Algunas personas podrían pensar: “son niñas o niños y aún no saben bien lo que quieren” o “es cosa de adolescentes y ya se le pasará”. Concepciones erróneas frente a posibles signos de afectaciones a la salud emocional detonantes de situaciones, incluso, fatales.

Este tipo de prejuicios impiden identificar tempranamente riesgos en las y los menores de edad y jóvenes, el grupo etario predominante en las peticiones de orientación psicológica por suicidio.

Frente al Día Mundial para la Prevención del Suicidio —conmemorado cada 10 de septiembre desde 2003— es necesario desmontar ideas preconcebidas sobre niñas, niños, adolescentes y jóvenes, para fortalecer las oportunidades de acercarles atención oportunamente.

Más del 58 por ciento de los Primeros Auxilios Psicológicos proporcionados desde el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México son para las llamadas generaciones Alfa y Z. Las orientaciones relacionadas con ideación, planeación y tentativa suicida representan el 70 por ciento.

Aunque hay una diversidad de factores de riesgo, los principales motivos por los cuales la generación Alfa —personas nacidas a partir del 2010— pide ayuda son los problemas familiares, desesperanza y dificultad para expresar sus emociones. Para la Z, quienes nacieron entre 1994 y 2009, la desesperanza, conflictos de pareja y los problemas para manifestar sus sentimientos encabezan las razones.

Estos grupos etarios manifiestan sus miedos y debilidades, ya sea verbal o actitudinalmente. Y en las personas cercanas a ellas y ellos está la oportunidad de identificar las señales.

Algunas son directas, con frases como “no sirvo para nada”, “estarían mejor sin mí”, y no se pueden desestimar. Otras son el descuido del aseo personal, incremento o disminución en la cantidad y calidad del sueño, falta de apetito, desinterés por situaciones que les generaban placer, aislamiento familiar o social, incluso muestras de afecto o alegría injustificadas.

La red de apoyo familiar y comunitaria es fundamental. De ahí proviene el 13 por ciento de los reportes a la Línea de Seguridad o Chat de Confianza, 55 5533 5533, del Consejo Ciudadano —donde se proporciona atención psicológica gratuita, 24/7, a cualquier parte del país—. Desde 2019, más de 30 mil 600 personas han salido del riesgo suicida.

Los esfuerzos son integrales y se puede hacer más con la voluntad política de las autoridades. Clara Brugada —quien como alcaldesa de Iztapalapa impulsó los Cuencos de las Emociones en el Metro Constitución de 1917 para la prevención del suicidio— ha colocado la atención emocional en las prioridades de su estrategia de salud a desarrollar como Jefa Gobierno de la Ciudad de México.

Hay señales y son para salvar vidas.

Salvador Guerrero Chiprés

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Salvador Guerrero Chiprés es coordinador general del C5, ex presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México. Es doctor en Teoría Política por la Universidad de Essex, Inglaterra; maestro en Comunicación por la Universidad Iberoamericana y licenciado en Derecho y en Comunicación por la UNAM. Fue asesor de la Secretaría de Seguridad Pública del entonces Distrito Federal y de la Comisión Nacional de Seguridad, y Comisionado Ciudadano de Transparencia en el InfoDF.

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