El Presidente López Obrador aseguró esta mañana que no acudirá a la Cumbre de las Américas en Estados Unidos si se excluye a algún país en ese encuentro y expresó que en su representación iría el Canciller Marcelo Ebrard. Para el historiador Lorenzo Meyer, de ocurrir esto no habría repercusiones.
Ciudad de México, 10 de mayo (SinEmbargo).- El Presidente Andrés Manuel López Obrador usa el tema de la Cumbre de las Américas para reforzar las relaciones bilaterales con Cuba y recuperar todo lo que se perdió durante el Gobierno de Vicente Fox Quesada, aseguró Lorenzo Meyer, profesor emérito del Colegio de México (Colmex).
"Andrés Manuel consideró de manera bien inteligente que esta coyuntura sirve para recuperar algo que Vicente Fox echó por la borda", dijo el académico en entrevista con Álvaro Delgado y Alejandro Páez en el programa Los Periodistas que se transmite a través de YouTube por el canal de SinEmbargo Al Aire.
El doctor Lorenzo Meyer indicó que la posible ausencia de México en la Cumbre de las Américas no generarías grandes repercusiones en contra del país debido a la estrecha relación que existe actualmente con Estados Unidos y a que se trata de actos simbólicos, en los que no se llega a acuerdos importantes.
"El sentido común nos dice que no tendría muchas repercusiones, son actos simbólicos, la relación México y Estados Unidos está cada vez más estrecha para eso se necesitan estos momentos históricos para decir ‘no somos iguales, no somos sus guardianes de la frontera sur y somos un país independiente que les decimos ahora invitan a Nicaragua, Venezuela y Cuba’, lo mas seguro es que Estados Unidos dirá que no, me extrañaría que dijera que sí”.
Esta mañana, el Presidente López Obrador aseguró que no acudirá a la Cumbre de las Américas en Estados Unidos si se excluye a algún país en ese encuentro.
Desde Palacio Nacional, López Obrador reconoció que se trata de una protesta y destacó que es momento de unidad, no de exclusión:
“¿Cómo una cumbre de América sin todos los países de América? ¿De dónde son los no invitados? ¿Son de otro continente, son de otra galaxia, de un planeta no conocido?”, expresó, y luego leyó a Abraham Lincoln: 'Las naciones no deben aprovecharse del infortunio de otros pueblos'”.
En conferencia de prensa, López Obrador aseguró que su Gobierno busca la unidad de toda América, por lo que no debe de haber confrontación. “Que aún con las diferencias tenemos que dialogar y hermanarnos todos los americanos”.
Cuestionado sobre si existe la posibilidad de que no asista a la Cumbre de las Américas en caso de que se niegue la participación de los países centroamericanos como Cuba, dijo:
“Si se excluye, si no se invita a todos, va a ir una representación del Gobierno de México, pero no iría yo. Me representaría el Canciller Marcelo Ebrard”.
El Jefe del Ejecutivo señaló que dicha decisión sería un mensaje de protesta, pues aseguró que él no quiere “que continúe la misma política en América y quiero, en los hechos, hacer valer la independencia, la soberanía y manifestarme por la fraternidad universal. No estamos para confrontación, estamos para unirnos”.
Ante esta situación, Lorenzo Meyer indicó que con estas acciones, el Presidente López Obrador busca diferenciarse de sus predecesores y aseguró que la relación que mantienen México y Cuba no genera molestias para Estados Unidos.
"Un montón de esas reuniones no llegan a nada, básicamente son públicas, son rutinarias. El que México mantuviera relaciones diplomática con Cuba y que las siga manteniendo no ha implicado gran cosa para Estados Unidos, no ha podido cambiar el régimen. No creo que haya mucho cambio, pero sí, va a servirle al Gobierno de México y a Andrés Manuel en particular para decir ‘no soy Fox’”.
Finalmente, el académico indicó que la postura de López Obrador podría ser utilizada por la oposición para atacar al gobierno.
"Ya me imagino, la oposición va a decir ‘está defendiendo a puros gobiernos dictatoriales, antidemocráticos’ cuántas veces México ha tenido relaciones con gobiernos dictatoriales, antidemocrático y brutales, y Estados Unidos nunca puso ningún reparo".
A 20 AÑOS DEL ESCÁNDALO
Las relaciones entre México y Cuba atraviesan un buen momento, reforzadas por la reciente visita de López Obrador a La Habana cuando se cumplen 20 años del incidente del “comes y te vas”, una de las mayores crisis bilaterales recientes.
El entonces Presidente cubano Fidel Castro, fallecido en 2016, descolocó a los presentes en la Cumbre Extraordinaria de Las Américas, en la ciudad mexicana de Monterrey, cuando hizo su sorpresivo anuncio.
“Les ruego a todos me excusen que no pueda continuar acompañándolos, debido a una situación especial creada por mi participación”, lamentó Castro en su primer y último discurso durante el evento, que se celebró del 18 al 22 de marzo de 2002.
Meses después, en abril de 2002, el Gobierno insular difundió una conversación telefónica entre el Presidente Vicente Fox (del conservador Partido Acción Nacional (PAN)) y Castro antes de la cumbre de marzo en el que se explicaba lo sucedido.
“Terminado el evento y la participación, digamos, ya te regresas (…) y que me dejaras libre, y es la petición que te hago, el viernes, para que no me compliques”, le pidió Fox a Castro en la llamada.
Al día siguiente del discurso —y despedida— de Castro (un jueves) se realizaría una comida entre jefes de Estado a la que asistiría el Presidente estadounidense George W. Bush, el invitado con quien Fox no quería que se topase el cubano.
En un intento malabarista para evitar la confrontación, el mandatario invitó a Castro a sentarse a su lado en un almuerzo antes de partir. Fue así que nació la polémica del “comes y te vas”.