Alejandro Mejía fue detenido en 2o14 por manejar bajo la influencia del alcohol, su caso fue congelado porque no era considerado como un peligro para la sociedad, sin embargo con las nuevas políticas migratorias se tiene como prioridad deportar a todo indocumentado independientemente de si tiene o no un caso abierto o cerrado.
Por Alejandro Cano
Ciudad de México, 10 de septiembre (LaOpinión/SinEmbargo).- Agobiado por la derrota en su caso migratorio, Alejandro Mejía León —quien solo tenía 25 años de edad— terminó con su vida el pasado 5 de septiembre en la ciudad de Escondido, en San Diego; ahora, y aún abrumados por el dolor, la familia pide ayuda de la comunidad para ofrecerle sepultura.
Según Mariana Ibarra, de 40 años de edad, su esposo sucumbió ante la desesperación y la angustia que iba a representar estar alejado de su familia tras perder la batalla en su caso de inmigración.
“A mi esposo se le acusó de robo de identidad, su abogado dijo que no había nada más que hacer y le recomendó abandonar el país de manera voluntaria… Él se deprimió mucho, se puso muy triste y le dolía pensar estar alejado de nosotras, de mí y su hija de tres años”, comentó la viuda a La Opinión. “Culpamos directamente a esta Administración de su muerte”, agregó.
Ibarra dijo que su pareja luchó para permanecer en el país luego de que lo arrestaran en 2014 y lo acusaran de conducir bajo la influencia (DUI).
Su caso, al igual que los de muchas personas, fue congelado por administraciones pasadas debido a que no representaba un peligro para la sociedad.
Sin embargo, en junio de 2017 mientras León se dirigía a cargar gasolina, fue detenido por la policía debido a una infracción de tránsito. Tras una investigación a su historial, las autoridades decidieron ponerlo en manos de inmigración, añadió Ibarra.
“Para este presidente [Trump] él era un criminal que debía ser deportado. Él [mi esposo] no era ningún criminal, era un hombre amoroso, responsable que se dedicaba a piscar fruta y a llevar dinero a su hogar”, aseveró.
León fue puesto en libertad con la condición de portar un grillete, factor que le causó incomodidad, frustración e indignación, agregó su esposa.
“Su estado de ánimo cambio desde entonces, ya no lo veía feliz, siempre estaba pensando en qué sería regresar a Querétaro (México). Él no quería estar separado de su hija. Nunca, pensé que esto podría ocurrir”, dijo Ibarra entre llanto.
El abogado de León, Daniel Castañeda, no pudo ser localizado hasta el cierre de esta edición.
La abogada de inmigración Rosa Elena Sahagún, con sede en Riverside, dijo que la actual Administración tiene como prioridad deportar a todo indocumentado independientemente de si tiene o no un caso abierto o “cerrado”.
“Bajo la administración del Presidente Obama varios casos migratorios se cerraron de manera administrativa. Los casos se quedaron pendientes y el gobierno los puede reabrir, al igual que el inmigrante lo puede hacer al presentarse un camino a la legalización”, dijo Sahagún. “La razón más común por la cual estos casos migratorios se reabren por el gobierno es tras un arresto o contacto con ICE”.
La abogada recalcó a la comunidad que las personas que tienen estos casos, los llamados cierre administrativo, deben tener en cuenta que pueden ser reabiertos por lo que recomendó evitar violar la ley.
“Para esta Administración, todos los inmigrantes indocumentados son prioridad para deportación del país. La comunidad debe informarse sobre sus opciones y derechos”, dijo.
Según Ibarra, León iba a ser velado esta sábado en Escondido para después ser repatriado a su natal Querétaro. Agregó que que para costear los gastos fúnebres tuvo que solicitar un préstamo, y que aun así, necesita ayuda para devolver el dinero y solventar los gastos que ahora debe enfrentar sola.
Para ayudar a la familia con los gastos del sepelio, puedes visitar la pagina de GOFundMe.
En junio de este año las autoridades de Texas investigaban el suicidio de Marco Antonio Muñoz, un inmigrante hondureño que fue arrestado por agentes de la Patrulla Fronteriza.
El Washington Post indicó que el hombre, de 39 años, cruzó el Río Grande a mediados de mayo junto a su esposa y su hijo, de 3 años.
Su familia buscaba el asilo y Muñoz se enteró que lo iban a separar de ellos. Aparentemente, luego de ello se ahorcó en su celda mientras estaba detenido en una cárcel del condado de Starr.
Un mes después, las autoridades de Georgia investigaban el supuesto suicidio de Efraín De La Rosa, un inmigrante mexicano de 40 años de edad.
Según las investigaciones, terminó con su vida de la misma manera que Muñoz mientras estaba detenido en el centro Steward en la ciudad de Lumpkin.
Y en agosto, la Patrulla de Caminos de Las Vegas (en Nevada), investigaba el aparente suicidio de Silas, un joven que murió tras saltar de un auto en movimiento luego de visitar a su padre detenido. La madre del menor, de tan solo 14 años de edad, dijo que Silas tenía miedo que deportaran a su papá a México.