Fundación Paz y Reconciliación dice que la relación entre los cárteles mexicanos y colombianos se ha dinamizado debido al importante flujo de capital y de armas llevado desde el país norteamericano.
Ciudad de México, 10 de junio (SinEmbargo).– Los cárteles mexicanos se relacionan con los colombianos de dos formas: financiación y articulación, y esas dinámicas han tomado fuerza en los últimos años, dice en un informe de la Fundación Paz y Reconciliación.
“La primera se da a través de la inyección de grandes capitales y armas, y la segunda a través de la búsqueda del trabajo conjunto en función de la regulación de la cadena de producción y comercialización de la cocaína, este es el caso de la relación construida entre el Cartel de Sinaloa y el Clan del Golfo en el Bajo Cauca antioqueño y en Magdalena”, agrega un informe de la Fundación Paz y Reconciliación.
En el texto publicado esta semana, la fundación señala que “aunque la relación de crimen organizado entre Colombia y México viene de décadas anteriores, protagonizada por los grandes carteles del narcotráfico, en la actualidad la relación se ha dinamizado debido al importante flujo de capital y de armas traído desde el país norteamericano”.
“El fortalecimiento del crimen organizado colombiano se asocia también con el aprovechamiento de las estructuras armadas ilegales del vacío de poder generado por el fin de las Farc-Ep como guerrilla y la imposibilidad del Estado por hacerse al control de estos territorios”, expone.
“La fuerza de los carteles mexicanos y de sus vínculos con el crimen organizado centroamericano puede observarse también en Colombia a través de capturas de personas de los países de Centroamérica por porte y fabricación de estupefacientes y también por lavado de activos. Es decir, la captura de ciudadanos de nacionalidades centroamericanas también es un indicio de la relación fluida entre el crimen organizado de México, Centroamérica y Colombia”, apunta.
La fundación señala que la intención de llevar a cabo el informe es abrir el debate e las intrincadas relaciones entre grupos armados de México y Colombia más allá de la violencia.
“Si bien las manifestaciones violentas son importantes, no pueden ser un indicador exclusivo en cuanto a relaciones de narcotráfico se refieren; por tanto, debe incluirse en el análisis otros tipos de relacionamientos que aquí se llamaron: financiación, articulación y expansión”, señala.
El informe de 44 páginas cuenta con estadísticas y recopilación de historia de los cárteles mexicanos y colombianos. Lleva el título Radiografía de la ominosa presencia de los cárteles mexicanos.