El insecto empleaba sus mandíbulas en forma de guadaña para realizar un movimiento vertical e inmovilizar a las víctimas contra sus apéndices.
Ciudad de México, 10 de agosto (RT).- Un grupo de científicos ha encontrado un fósil de hace 99 millones de años que conserva una Ceratomyrmex ellenbergeri, conocida como “hormiga del infierno“, mientras atacaba a un Caputoraptor elegans, un pariente extinto de la cucaracha, según aparece en un artículo publicado en la revista Current Biology.
Se trata de un fósil que estaba dentro de un ámbar hallado en Birmania, permite ver con todo detalle a esa hormiga prehistórica y es una prueba directa de cómo empleaba sus mandíbulas en forma de guadaña para realizar un movimiento vertical con el que inmovilizaba a las víctimas contra sus apéndices.
Estos expertos aseguran que ofrece una explicación evolutiva de la “morfología inusual” de esa hormiga y destaca una diferencia clave entre algunos de sus parientes antiguos y modernos que, en la actualidad, presentan piezas bucales que “se mueven juntas de manera lateral”.
Big #HellAnt news today @CurrentBiology: fossilized predation confirms hell ant mandibles functioned unlike any living species. We propose evolutionary integration analogous to the vertebrate skull provided access to new adaptive space in this wild lineage https://t.co/KqAjQZjNvs pic.twitter.com/uPfYaKXpvh
— Phil Barden (@Haidomyrmex) August 6, 2020
Los investigadores creen que este ancestro de las “hormigas del infierno” y sus “llamativos rasgos depredadores” habrían desaparecido junto a muchos otros tipos de hormigas tempranas durante la extinción masiva que tuvo lugar en el Cretácico-Paleógeno, hace unos 65 millones de años.
“Como paleontólogos, especulamos sobre la función de adaptaciones antiguas con las evidencias disponibles, pero ver a un depredador extinto atrapado en el acto de capturar a su presa tiene un valor incalculable” porque resulta “extremadamente raro”, explicó Phillip Barden, profesor asistente del Departamento de Ciencias Biológicas del Instituto de Tecnología de Nueva Jersey (EU) y autor principal del estudio.
neat amber-preserved ant w/ very strange mandibular morphologyhttps://t.co/zLC9EuVfU0
— Eric Williams (@Geoliminal) August 9, 2020
En este sentido, asegura que el fósil confirma su hipótesis acerca del funcionamiento de las piezas bucales de ese animal descubierto hace unos 100 años, pues demuestra que la única forma que tenía de capturar sus presas es diferente a la de todas las hormigas vivas y casi todos los insectos que existen hoy en día.
¿Y AHORA QUÉ?
Barden y sus colegas sugieren que las adaptaciones para capturar presas explicarían la diversidad que poseen las 16 especies de “hormigas del infierno” identificadas hasta la fecha. Así, algunos taxones con cuernos alargados, como el Ceratomyrmex, agarrarían presas de manera externa mientras que otras, como el Linguamyrmex vladi, usarían esa protuberancia de su cabeza reforzada con metal para “empalar” a otros insectos.
“Las consecuencias de esta innovación en el movimiento de las piezas bucales con las hormigas del infierno son notables” y, aunque ninguna hormiga moderna posee cuernos, algunas especies de “hormigas del infierno” tenían “cuernos cubiertos de dientes serrados”, destaca Phillip Barden.
A pesar de que el descubrimiento ha proporcionado información sobre esta clase de hormigas, todavía no está claro qué provocó su extinción.