Líderes sindicales, de no menos de 69 años, siguen representando a miles de trabajadores del sector ferrocarrilero, electricista, telefonista, petrolero y otros, pese a cargar denuncias penales por desvíos de cuotas y escándalos por lujosas propiedades.
Mediante pactos han sobrevivido a las transiciones entre sexenios priistas y panistas, a quienes sirvieron a cambio de mantener el poder de sus gremios y sus recursos millonarios. Mientras, los trabajadores pierden derechos laborales y la oportunidad de un aumento salarial que garantice su bienestar y el de sus familias.
Este 2018 llega una transición más con el arribo de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República, ¿terminarán sus liderazgos de décadas?
Ciudad de México, 10 de julio (SinEmbargo).– “¡No tienes madre, chinga tu madre!”, le gritó el líder ferrocarrilero y Diputado priista Víctor Flores Morales al entonces Diputado perredista Marco Rascón, ex candidato a la Jefatura de la Ciudad de México, quien en la tribuna del Congreso se colocó una máscara de cerdo para mostrar un letrero con la leyenda “Oink, oink”, pero el legislador tricolor logró quitarle la careta.
“¡Fue el prieto ése, yo lo conozco, es un ratero. Tiene 20 coches en su casa!”, señaló la Senadora perredista Irma Serrano a Flores Morales.
Era 1996, durante el Informe de gobierno del Presidente priista Ernesto Zedillo Ponce de León.
Más de dos décadas después de sexenios panistas y priistas, Víctor Flores (79 años) sigue en el sindicato acumulando miles de denuncias penales por enriquecimiento ilícito al igual que otros como el líder de electricistas Víctor Fuentes del Villar (82 años), el de telefonistas Francisco Hernández Juárez (69 años), y otros como el petrolero Carlos Romero Deschamps (75 años), denunciado penalmente por grupos disidentes que exigen su encarcelamiento.
En ese marco de un sindicalismo nacional longevo, el presidente de la Comisión Nacional del Salario Mínimo (Conasami), encargada de los aumentos salariales, ha sido presidida por tres décadas por Basilio González Nuñez (74 años).
“El modelo clásico de líder sindical corrupto es Fidel Velázquez [1900-1997]; a eso se le llamó el charrismo sindical, es decir, controlar el sindicato a base de golpeadores y corrupción, y que cuenta con el favor del poder político para poder dominar a los trabajadores, que no se rebelen. El charrismo sindical le ha sido de mucha utilidad a este sistema, pero no a los trabajadores; no se explica de otra manera la desigualdad. Ese modelo siguió funcionando durante la época neoliberal con Carlos Salinas”, aseguró el politólogo José Fernández Santillán.
A cambio de seguir con sus riquezas, “a partir del encarcelamiento de ‘La Quina’ [líder petrolero], fue la subordinación del sindicalismo al neoliberalismo, que por su naturaleza es antisocial. Eso continuó en la alternancia, es decir, con [Vicente] Fox y [Felipe] Calderón”, añadió.
El ferrocarrilero Víctor Flores permitió al priista Ernesto Zedillo (1994-2000) la privatización del sector ferrocarrilero y al panista Vicente Fox Quesada (2000-2006) le dijo: “¡A sus órdenes, señor!”. En 2011, acudió a una cena de diputados priistas ofrecida al Gobernador saliente del Estado de México y candidato presidencial, Enrique Peña Nieto (20012-2018).
El telefonista Francisco Hernández está al frente de su gremio desde el sexenio de Luis Echeverría pasando por Carlos Salinas, quien privatizó Telmex en 1990. En los sexenios panistas se llevó muy bien con el Secretario de Trabajo Javier Lozano, quien impulsó la Reforma Laboral en 2012 que permitió el outsourcing.
“Todo mundo sabe que roban, que son unos corruptos. Les importa poco lo que se logre en favor de los trabajadores, pero le son funcionales al sistema político”, dijo Fernández Santillán, del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). “Hay un pacto de impunidad entre el sistema político y los líderes corruptos […] Cuando hay descontento dentro del sindicato, van y callan esas voces con despidos, represión o cooptación”.
El politólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Maximiliano García Guzmán, dijo que la sospecha de que el dinero de los sindicatos se queda “en los bolsillos de los líderes” se alimenta de que sus finanzas son poco transparentes pese a la ley existente en la materia.
A finales de 2018, Morena iniciará otra transición de la mano de Andrés Manuel López Obrador, quien ha mencionado en sus discursos al ex líder ferrocarrilero Demetrio Vallejo (Oaxaca, 1910), encarcelado por la huelga a la que llamó a finales de los años 50 para exigir mejoras salariales.
El político tabasqueño usó como principal bandera de campaña el ataque a la corrupción, de donde asegura podrá sacar parte de sus recursos (500 mil millones de pesos al año) para sus proyectos de Gobierno.
Respecto a los líderes sindicales se ha referido en concreto al “fin” del “cacicazgo en el manejo del sindicato petrolero” y prometido “plena libertad” a los maestros para elegir a sus líderes.
El político morenista se ha comprometido a respetar “la vida interna de los sindicatos”, pero ofreció que no habrá “protección a caciques sindicales ni a líderes vitalicios”.
No obstante, el politólogo Fernández Santillán advirtió que el partido de López Obrador tiene mayoría en el Congreso y otros locales, por lo que se corre el riesgo de regresar al modelo del “viejo PRI autoritario”, por lo que “le son funcionales este tipo de líderes porque van de acuerdo con el viejo presidencialismo. Aunque ha dicho que combatirá a la corrupción, no la puede combatir porque es el aceite que lubrica toda la maquinaria del sistema”.
Dado el espacio en el Senado que dio al líder minero Napoleón Urrutia y el puente que abrió a personas cercanas a la lideresa magisterial Elba Esther Gordillo, el politólogo García Guzmán prevé que la administración de Andrés Manuel López Obrador sea de “continuidad” a esta estructura sindical que ha servido desde los 70 como “engranaje” al régimen político a partir de un vínculo que “vela más por intereses personales” que por los derechos laborales.
“Quizá pueda haber cambios al nivel superficial, pero mantendrá el control hacia la estructura sindical, aunque no tan marcado como en la época del PRI”, afirmó el académico.
“Que se puedan sustituir tampoco garantiza una renovación amplia del movimiento sindical, por la forma en que está estructurado, lo cual vimos en el caso del SNTE, que sigue estando al servicio del Gobierno federal”, advirtió el politólogo.
“EL HOMBRECILLO” DE LAS 14 MIL DENUNCIAS
Los ex ferrocarrileros jubilados han presentado un cúmulo de denuncias ante la Procuraduría General de la República (PGR) contra Víctor Félix Flores Morales (Veracruz, 1939) por uso indebido de recursos públicos, fraude, agresiones físicas, hostigamiento y represión durante su largo liderazgo desde 1995 en el Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana (STFRM) conformado por 39 secciones.
En la década de los 70 fue llamador de tripulación y guardacrucero, y luego Secretario de la sección 28 de Veracruz. Ya como líder, permitió la privatización del sector y acumula más de 14 mil denuncias a nivel federal y estatal en estos 23 años en el cargo que adquirió mediante un proceso de votación, luego del asesinato en 1993 del ex líder Praxedis Fraustro Esquivel.
En 1996, en pleno periodo post crisis económica y solo a un año en el cargo, el líder sin estudios y de origen humilde del puerto veracruzano adquirió de contado un edificio de departamentos en la colonia San Rafael en la capital del país para dejar de vivir en un cuarto en la colonia popular Guerrero, reveló una investigación previa de SinEmbargo basada en el Registro Público de la Propiedad.
El Sindicato de Ferrocarrileros conformado por 45 mil empleados está afiliado a la Confederación de Trabajadores de México (CTM), liderada por el priista Carlos Aceves del Olmo desde 2016 luego de la muerte de Joaquín Gamboa Patrón.
“El hombrecillo”, le dicen a Víctor por su estatura. A partir de la década de los 90 se ha reelegido. A la par, se le acusa del saqueo del fideicomiso para la jubilación de 52 mil ferrocarrileros en el proceso de privatización, la venta en 2001 de casas del Infonavit en Azcapotzalco (CDMX) y Tlalnepantla (Estado de México), y el fraude a pensionados de Empalme, Sonora, en 2006.
De los 416 millones de pesos que el gobierno federal aportó para los fideicomisos de los sonorenses, Flores habría desviado hacia sus cuentas personales 400 millones de pesos, de acuerdo con la averiguación previa número AP/PGR/SON/HER-1/1180/2006. Otra denuncia archivada en la PGR (ACO/17/DO/95) lo acusa de haber desviado 25 millones de pesos del sindicato para la campaña de Ernesto Zedillo.
A Víctor se le observa regularmente con cadenas de oro, pulseras con diamantes y caminando del brazo de mujeres portando lentes de sol. De acuerdo con Reforma, el Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros recibe mensualmente más de 1.4 millones de pesos por cuotas sindicales provenientes de ex trabajadores. Se rodea de guaruras y de la clase política, quien lo llama “Rey Midas”. Todo lo que toca lo convierte en oro.
En Chihuahua, a 265 trabajadores sindicalizados se les suspendió el pago de su bono de productividad, denunció en mayo el Secretario General de la Sección 31 del STFRM, Benito Bueno Rentería, quien ha manifestado su intención de sustituir a Flores. También lo señala de adueñarse del fideicomiso de los jubilados y de eliminar las prestaciones.
En estas elecciones, el líder sindical se destapó para un cargo en el Senado, pero no ganó. Anteriormente ocupó cargos en el Congreso como Diputado priista (1997-2000; 2003-2006 y 2009-2012) y en el Congreso del Trabajo sin presentar iniciativas.
En enero, durante un evento en su natal Veracruz, declaró a la prensa local que aunque para la gran mayoría este año pinta “difícil”, para su gremio ha sido “bueno” desde que asumió la dirigencia. La privatización del sector, enfatizó, ha sido de gran beneficio para los trabajadores del riel.
“DON VÍCTOR” EL ELECTRICISTA
Victor Fuentes del Villar (Ciudad de México, 1936), sobrino de el ex líder electricista Leonardo Rodríguez Alcaide, es el dirigente del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM) desde 2005 tras la muerte de su tío. A sus 82 años representa a más de 74 mil trabajadores del sindicato adherido a la CTM.
Afuera de las instalaciones ubicadas en Río Lerma en la colonia Cuauhtémoc, grupos de personas suelen esperarlo por horas con carteles de apoyo, con la playera de su equipo de futbol “Las Chivas” e incluso flores para pedirle una oportunidad laboral en la Comisión Federal de Electricidad (CFE). “Don Víctor”, quien decide quién entra al gremio, sale sin detenerse en camioneta blindada o automóviles.
“Ningún electricista fue tomado en cuenta, la cúpula simplemente se reunió y decidió que Víctor Fuentes del Villar, Secretario del Trabajo y coordinador regional del Golfo-Norte, reemplazara a Rodríguez Alcaide como líder del Sindicato de Electricistas”, reportó el periódico de Frente de Trabajadores de la Energía.
En 1980 se convirtió por elección en Delegado Sindical y en 1996 fue designado Secretario del Trabajo del SUTERM. Hasta 2005 comenzó su caciquismo en el sindicato, desde donde se ha guiñado con los Presidentes blanquiazules Vicente Fox (2000-2006), Felipe Calderón (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018).
Para agosto de 1997 ya había adquirido una vivienda en la colonia Viveros de la Loma, en Tlalnepantla, Estado de México, y en 2003, un departamento en Hipódromo Condesa. En 2009, cuatro años después de tomar el liderazgo, su esposa Ana Olivia Coello compró un departamento lujoso de más de 7 millones de pesos en Reforma 222, que incluye jacuzzi, y Víctor otro en Huixquilucan en la zona residencial Bosque Real, de acuerdo con el reportaje “Sueldo de obrero, casa de millonario” de El Universal.
Víctor gana 20 mil pesos como electricista, pero sus propiedades valen millones de pesos. Controla un presupuesto de más 63 mil millones de pesos anuales, de acuerdo con documentos de la CFE reportados por el mismo diario de circulación nacional. A eso se suman las cuotas sindicales: la CFE entrega al SUTERM el 2 por ciento del salario de cada uno.
“EL CACIQUE DE TELMEX”
El Ingeniero Francisco Hernández Juárez (1949, Ciudad de México) dirige el Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana desde 1976, donde hay más de 32 mil trabajadores y 18 mil jubilados.
En 1982 fue demandado ante la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal por disponer de 500 millones de pesos de las cuotas obreras. Ahí sigue.
En su mensaje de año nuevo 2018, con su característica chamarra negra de piel y barba de candado, expuso que era un año electoral y llamó a sus agremiados a “votar por el cambio” luego de los resultados del presente gobierno en materia de inseguridad, economía y desigualdad. No mencionó la corrupción. “Que el sindicato sea un factor importante de impulso al cambio que este país necesita”, dijo.
Durante 42 año ha estado al mando. Era cercano al ex líder obrero de la CTM Fidel Velázquez Sánchez. Durante su mandato en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari ocurrió la privatización de Telmex que pasó a manos del ahora hombre más rico del país, Carlos Slim Helú. Sus detractores lo llaman “El Cacique de Telmex”, de acuerdo con Francisco Cruz, autor de Los amos de la mafia sindical.
“Hernández Juárez se mantiene firme en la Secretaría General del STRM desde hace cuatro décadas a través de antiguos métodos del sindicalismo que incluyen represión, despido, hostigamiento a opositores, suspensión de derechos, nepotismo, destitución de delegados, negativa a tramitar prestaciones contractuales y sindicales, así como pago del anticipo por antigüedad para deshacerse de los oponentes internos”, escribió el periodista Cruz.
EL SENADOR PETROLERO
El líder petrolero Carlos Romero Deschamps tiene denuncias penales por el desvío de cuotas sindicales que requiere el Contrato Colectivo de Trabajo a los más de 87 mil trabajadores sindicalizados, de dinero de contratos para refinerías u obras, y de venta de inmuebles propiedad del Sindicato, como ranchos, granjas o tiendas de consumo en cada una de las 36 secciones, de acuerdo con trabajadores disidentes de la Alianza Nacional Democrática y Petroleros Activos en Evolución, que acusan a la PGR de darles “carpetazo” a sus casos.
Familiares y supuesto prestanombres también son señalados de presuntas operaciones con recursos de procedencia ilícita. Se ha documentado los lujos en que viven sus hijos, lo que ha generado indignación en un país con 53.4 millones de pobres.
Quien nunca ha presentado una iniciativa legislativa y ha llegado a los curules vía representación proporcional, en 1993 se convirtió en el Secretario General del STPRM tras el encarcelamiento de Joaquín Hernández Galicia, “La Quina”, y se reeligió para 2019-2024, pese a estar prohibido por los Estatutos Generales.
Tras casi tres décadas de liderazgo de Romero Deschamps en el sindicato petrolero sin ser votado, trabajadores petroleros exigen su salida agrupados en la Alianza Nacional Democrática de Trabajadores Petroleros, presididos por Juan Carlos Chávez González; en la Gran Alianza Nacional Petrolera, liderados por Jorge Fuentes García; en Petroleros Activos en Evolución por un México Nuevo (PAE), dirigidos por Arturo Flores Contreras, entre otros grupos.
EL ETERNO FUNCIONARIO DEL SALARIO
Desde 1991, hace 27 años, el economista Basilio González Núñez preside la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami), la misma a quien la sociedad civil e iniciativa privada ha exigido aumentar el salario mínimo a la línea de bienestar. Actualmente está en 88.36 pesos diarios.
A sus 74 años, en febrero de 2018 el Secretario del Trabajo Roberto Campa lo ratificó para un sexenio más. Hay una petición en la plataforma Change.org para exigir su destitución.
De acuerdo con la Unidad de Datos de SinEmbargo, gana 173 mil pesos mensuales, pero no es transparente con el patrimonio que ha acumulado a lo largo de estos sexenios desde Carlos Salinas.
No hacer públicos los bienes es un derecho estipulado en el artículo 40 de la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos.