París, 10 Sep (Notimex).- El presidente de la compañía Renault, Carlos Ghosn, estimó hoy que el mercado de automóviles debe “ver el final del túnel” el próximo año, cuando prevé un crecimiento de alrededor de 3.0 por ciento en todos los países, excepto Japón.
La proyección sobre el sector automotriz a nivel mundial, planteada este martes por el directivo, calcula alcanzar un volumen de 83 millones de unidades para 2014, después de cinco años de bajas generalizadas en el mercado mundial.
“En todos los países habrá progresión, con excepción de Japón a causa de los impuestos que aplican a vehículos automotores. El sector va a renovarse, crecerá, habrá un aumento de ventas de al menos un punto porcentual”, dijo Ghosn en declaraciones al diario económico Les Echos.
Respecto a Renault, aseguró que el grupo francés está en crecimiento, impulsado en particular por la fuerte demanda en India, Brasil y Rusia, mientras que en Europa la empresa confía en ganar terreno con el lanzamiento de nuevos productos.
La visión sobre una recuperación de Ghosn es compartida por directivos de otros fabricantes, reunidos desde el pasado sábado en el Salón Internacional del Automóvil en Francfort, Alemania, que cierra hasta el próximo día 22 de este mes.
“La situación en muchos mercados europeos es tensa, pero hay señales positivas que muestran que las cosas se estabilizarán”, dijo Martin Winterkorn, presidente del consejo de administración del número uno europeo, el alemán Volkswagen, reportó de su lado el periódico Le Monde.
Los analistas esperan el fin de la “hemorragia” en el segundo semestre de 2013, tomando como base las últimas cifras para la Unión Europea (UE), donde la matriculación de vehículos nuevos repuntó en julio pasado.
Los fabricantes europeos sin embargo guardan cautela pues consideran que “gritar victoria” sería demasiado pronto, ya que “los efectos de la crisis podría aún afectarnos al menos tres años”, opinó el director ejecutivo de BMW, Norbert Reithofer.
En todos los casos, no habrá que esperar un fuerte rebote, pues el camino para llegar al nivel de 2007 -cuando se vendieron 16 millones de autos nuevos en Europa- aún parece largo y algunos expertos dudan que pueda alcanzarse algún día, según Le Monde.
