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Amor al prójimo, un viaje por la espiral de secretos oscuros de una familia

10/08/2024 - 12:00 am

La escritora Gabriela Enríquez habló con SinEmbargo sobre su novela Amor al prójimo (Random House) galardonada con el premio Mauricio Achar.

Ciudad de México, 10 de agosto (SinEmbargo).–Teresa y su hermana vivieron su infancia en un orfanato, llevadas ahí por sus padres. En este lugar pasaron sus primeros años en medio del olvido de su madre, quien una noche fue obligada a casarse a los trece años con un hombre mayor, y su padre, ese sujeto perteneciente a un linaje asfixiado al que también pertenece la religiosa tía Amelia, un personaje que, paradójicamente, se alimenta de las sombras.

Los personajes pertenecen a Amor al prójimo (Random House) de Gabriela Enríquez, novela galardonada con el premio Mauricio Achar. Se trata de una historia en la que Teresa y su hermana van desentrañando las nieblas de su vida familiar, cuando una le cuenta a la otra sumida en un estado de coma todo lo que han tenido que lidiar, incluida la disputa por un amor  y otras situaciones familiares que se configuran como “asuntos de redención”.

“No creo que esta sea solamente una historia. Forma parte de la historia de todos nosotros porque son esos lugares oscuros de los que se forma la familia, la vida, la cultura y que de alguna manera después se manifiestan de manera explícita”, platicó en entrevista la autora.

Gabriela Enríquez explicó que estos personajes surgen de cualquier familia en la que uno pueda pensar, aunque apunta que lo que enfrentan son situaciones críticas llevadas al extremo. “Es una mujer que está en coma y su hermana está peor, entonces, es como esta recuperación de la historia tanto familiar como entre ellas que las lleva a destruirse y también a resarcirse la una a la otra. ¿De dónde salen? no es autobiográfica, no es que salgan de mi familia, sí, de alguna manera hay algunas cosas, uno escribe con los pedazos de uno mismo, con las historias, pero eso, yo creo que salen de cualquier familia que uno pueda pensar que es funcional”.

La novela, comparte, está plagada de una violencia latente que los personajes asumen como parte de su cotidianidad. “Quizá la violencia que vivimos y que vemos ahora en día o que hemos visto siempre y ahora mucho más recrudecida surge de este tipo de sutilezas que en general mantenemos en secreto, pero son formas de relacionarnos. Lo que quiero decir es que es un sistema, son formas de relacionarnos los seres humanos que cuesta mucho trabajo romper y que es muy fácil que éstas en unos sistemas familiares se reproduzcan este tipo de relaciones, y se repitan, y se repitan, y se repitan, una y otra vez”.

La historia aborda también los escenarios de la pobreza que subyace en gran parte de las familias de este país como parte de una realidad que se hereda sin pretenderlo. “De alguna manera está retratado como si fueran condenas familiares, como una condena familiar que es muy difícil de romper y la gran pregunta de esta novela es justamente esa, ¿puede romperse? ¿cómo puede romperse una condena familiar?”.

“Más allá de los hechos o de la parte anecdótica de la novela, yo creo que sí se trata de una condena familiar, pero yo creo que esta, si nos vamos un poco más filosóficos y un poquito más profundo, esta novela es de alguna manera un viaje iniciático en busca del alma, entonces, si lo vemos de manera metafórica, lo que se está buscando y lo que está en juego es el alma”.

Obed Rosas
Es licenciado en Comunicación y Periodismo por la FES Aragón de la UNAM. Estudió, además, Lengua y Literatura Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras.
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