En México se han localizado al menos 4 mil 092 fosas clandestinas, de las cuales, se han exhumado 6 mil 900 cuerpos. La cantidad de fosas encontradas en toda la República ha hecho que el país sea calificado como “un cementerio gigante”.
Ciudad de México, 8 de octubre (SinEmbargo).- Veracruz, Tamaulipas, Guerrero, Sinaloa y Zacatecas se posicionan como las entidades federativas con el mayor número de fosas clandestinas localizadas, de acuerdo con datos oficiales presentados ayer por Gobierno federal. Tan sólo estos cinco estados aglomeran el 49.53 por ciento.
En México se han localizado desde el año 2006 hasta septiembre de 2020 al menos 4 mil 092 fosas clandestinas, de las cuales, se han exhumado 6 mil 900 cuerpos. La vasta cantidad de sitios de inhumación clandestina ha hecho que el país sea calificado por diversos analistas como un “cementerio gigante”.
Para el especialista en inteligencia y procesos de seguridad nacional, Ramón Celaya Gamboa, la cifra que presentó el Gobierno federal es aún un dato conservador: “Estamos ciertos que hay muchas fosas más que no han sido encontradas y el número de víctimas aumentaría”.
El experto en temas de seguridad también consideró que el informe refrenda que el fenómeno de las fosas persiste en el país y sigue en aumento. Eso significa, abundó, que la política en materia criminal que han instaurado las autoridades desde hace muchos años, incluyendo la actual administración federal, no ha dado los resultados y los grupos criminales perciben la profunda impunidad en el país y se aprovechan de eso.
“Pero el mensaje que mandamos al exterior es mucho más grave porque ya se ha vuelto un común denominador que en países con los que México tiene contacto y relaciones, nos identifican como un gran cementerio donde la justicia ha fallado y los criminales hacen fosas por todos lados para seguir cometiendo sus delitos”, destacó.
De las más de 4 mil fosas localizadas desde el año 2006, al menos mil 257 fueron halladas durante la actual administración federal; de ellas, se han exhumado mil 957 cuerpos.
“Esto obedece fundamentalmente que se han intensificado las labores de búsqueda en coordinación con los familiares”, destacó Alejandro Encinas Rodríguez, Subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración.
ESTADOS CON MÁS FOSAS
La práctica ilícita de desaparición e inhumación clandestina se registra básicamente en ocho estados de la República, de acuerdo con el Subsecretario de Derechos Humanos.
“A los estados tradicionales que conocíamos como Verahruz, Tamaulipas, Guerrero, Sinaloa y Zacatecas, ahora se han sumado, lamentablemente, entidades como Jalisco, Colima y Sonora”, expresó Encinas en la conferencia matutina del Presidente Andrés Manuel López Obrador realizada el pasado miércoles.
A nivel local, al menos 10 municipios aglomeran el 41.7 por ciento de estos lugares de entierro clandestino y al menos una tercera parte de los cuerpos exhumados. La lista está encabezada por el municipio de Tecomán, Colima. En una de sus fosas se halló, el pasado 1 de junio, el cuerpo sin vida de la diputada local Francis Anel Bueno Sánchez desaparecida en mayo pasado.
Le siguen: Úrsulo Galván, Veracruz; Ahome, en Sinaloa; Acapulco, Guerrero; Mazatlán, Sinaloa; Playa Vicente, Veracruz; Puerto Peñasco, Sonora; Manzanillo, Colima; Cajeme, Sonora, y Ciudad Juárez, Chihuahua.
Ramón Celaya señaló que el común denominador entre los estados con el mayor número de fosas clandestinas es que la estrategia de seguridad implementada contra el crimen organizado y la delincuencia común no ha dado resultados.
“Los grupos criminales siguen asesinando a sus grupos rivales y sienten toda la impunidad y libertad para enterrar a sus víctimas en fosas clandestinas porque saben que no habrá castigo”.
El especialista explicó que la principal motivación que tienen las organizaciones criminales para realizar las fosas clandestinas y diversos medios de desaparición de personas es la intimidación a cárteles antagónicos.
“Para mandarle a sus rivales un mensaje de que ellos tienen el control y que, si no cesan sus operaciones como grupo rival, su destino será una fosa clandestina”, comentó.
La cifra de personas desaparecidas en México, desde el año 1964 hasta el corte del 30 de septiembre, asciende a 77 mil 171, de las cuales, al menos el 18 por ciento han desaparecido en los últimos dos años, según los datos oficiales.
Alejandro Encinas reconoció que más del 90 por ciento de las desapariciones están asociadas a la delincuencia organizada “y este porcentaje en el que pueden participar agentes del Estado mexicano o alguna fuerza policiaca está más bien vinculado a policías de carácter municipal”.
Ramón Celaya agregó que otro de los factores que mueven a los grupos criminales a desaparecer a las personas en fosas y otros métodos es “porque las técnicas periciales forenses han avanzado, lento, pero han avanzado, y si ellos matan a alguien y lo dejan en cualquier parte las posibilidades de identificarlos y que se haga una investigación es un poco mayor, entonces también tratan de evitarlo”.
Del total de fosas históricamente registradas, mil 957 exhumaciones se realizaron durante la actual administración (30.7 por ciento), de las cuales, han identificado 806 cuerpos (41.2 por ciento); y de los restos identificados, 449 (23 por ciento) ya fueron entregados a sus familiares.
Aunado a ello, en México se estima que existe un rezago total de 38 mil restos humanos sin identificar. Se trata de cuerpos a los cuales no se les aplicó ninguna necropsia, según detalló Encinas Rodríguez.
“La mayor parte de los cuerpos que no han sido identificados, o se encuentran en muy malas condiciones en los servicios forenses de los estados o se han depositado en fosas de carácter común, lo que no quiere decir que deba ser su destino final porque no puede enterrarse ninguno de los cuerpos sin realizarse la necropsia”, comentó.
Karla Quintana, Comisionada Nacional de Búsqueda, respondió, cuestionada por la prensa durante la presentación, que la implementación del Mecanismo Extraordinario de Identificación Forense, creado desde diciembre pasado por el Sistema Nacional de Búsqueda, se retrasó por la pandemia de la COVID-19 y porque es un proceso de construcción institucional con los familiares de las víctimas de desaparecidos.
“Actualmente estamos en el proceso (de implementar el Mecanismo Extraordinario), culminando el proceso, para sacar la convocatoria de las y los expertos nacionales o internacionales que conformarán este Mecanismo Extraordinario de Identificación Forense”, dijo.
Ramón Celaya Gamboa recordó que el grave problema de fosas clandestinas no es nuevo en México, pero consideró que ha ido en aumento porque las autoridades no han encontrado una solución para atacar el problema.
“Esto obedece a una falta de estrategia en contra de la delincuencia organizada”, aseguró el especialista.