Además, alrededor de 24 mil miembros de las fuerzas de seguridad habían sido desplegados a la frontera de la frontera de EU con México ante el final de la política migratoria que reinó durante la pandemia de coronavirus; unos mil 500 soldados más fueron enviados para apoyar a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.
Ciudad de México, 10 de mayo (SinEmbargo).– Con el final este jueves de la política conocida como Título 42 en Estados Unidos por la pandemia de COVID, la Unión Americana deportó en tres años –desde su implementación en marzo de 2020 hasta ahora– a unos 2.8 millones de migrantes desde su territorio. Seis de cada 10 fueron mexicanos.
Así lo informó la Secretaría de Gobernación (Segob) mexicana, quien detalló que las expulsiones fueron exactamente dos millones 825 mil 970 por las diferentes fronteras de Estados Unidos, añadió que esto “imposibilitó la búsqueda de la figura de asilo y expuso a miles de personas migrantes a mayores situaciones de riesgo”.
“Por la frontera sur de EU con México se registraron 2 millones 710 mil 494 eventos de expulsión y de estos, seis de cada 10 correspondieron a personas de nacionalidad mexicana (un millón 641 mil 746 eventos)”, desglosó la dependencia.
La cifra restante equivalente a millón 068 mil 748 eventos de personas extranjeras detenidas y devueltas en la frontera sur con Estados Unidos; 897 mil 087 fueron de personas provenientes de Centroamérica: Guatemala, 393 mil 025; Honduras, 358 mil 001; El Salvador, 135 mil 683; Nicaragua, 10 mil 378 y el resto 171 mil 661 a otras nacionalidades.
Y es que el Gobierno estadounidense empezará a partir del jueves a negar el asilo a los migrantes que lleguen a la frontera entre Estados Unidos y México sin haber presentado su solicitud primero por internet o que no hayan buscado primero la protección en uno de los países por los que hayan pasado, de acuerdo a una nueva norma publicada el miércoles. En tanto, funcionarios estadounidenses advirtieron que se avecinan días difíciles luego de que expire un límite clave a la inmigración.
La norma se produce en la víspera de que Estados Unidos retire el Título 42, que había permitido que las autoridades estadounidenses limitaran la migración con el fin de evitar la propagación del COVID-19. El cambio ha provocado inquietudes en torno a si Estados Unidos tiene las herramientas necesarias para controlar la migración.
La nueva regla anunciada el miércoles forma parte de unas nuevas medidas que tienen el objetivo de reducir los cruces fronterizos ilegales al tiempo que crean nuevas vías legales, como un plan para abrir 100 centros de migración regionales en todo el hemisferio occidental, dijeron funcionarios del Gobierno.
El Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, advirtió que los próximos días y semanas tienen “el potencial de ser muy complicados”. “Nuestro plan dará resultados, pero hará falta tiempo para que esos resultados se materialicen plenamente”, afirmó.
En Ciudad Juárez, México, los migrantes siguieron llegando esta semana en pequeños grupos por tren o autobús, y partieron a diario para entregarse a las autoridades estadounidenses. Fran Tovar, un electricista de 30 años de edad procedente de Venezuela y quien dejó a sus dos hijos atrás para tratar de llegar a Estados Unidos, iba a cruzar la frontera el miércoles.
“Hay temor y angustia”, dijo Tovar, y añadió que lleva más de tres meses en Juárez tratando de obtener una cita a través de una aplicación que Estados Unidos ha pedido a los migrantes que utilicen para presentarse en un punto de entrada fronterizo y solicitar la admisión.
Además, alrededor de 24 mil miembros de las fuerzas de seguridad habían sido desplegados a la frontera de tres mil 140 kilómetros (mil 951 millas) de Estados Unidos con México. Unos mil 500 soldados más fueron enviados para apoyar a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés), pero no tendrán interacción alguna con los migrantes. Y dos mil 500 miembros de la Guardia Nacional ya se encuentran en la zona para asistir a la CBP.
El Gobierno demócrata enviará a los migrantes procedentes de Haití, Venezuela, Cuba y Nicaragua de regreso a México si no mandan su solicitud por internet, tienen un patrocinador y aprueban una revisión de antecedentes. Admitirá a 30 mil migrantes procedentes de esas naciones al mes. México seguirá acogiendo al mismo número de personas que cruzan ilegalmente.
Funcionarios de inmigración también tienen planeado desplegar hasta mil funcionarios de asilo para que lleven a cabo revisiones expeditas de solicitantes de asilo para determinar más rápido si alguien cumple con los requisitos para poder permanecer en Estados Unidos.
–Con información de AP.