Gran parte del trabajo que realiza Google en este ámbito se centra en el aprendizaje automatizado, una rama de las ciencias de computación que tiene como objetivo proporcionar a los ordenadores la capacidad de aprender sin ser programados.
Tokio, 10 jul (EFE).- El gigante tecnológico Google está apostando por la inteligencia artificial (IA) para resolver problemas globales relacionados con la salud, la predicción de desastres naturales, la preservación cultural y medioambiental, y la agricultura.
“Creemos que la IA puede ayudarnos a solucionar algunos de los retos sociales y medioambientales más difíciles de nuestros tiempos” aseguró hoy en Tokio el responsable del área de Inteligencia Artificial de la compañía, Jeff Dean.
Gran parte del trabajo que realiza Google en este ámbito se centra en el aprendizaje automatizado, una rama de las ciencias de computación que tiene como objetivo proporcionar a los ordenadores la capacidad de aprender sin ser programados.
Para ello se necesita un gran volumen de datos a través de los cuales se extraen reglas y patrones que posteriormente se aplican a un programa informático, con el objetivo de que este sea capaz de actuar cuando esté expuesto a nuevos datos.
Se trata de una tecnología que permite eliminar o reducir el papel de los expertos en el análisis de datos, algo que la compañía considera necesario en algunas áreas científicas o lugares del mundo donde escasean especialistas.
“Trabajamos con equipos de producto y organizaciones no gubernamentales para encontrar lugares donde poder aplicar esta tecnología, y estudiamos cuáles de las soluciones tendrán un impacto en el mundo y como podemos maximizar este impacto”, explicó Dean.
Uno de los campos donde la IA de Google está siendo aplicada es el de la medicina, concretamente en la detección precoz de enfermedades como la diabetes o varios tipos de cáncer a través del análisis informático de radiografías y tacs.
También se han beneficiado de esta tecnología organizaciones que luchan por la preservación del medio ambiente como Rainforest Connection, que utiliza la herramienta TensorFlow de Google para localizar sonidos emitidos por motosierras y camiones madereros en entornos forestales protegidos.
Este programa se ha puesto en práctica para seguir la pista de las ballenas en aguas estadounidenses, gestionar los residuos que se acumulan en Indonesia, detectar las plagas que amenazan los cultivos en India o predecir inundaciones y sus efectos.
Otros proyectos incluyen el desarrollo de modelos de reconocimiento de voz que reconocen el habla de personas discapacitadas, como es el caso de los invidentes o enfermos de Parkinson y ELA, o la transcripción de documentos antiguos en Japón.
“Estamos comprobando como la IA puede beneficiar a la sociedad”, declaró el jefe de este área de Google, que este año ha presentado el programa “IA for Social Good”, una iniciativa que promete encarar los retos globales a través de la tecnología.