ENTREVISTA | Los aspirantes a Presidente, analizados por expertos: Jorge Zepeda Patterson

10/06/2017 - 12:05 am

Coordinados por Jorge Zepeda, un grupo de periodistas y escritores de primera línea, establecen el carácter y la evolución de los “suspirantes”. Si hoy leyéramos la primera entrega de este libro, veríamos a ese hombre frívolo, criado entre algodones, llamado Enrique Peña Nieto, cuyo perfil hizo entonces Ignacio Rodríguez Reyna. No se trata de que el libro nos diga a quién tenemos que elegir, pero sabremos cómo es después de leer este profundo tratado de periodismo.

Ciudad de México, 10 de junio (SinEmbargo).- Ricardo Anaya, el que se quedó con el PAN echando a Madero. Margarita Zavala, tan lejos y tan cerca del PAN. ¿Luis Videgaray? ¿Ninguna estrella que lo acompañe a su candidatura a Presidente? Es probable que no, pero el aspirante del PRI tendrá que pasar por su despacho.

Así son las cosas en lo que falta de aquí a las elecciones presidenciales. Los presidentes aspirantes, analizados por expertos, en Los Suspirantes 2018 (Planeta), coordinados por Jorge Zepeda Patterson, en un documento de profundo tratado de periodismo, hacen la fila para un examen a conciencia, muy a gusto de los posibles consumidores.

Queremos decir, este libro no les dirá por quién votar, pero sí les dirá cómo es ese hombre o esa mujer a quien le darán su elección. No es poca cosa en estos tiempos tan tremendos.

–¿Estos suspirantes a veces te dan unos cuantos suspiros, verdad?

–La verdad, el común denominador son las ambiciones políticas, pero cuando le pones lupas afloran una diversidad enorme de antecedentes, trayectorias, pertenencia a los seres humanos. Algunos son de una especie, otros son de otra. Aunque como suelo decir, el político tiene una manera peculiar de estar parado frente a la vida y eso los descubre.

­–Uno quisiera que estuviera sólo Andrés Manuel López Obrador y que no hubiera otro. Fundamentalmente por la necesidad de cambio, no porque fuera un candidato exquisito…

–Bueno sí, parecería que AMLO se presenta en esta tercera ocasión con los astros alineados. Ya se intentó con la alternativa panista durante 12 años, evidentemente no fue el gusto del respetable público, que se acabó agotando por el regreso del PRI y en atención a altísimos de reprobación que merece Enrique Peña Nieto, parecería que también que esta alternativa del nuevo PRI, que resultó menos nuevo, tampoco fue del agrado. Así que por lógica pendular, es el momento de la izquierda, probar con una alternativa diferente. Bueno, más allá del análisis, empata con esta sensación que tiene uno de que ha crecido la exasperación de la gente, la desesperanza, cierta rabia contenida de que las cosas no cambien y que por momentos incluso empeora.

­–Uno ve en la calle la apatía de la gente

­–Así es, la vida pública, los políticos, cada uno está a rebatinga personal y esta sensación de vulnerabilidad cuando caminas, los asaltos, particularmente el transporte público, genera la actitud de galvanizarse sobre sí mismo, blindarse, protegerse, no reaccionar a lo otro y desde luego esto es terrible como seres humanos. La solidaridad acaba siendo simplemente un concepto, pero no una experiencia vital…

–Sobre todo teniendo en cuenta que el mexicano es de por sí muy solidario

–Decirle a alguien que se sube en los micros, que lo han asaltado tres veces en los últimos cinco meses, que reaccione frente a un tercero para brindar su apoyo, es pedir demasiado. Me decía Rosa, la chica que me ayuda en casa, que cuando ve subir a un pesero a alguien con ropa deportiva, ella se baja. Porque las veces que la han asaltado ha sido con esa ropa. ¿Te imaginas el nivel de alerta con el que viaja una persona por los peseros? Son muy poco propicios para la solidaridad a terceros, al contrario, defendiéndose de cualquier posible agresión. Ya no hay una visión del Estado como un organismo al que el funcionario político pertenece y le trasciende. Todo se remite a un enriquecimiento personal.

–Hablas de Osorio Chong como un dirigente cercano a la gente

­–Bueno, el que habla es Ricardo Rafael. Sí, Osorio Chong se ha querido presentar como el operador político del régimen, el zorro, el que tiene oficio dentro de este grupo y que es capaz de arremangarse las manos y hablar con los estudiantes; lo ha hecho varias veces con resultados inciertos, algunas les ha resultado mejor que en otras, pero desde luego es como el operador político que quiere pasar por hábil, por astuto, en el sentido tradicional, ortodoxo de la palabra política.

Los Suspirantes 2018, una guía para las elecciones. Foto: Planeta

–¿Anaya es un negociador nato?

–Ricardo Anaya es interesante porque hace dos años no lo conocía nadie, es un chico muy joven, de 38 años. Se hizo ya en el PAN a la sombra de Madero, cuando él trató de rescatar al PAN de los calderonistas. Y de alguna manera lo consiguió. Uno de sus pupilos era Anaya, salido de las filas panistas de Querétaro, conocido por su meticulosidad, la manera en que prepara las cosas, un poco nerd, digamos, de la nueva política. Lo que nadie se esperaba que cuando Madero tuvo que dejar el Partido por un tiempo, o así creyó él, nunca más volvió a ver lugar en su despacho. Lo cual habla, según se dice, que Anaya es un animal político, de tercera generación, con una habilidad impresionante. Y de hecho debe serlo porque en estos momentos él ya tiene el control de los órganos directivos del PAN, lo cual es mucho decir. Se coló entre Madero y Calderón, muy conocidos…

­–Que no son tan viejos, la verdad

–Sí, pero tienen 20 años de militancia, contra dos que tiene Anaya. Es una personalidad interesante, se pinta ahí que ensaya los discursos frente al espejo, perfeccionista por donde se lo vea. Incluso si consigue la candidatura del PAN, que es su objetivo, no está claro que su juventud sea reconocida por el elector mexicano, en momentos en que este país parece que se está deshaciendo. Ahora lo que ha conseguido es que Margarita Zavala sea vista como la externa al PAN, algo que parecería inconcebible; la familia de Margarita Zavala que en un espléndido perfil que hace Sandra Lorenzano, pertenece al PAN, sus antecesores son fundadores del Partido y toda su vida ha estado acogida por él. Ha sido diputada, Primera Dama de este régimen panista y ahora parece como el candidato externo, lo que habla mucho de esta capacidad de Anaya de hacer lo suyo, ¿no?.

–Por otro lado parece ser dos visiones del Partido. La onda de Anaya, aunque sea bastante conservador, parece ser lo nuevo

–Sí, es verdad. Ella ha tratado de pasar como saliendo de este modelo tradicional, católico del PAN -el suyo es una militancia muy cercana a la Iglesia-, como una faceta moderna. Particularmente con lo que tiene que ver con la agenda familiar y de la mujer. Hablando de los derechos de la mujer, la posibilidad de empoderarla, etcétera. Sin embargo, una y otra vez, las agendas femeninas de Margarita acaban golpeando contra el universo de las feministas. Acaban tildándola de conservadora, cuando ella quisiera presentarse como modernizante. Los temas de los derechos de la mujer al cuerpo, los temas de vida sexual, incluso de familia, les cuesta mucho trabajo transitar.

Un análisis metodológico, a cargo de los mejores periodistas. Foto: Crisanto Rodríguez, SinEmbargo

–¿Cómo has hecho este libro, cómo has elegido a los periodistas participantes?

–Yo escojo primero a los biografados. ¿Cuáles son los candidatos que me parecen que tienen que estar en este libro? A partir de la lista comienzo a buscar los autores para trabajarlos. Algunos son reincidentes, Ricardo Rafael, Alejandro Páez, Rita Varela, Salvador Camarena, que ya han estado en otros ejercicios y han sido experiencias sabrosas. Luego he invitado a Sandra Lorenzano por Margarita Zavala, por pensar que ella tenía conocimiento de lo que son estas éticas políticas de primera mano. A Mayte Azuela, comentarista, analista política, hizo el perfil de José Antonio Mead, secretario de Hacienda y Crédito Público y muy mencionado en los últimos meses para ser el candidato del PRI. Humberto Padgett, que ha trabajado como reportero con frecuencia en el Estado de México, me pareció idóneo para hacer el perfil de Eruviel Ávila, el gobernador.

–Muy medido el perfil de Humberto

–También debo decir que hago un guión metodológico antes, les pido qué puntos cubrir, para asegurarme de que haya una mínima congruencia transversal, eso sí, una estructura puntual y luego edito. Esencialmente para el perfil que arroja. Hay perfiles que hay mucha carga política, pero muy poca carga personal o al revés y entonces lo devuelvo para suplir las carencias. Les pido más data familiar, cómo son con los amigos, cómo estudiaron o viceversa, desde luego. Siempre hay una devolución, un gran trabajo para los perfiles que pueden ser perfeccionados.

–Videgaray y Mancera parecían ser candidatos posibles hace un tiempo, hoy nada que ver…

–Absolutamente. De Videgaray terminamos haciendo un perfil más bien corto, en un trabajo que hizo Rita Varela. En efecto, él es hombre más poderoso del gabinete. Si hay un virrey aquí, que mueve hilos, ese es Luis Videgaray. El problema para él es que tiene una absoluta falta de personalidad carismática. Es invendible en una boleta electoral. Es el candidato menos probable que pueda lanzar un Partido político. Si el PRI quiere tener alguna posibilidad, que desde luego la quiere, tendría que pensar en otro. Y luego el escándalo aquel que hubo, al principio del sexenio, con su casa en Malinalco, adquirida con un crédito de una de estas grandes constructoras, beneficiadas por la Administración, acabó con cualquier posibilidad. Seguramente Videgaray seguirá moviendo los hilos, seguramente la decisión final de quién será candidato pasará por su despacho, pero difícilmente él mismo sea candidato.

–Está también lo de Donald Trump, volver y regresar…

–Bueno, claro, de esa no se va a quitar nunca. Haber sido responsable de esto que muchos mexicanos al margen de lo que haya pasado con las elecciones en Washington, siguen pensando que recibir a Trump fue un acto de humillación inadmisible por parte del Presidente, evidentemente el actor de todo eso fue Luis Videgaray.

–¿Mancera? Sonaba muy bien el año pasado

–Es verdad, sonaba muy bien, pero difícilmente alguien augure una posibilidad para el PRD, que es el Partido que podría candidatearlo. Él ganó la gubernatura para el Distrito Federal con un 60 o más de los votos. Se hablaba muy bien de él en el sentido de que gobernaba la principal entidad de este país, parecería como el líder natural emergente, pero el tema es que con la separación de MORENA, francamente se lleva el grueso del patrimonio de la izquierda. El PRD queda como un Partido a medio camino entre los principales satélites. Por ningún lado con la estatura suficiente como para creer que un candidato del PRD pueda esperar una buena elección. Por ahí alguien habría mencionado que podría ser un último recurso de que el PRI se queda sin cartas ganadoras, pero eso no pasó de columnas políticas. Difícilmente el PRI le entregaría su candidatura a alguien externo, por más que haya habido buenísimas relaciones entre el Gobierno Federal y Miguel Ángel Mancera. Al margen de todo eso, el efecto es que la imagen misma de Mancera se ha ido desmoronando, por una u otra razón. Entre ellas su “peñanietismo”.

–Bueno, también está la violencia de la ciudad

–Ahora, sí, pero para ser honestos yo difícilmente le cargaría a él todo eso. El milagro hubiera sido que la ciudad se hubiera mantenido durante tantos años un poco al margen de lo que ha venido golpeando al país. De repente incluso a lugares como Monterrey, un lugar en otro tiempo impensable por ser el asiento de los poderes económicos. La capital, de alguna manera, se había venido salvando y ya no más. Un proceso que no inicia con Mancera, que inició hace rato y que ha ido in crescendo. Al final el DF está inmerso en un país que hoy por hoy se ha disparado.

–Bueno, para mí Marcelo Ebrard era muy distinto

–Está dispuesto a la interpretación, pero lo que sí se ha sabido es que la violencia ha ascendido en todo el país. Por otro lado, los índices de delincuencia en el Distrito Federal, son bajos en comparación con los del interior y con la zona metropolitana que está dentro del Estado de México. El contraste sigue siendo brutal.

Intentamos hacer el libro escapando al maniqueísmo que luego va a caracterizar a las campañas. Foto: Crisanto Rodríguez, SinEmbargo

–Con respecto a los suspirantes pasados, ¿Qué clase de Presidente fue Enrique Peña Nieto?

–Bueno, es todavía. Yo creo que su perfil que en aquel momento lo hizo Ignacio Rodríguez Reyna muestra que nadie debería estar sorprendido. En el perfil quedaba muy claramente la trayectoria de un hombre frívolo, que había crecido entre algodones, que había sido aupado por el poder, casi como en un desfile gracioso. Que su campaña se había construido en una alianza con los dueños del dinero en este país y que llegaba con compromisos con esos grupos, sin ningún compromiso con la sociedad en su conjunto. El Gobierno que ha hecho se caracteriza fundamentalmente por eso: la frivolidad, la falta de visión de Estado y la alianza con los grupos de poder y de acumulación de dinero. Un comportamiento muy faccioso con respecto a la corrupción, estos tres gobernadores que están prófugos, al final lo están porque en sus entidades ganó la oposición. Que eran unos ladrones lo sabemos desde el principio de sus sexenios y eso no obstó para que el Presidente dejara de presumirlos como el futuro del nuevo PRI. Se necesitó que ganara la oposición en cada unas de esas entidades federativas para que se iniciaran investigaciones que eventualmente obligan a las autoridades a tomar medidas. Si no hubiera perdido el PRI, podremos estar totalmente seguros de que nada habría pasado. Lo que da cuenta de esto es esta cultura de protección de la clase política entre sí, dispuestas a dejar pasar los abusos más abominables. Ahora está surgiendo lo de Borge en Quintana Roo, 24 propiedades del Estado fueron vendidas a precios irrisorios a parientes del Gobernador.

–México es muy rico…

–México es un país muy rico, por su historia, por su gente, por su cultura y eso siempre va a quedar. Justamente es la pregunta que nos hacemos con este libro. El país se ha movido, ha buscado mal, todos pensamos que viviríamos nuestra primavera democrática en el verano del 2000 cuando por fin, sin disparar un solo tiro, habíamos logrado sacar al PRI de Los Pinos. Pronto nos dimos cuenta de que en lugar de Nelson Mandela teníamos a Vicente Fox en nuestra primavera democrática, que duró muy pocos meses. Reincidimos, hablo del votante colectivo, en Felipe Calderón, en escoger al PAN para una segunda oportunidad, Calderón jugaba a que lo de Fox no había sido panista, que él iba a ser el primer Presidente panista, con la agenda tradicional que, en efecto, fue la primera oposición democrática en este país frente al PRI. Habríamos esperado por lo menos la consolidación de las instituciones democráticas, podría estar uno en desacuerdo con toda la agenda panista, al final un Partido conservador pero lo que uno nunca le hubiera escatimado al PAN es que había sido un luchador por la democracia, particularmente en lo que tiene que ver con elecciones, posibilidad de protesta, libertad, etcétera. Y esperábamos esa consolidación que nunca vino.

–Muchos dicen que Calderón ganó por fraude

–El que haiga sido lo que haiga sido, expresado por el propio Calderón. Ese fue el beso de la muerte, no sé si él hubiese tenido la estatura para haber hecho realmente un fortalecimiento del tejido democrático en este país. Si la tenía o no, quedó boicoteada por el propio proceso por medio del cual él llegó al poder. El resto del tiempo buscó una legitimidad por vías que al final no le funcionaron.

–¿Qué piensas de la elección en el Estado de México?

–Es lastimoso. La información está en el aire, desde luego sabíamos que iban a hacer un proceso electoral con muchas malas artes. Casi, esta clase política mexiquense, al “fraude patriótico” si era necesario, para evitar el arribo de los bárbaros al poder. Particularmente en lo que es su bastión. Ese es verdaderamente el terruño del PRI, no sólo porque de ahí es el origen de Peña Nieto, sino también porque es la entidad federativa con más poder económico que nunca ha tenido alternancia y fundamental para la operación política del PRI. Se aplicaron absolutamente todo tipo de artimañas, para darle mayores posibilidades de victoria a su candidato. Y el resultado que tuvimos el domingo sigue siendo un resultado polémico, estamos muy pronto para saberlo, ha surgido ahora data de un algoritmo que estaba alterando la suma, no sabemos en qué va a acabar eso, pero desde luego toda la sensación que deja es muy lastimosa. Todo el proceso. El PRI queda en entredicho, porque en su propia cancha, el rival lo hizo ver terriblemente mal. Si MORENA ahí, en condiciones tan adversas pelear nariz con nariz la llegada a la meta, deja para el PRI un muy mal precedente de lo que puede suceder a nivel nacional.

–También hay que hablar de Juan Zepeda, del PRD

–A mí me parece que tanto para el PRD como para MORENA vienen momentos de definición. Para la experiencia del Estado de México muestra que en efecto el PRD puede ser un muy útil instrumento para el PRI en el momento de quitar votos para el gran rival que ahora es MORENA. Dividiendo a la izquierda. Lo que podría convertirse para el PRD en ser el nuevo Partido Verde. Se convertirán en millonarios y en la pluma de vomitar de la opinión pública. La otra es encontrar una vía para competir con dignidad como una socialdemocracia que no necesariamente tienen que coincidir con Andrés Manuel López Obrador, también eso se vale. Andrés Manuel representa sin duda una alternativa de izquierda, pero es una versión tropicalizada por él mismo de lo que es una concepción política, una agenda social, que no necesariamente toda la izquierda tendría que coincidir. Pero desde luego el papel que ha hecho Juan Zepeda ahora no deja dudas y ha servido fielmente a los propósitos del PRI. Yo tendría que decir que Andrés Manuel López Obrador cometió un enorme error al polemizar públicamente con Juan Zepeda, porque dos meses antes nadie sabía quién era Juan Zepeda. Fue en el momento que lo empezó a acusar de traidor, etcétera, sin darse cuenta de que cuando una figura tan encumbrada políticamente se sube al ring con otro que está a cuatro niveles abajo en la escala, lo que está haciendo es conseguirle una visibilidad que ni siquiera en sus mejores fantasías Zepeda pensó que podría llegar a tener. Eso debió haberlo hecho Delfina, pero Andrés Manuel se la salta y el gran caudillo político se metió durante tres días a disputar titulares de ocho columnas en los periódicos, mostrando hasta la saciedad quién era Juan Zepeda. Ese es un error de Andrés Manuel López Obrador.

–Voy a votar, leo tu libro, ¿qué me va a aportar leerlo?

–Intentamos hacer el libro escapando al maniqueísmo que luego va a caracterizar a las campañas, que como se dice en la introducción buscarán convertirlos en productos de marketing. Los van a glorificar, los van a satanizar, dependiendo de si es propia o ajena la campaña. Las guerras sucias se caracterizan por verter más dinero en el candidato rival para destrozarlo que en el propio para ensalzarlo. Los dineros son para eso. Los perfiles que acá intentamos es dar una visión más allá de este escándalo mediático, quiénes son ellos, de dónde vienen, no pretenden ser trabajos de una objetividad científica porque eso es imposible, pero sí dar cuenta de hechos. De testimonios de la gente que lo conoce, para bien o para mal, dónde se han equivocado, dónde han tenido aciertos. El que lo lea no es qué sabrá cabalmente por quién votar, pero sabrá por quién está votando cuando lo haga. Ese sería mi objetivo y la pretensión de un libro como éste.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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