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Otra masacre en Gaza

Ataque israelí contra una zona humanitaria habría dejado al menos 40 personas muertas

10/09/2024 - 2:26 am

El ejército israelí dijo que atacó a milicianos de Hamás que operaban en un centro de mando y control y que empleó munición de precisión, vigilancia aérea y otros medios para limitar la muerte de civiles.

Por Wafaa Shurafa y Samy Magdy

DEIR AL-BALAH, Gaza (AP).- Un ataque israelí contra un atestado campamento para palestinos desplazados por la guerra en Gaza mató a al menos 40 personas e hirió a otras 60 en la madrugada del martes, según funcionarios palestinos. Israel dijo que atacó a “importantes” milicianos de Hamás, una afirmación que el grupo insurgente niega.

Fue uno de los ataques más letales hasta la fecha en Mawasi, un lugar con campos de tiendas de campaña abarrotados ubicado a lo largo de la costa del enclave, que fue designado por Israel como zona humanitaria para que cientos de miles de civiles se refugiaran de la guerra entre Israel y Hamás.

La Defensa Civil —los rescatistas que operan bajo el Gobierno de Hamás— señaló que había recuperado 40 cadáveres y seguía buscando a más gente. Familias enteras murieron en sus tiendas, añadió.

Un camarógrafo de The Associated Press vio tres enormes cráteres en el lugar, donde rescatistas y desplazados cavaban entre la arena y los escombros con herramientas de jardín y con sus propias manos, alumbrándose con teléfonos celulares. Sacaron partes de cuerpos de la arena, incluyendo lo que parecía ser una pierna humana.

Attaf al-Shaar, una desplazada de la ciudad de Rafah, en el sur del enclave, contó que el ataque ocurrió justo después de la medianoche y provocó un incendio.

“La gente quedó enterrada en la arena. Estaban recuperando trozos de cuerpos”, dijo a un periodista de la AP en la zona.

El hospital Nasser de la ciudad de Jan Yunis, uno de los tres que recibieron víctimas, reportó la llegada de aproximadamente dos docenas de cadáveres luego del incidente.

El ejército israelí, por su parte, dijo que atacó a milicianos de Hamás que operaban en un centro de mando y control y que empleó munición de precisión, vigilancia aérea y otros medios para limitar la muerte de civiles.

Israel sostiene que intenta evitar causar daños a la población civil desde que comenzó la guerra, luego de la incursión comandada por Hamás sobre el sur de Israel el 7 de octubre. Culpa al grupo de esas muertes alegando que sus miembros suelen operar en zonas residenciales y se sabe que sitúan túneles, lanzacohetes y otra infraestructura cerca de viviendas, escuelas y mezquitas.

En un comunicado, Hamás negó que hubiera combatientes en la zona. Ni Israel ni Hamás proporcionaron evidencias que sustenten sus afirmaciones.

La guerra ha causado una destrucción generalizada y desplazó alrededor del 90 por ciento de los 2.3 millones de habitantes de Gaza, a menudo en varias ocasiones. Las órdenes de evacuación israelíes, que ahora afectan a cerca del 90 por ciento del territorio, han empujado a cientos de miles de personas a Mawasi.

Los grupos de ayuda han tenido problemas para proporcionar incluso servicios básicos en Mawasi, e Israel ha atacado puntualmente objetivos en ese lugar a pesar de haberlo designado zona humanitaria.

Más de 40 mil palestinos han perdido la vida en Gaza desde el inicio de la guerra, de acuerdo con el Ministerio de Salud del territorio, cuyo conteo no distingue entre víctimas civiles y combatientes.

En el ataque del 7 de octubre, insurgentes encabezados por Hamás mataron a al menos mil 200 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 250, de las cuales siguen reteniendo alrededor de un centenar. El resto fueron liberados en un canje por reos palestinos durante una tregua de una semana en noviembre. Se cree que en torno a un tercio de los rehenes que siguen en la Franja estarían muertos.

Estados Unidos, Egipto y Qatar llevan gran parte de este año tratando de mediar un acuerdo para un alto el fuego y la liberación de los rehenes, pero las conversaciones se han estancado repetidamente e Israel y Hamás se acusan mutuamente de añadir demandas inaceptables.

La guerra ha sumido a Gaza en una crisis humanitaria y los grupos de ayuda han tenido problemas para llevar a cabo su labor debido a los combates, las restricciones israelíes y la quiebra de la ley y el orden. Según las autoridades internacionales, el territorio está en alto riesgo de hambruna.

Por otra parte, la agencia de Naciones Unidas encargada de distribuir ayuda a los palestinos dijo que el ejército detuvo un convoy que participaba en una campaña de vacunación contra la polio durante más de ocho horas el lunes, a pesar de que se había coordinado con las fuerzas israelíes. El director de la UNRWA, Philippe Lazzarini, indicó que el personal retenido había estado participando en la campaña en el norte de Gaza y en Ciudad de Gaza.

“El convoy fue detenido a punta de pistola poco después de cruzar el retén de Wadi Gaza con amenazas de detener al personal de la ONU”, escribió en la red social X. “Las excavadoras causaron importantes daños a los vehículos blindados de la ONU”.

Tanto el personal como el convoy regresaron más tarde a una base de la ONU, agregó, pero no estuvo claro si la campaña de vacunación en la zona se reanudaría el martes.

El ejército israelí no respondió de momento a una petición de comentarios.

La campaña de vacunación, que comenzó tras descubrirse el primer caso de polio en el enclave palestino en 25 años, busca inmunizar a 640 mil menores durante una guerra que ha destruido el sistema de atención médica.

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