B, así como de minerales como el zinc, hierro y calcio que incrementan el tejido adiposo y la actividad inflamatoria“, explicó durante el seminario “La calidad de la alimentación en México: Su relación con la obesidad”.
Sin embargo, mencionó que no todo se debe a los malos hábitos de los mexicanos porque la calidad de la alimentación puede depender del acceso y disponibilidad que posee la persona para contar con productos ricos en nutrimentos.
La investigadora del área de Epidemiología de la UNAM enfatizó que la ubicación geográfica se vuelve un factor esencial para conocer la accesibilidad de alimentos de una persona o una comunidad.
“Uno de los regímenes por los que se puede optar porque cumple con las recomendaciones de la OMS, y cuenta con la relación cantidad/calidad es la dieta de la milpa, un modelo de alimentación de origen mesoamericano que se basa en “la combinación de una leguminosa y un cereal, por ejemplo frijoles y tortilla; al juntarlos estamos garantizando el aporte de una proteína de alto valor biológico”, indicó la especialista.
Esta opción nutricional que aportó sería un modelo de alimentos de calidad y de fácil acceso para las poblaciones, ya que pueden cosecharlos u obtenerlos en su región.
Por lo que, para poner un alto a esta epidemia de la obesidad, es necesario crear herramientas que permitan evaluar la calidad de la alimentación de acuerdo a la población y al contexto en el que esta se desenvuelve; así como mantener ciertos hábitos de actividad física y de descanso.