El doctor Rahul Potluri, director de la investigación, espera que, al ir un paso más allá y comprender cómo estas diferencias en el estado civil pueden afectar la supervivencia en hombres y mujeres, el equipo no solo ayudará a identificar a las personas que necesitan apoyo adicional, sino que también ayudará a mejorar la forma en que se proporciona es apoyo.
MADRID, 10 de junio (EUROPA PRESS).– Sobrevivir a algunas de las enfermedades cardíacas y circulatorias más comunes puede verse afectado por el género y estado civil de la persona, según una nueva investigación de la Universidad de Aston, presentada en la Conferencia de la British Cardiovascular Society (BCS) en Manchester (Reino Unido), que ha encontrado grandes diferencias en las tasas de mortalidad de hombres y mujeres, particularmente en relación con el estado civil, cuando se padece insuficiencia cardíaca, fibrilación auricular (FA) o después de un ataque cardíaco.
La investigación ha revelado que los viudos que sufren un ataque cardíaco tienen un 11 por ciento más de probabilidades de morir que las viudas. Se encontraron hallazgos similares en hombres viudos con insuficiencia cardíaca (10 por ciento) y FA (13 por ciento) en comparación con mujeres viudas en las mismas condiciones. Los hombres divorciados con FA eran 14 por ciento más propensos a morir que las mujeres divorciadas.
Los investigadores también encontraron que, entre las personas casadas con FA, la forma más común de ritmo cardíaco anormal, los hombres tenían un 6 por ciento más de riesgo de morir que las mujeres. La situación, sin embargo, es bastante diferente para aquellos que no están casados. El equipo descubrió que los hombres solteros con insuficiencia cardíaca en realidad tenían un riesgo 13 por ciento menor de muerte en comparación con las mujeres solteras.
Este estudio se basa en trabajos anteriores que sugieren que estar casado puede mejorar las posibilidades de sobrevivir a un ataque cardíaco, y esto es particularmente el caso de las mujeres.
Al estudiar a un millón 816 mil 230 personas que ingresaron en hospitales en el norte de Inglaterra con un ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca o FA entre 2000 y 2014, los investigadores pudieron ver cómo el estado civil o el género pueden afectar el riesgo a largo plazo de morir a causa de estas patologías que amenazan la vida, durante un período de 14 años. Los datos se analizaron de acuerdo con el protocolo de estudio ACALM (algoritmo para comorbilidades, asociaciones, duración de la estancia y mortalidad, por sus siglas en inglés).
El doctor Rahul Potluri, director de la investigación, espera que, al ir un paso más allá y comprender cómo estas diferencias en el estado civil pueden afectar la supervivencia en hombres y mujeres, el equipo no solo ayudará a identificar a las personas que necesitan apoyo adicional, sino que también ayudará a mejorar la forma en que se proporciona es apoyo.
En este sentido, el doctor Potluri, profesor clínico de Cardiología en la Escuela de Medicina de Aston, señala: "Cuando se trata de ayudar a las personas a recuperarse de una afección cardíaca que pone en peligro la vida, centrarse únicamente en su problema médico no necesariamente da el mejor resultado. Es importante que nos ocupemos de brindar atención integral y exploremos otros factores, como su red de apoyo, que También puede tener un gran impacto en la salud de una persona".
Por su parte, el profesor Metin Avkiran, director médico adjunto de la British Heart Foundation (BHF) , señala que "el ataque cardíaco, la fibrilación auricular y la insuficiencia cardíaca pueden trastocar la vida. Estos hallazgos sugieren que los hombres viudos o divorciados, y las mujeres solteras, pueden necesitar más apoyo para ayudar a minimizar su riesgo individual de morir a causa de estas condiciones".
En la misma línea, el doctor Ranjit More, cardiólogo consultor de Blackpool Teaching Hospitals NHS Trust y coautor de estudio explica que las diferencias detectadas "podrían deberse a que hombres y mujeres tienen diferentes niveles de apoyo, o están dispuestos a buscarlo. Al identificar qué grupos de personas tienen los peores resultados, podemos presionar para que los profesionales de la salud alienten a esas personas a participar en terapia de grupo y asegurarse de que tengan redes de apoyo adecuadas para ayudar a lidiar con estas afecciones médicas graves y crónicas".