“Ya te tardaste”. “Eso dices ahora, pero ya te veré rodeada de chamacos”. “Un bebé es la bendición más grande de Dios”.
Son tan sólo algunas de las frases que muchas mujeres escuchan día a día. El motivo: decidieron no tener hijos.
Este 10 de mayo ellas realizarán sus actividades normales, pero con la posibilidad de verse juzgadas, una vez más, por personas que les darán la espalda por no aceptar su rol de progenitoras en México, un país en el que la madre amorosa y abnegada es una figura acendrada. El poeta Octavio Paz, premio Nobel de Literatura 1990, expuso en su ensayo “El Laberinto de la Soledad” que el 10 de mayo se honra a “una sufrida madre mexicana”. Hoy, cinco mexicanas de diferentes estratos y condiciones brindan los porqués de la no maternidad: el no tener hijos como posición social bajo libre elección.
“NUNCA HE TENIDO INSTINTO MATERNAL”
El tráfico en Insurgentes es un caos, los ruidos molestos de los cláxones de cientos de coches se vuelven cada vez más insoportables. Decenas de personas se dirigen a todos lados, buscan refugiarse de las primeras gotas de lluvia. Entre la multitud, Verónica camina presurosa, su delgada figura carga una enorme mochila rosa.
A sus 24 años se encuentra absorbida por el servicio social en una clínica veterinaria. Le gusta lo que hace pues ama a los animales. El poco tiempo que le queda libre lo pasa con su novio.
Llega agitada al Jardín del Arte en Villalongín e Insurgentes en la colonia Sullivan, ante ella se levanta una de las máximas edificaciones dedicadas a la maternidad en nuestro país, el Monumento a la Madre. Este emblemático lugar comenzó su historia en 1944 cuando el entonces presidente de la República, Manuel Ávila Camacho colocó la primera piedra de la edificación, luego de que empleados del periódico Excélsior celebraran desde 1921 el Día de las Madres cada 10 de mayo. Con esculturas de Luis Ortiz Monasterio, quien ganó un certamen lanzado por el diario en 1948 para diseñar las piezas que serían colocadas en el colosal monumento, fue inaugurado en 1949 por el presidente Miguel Alemán Valdés.
En este sitio Verónica narra cómo fue que tomó la decisión de no ser madre. “Nunca he tenido ese instinto maternal”, afirma. A pesar de que es muy amorosa con los animales que cuida y defiende, no puede hacerse cargo de un menor. No los odia, dice, pero prefiere estar con perros y gatos.
Ella forma parte de un grupo cada vez más numeroso de mujeres que han elegido no convertirse en madres, un suceso “que en todas las culturas se ha venido representando como el hecho más importante de la mujer”, explica en entrevista Julia Chávez Carapia, coordinadora del Centro de Estudios de la Mujer (CEM) y docente de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). De acuerdo con la especialista, dentro de las sociedades patriarcales, cuando la mujer se vuelve madre es vista como “una persona que va a responder siempre a las necesidades de los otros”. Esta situación deriva en una “relación de poder-subordinación” entre la mujer y su pareja e hijos.
Pero en la actualidad miles de mujeres rechazan la idea de que la mujer es sólo un “ente reproductivo”. Aunque no se cuenta con cifras claras o estudios sobre cuántas mujeres han decidido no ser madres en México y los orígenes del fenómeno, éste se ve condicionado por el creciente nivel educativo de las mujeres, su mayor participación en el mercado laboral y la urbanización del país, indica el Consejo Nacional de Población (CONAPO). Con base en cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), este organismo da cuenta de la disminución de la fecundidad de 5.7 en 1976 –año en que se iniciaron las políticas de control natal en México- a 2.0 en 2012.
Según el CONAPO, la reducción se debe en gran parte a la información disponible sobre la planificación familiar y el acceso a los métodos anticonceptivos.
Por su parte, Verónica está consciente de que su postura no es bien vista por todos. Sabe que nadie más que ella puede decidir sobre su cuerpo, pero eso no frena las opiniones en contra, sobre todo, asegura, de las mujeres.
DE LAS MUJERES, LAS PRINCIPALES CRÍTICAS
Con una canción de los Nine Inch Nails que suena en su mini reproductor y un cigarro a punto de extinguirse en su mano derecha, Bárbara arriba al Monumento a la Madre.
Ella, al igual que Verónica, ha recibido las criticas más crudas por parte de mujeres, quienes le han dicho que para ser una “mujer completa, debe ser madre”.
No sabe en qué punto de su vida dijo que no sería madre, “no es una decisión que se tome de una vez y para siempre”, expresa.
Con 29 años de edad, Bárbara dice que esta elección “se da día a día según las circunstancias”, pero sabe que las condiciones económicas y afectivas no le permiten en este momento pensar en un hijo.
En México residen 57.5 millones de mujeres, 30 millones de ellas son madres con un promedio de dos hijos. Si la mujer trabaja la tasa de fecundidad es de 1.2 hijos, según el INEGI. Pero Bárbara ve casi imposible formar parte de esta estadística.
A decir de Julia Chávez, la catedrática de la UNAM, el no ser madre es un hecho que no afecta a quien lo decide conscientemente, pero sí a las mujeres que desean procrear y por alguna razón no pueden, pues “se sienten frustradas cuando no lo consiguen”. Sin embargo, en ambas situaciones los cuestionamientos y juicios de opinión por parte de la sociedad están presentes, más cuando la mujer se halla en edad reproductiva.
La experta indica que las críticas surgen primero con los padres, madres y hermanos. En segundo lugar, se encontrarían los amigos, después personas conocidas como vecinos y finalmente compañeros de trabajo.
-¿Quién critica más? ¿Hombres o mujeres? –se le pregunta a la especialista
-Las críticas se dan de diversas maneras. Por un lado las madres que ven a las mujeres que no quieren tener hijos como “la pobrecita”, “no sabe lo que dice, los hijos son maravillosos y se va a arrepentir”. Por otra parte, están los hombres que ven la situación con lástima (…) y dicen: “Qué será de ellas”. Aunque para algunos resulta mejor esta ideología, pues así habrá posibilidad de mayor libertad. Es una situación compleja, que va desde la lástima hasta el pensamiento de “tontas, no saben su papel en la sociedad o quieren conductas libertinas”.
¿ES LA MATERNIDAD UN SUEÑO?
Son casi las cinco de la tarde. El aire sopla con más intensidad y las nubes grises inundan el cielo. Tere camina firmemente mientras mira su celular. Su menuda figura le hace aparentar menos edad. A sus 26 años vive sólo para su pasión: el teatro.
Con la cara baja y la mirada distante, su semblante anuncia que no está del todo bien. “Jorge terminó conmigo”, confiesa con tristeza. Tras poco más de medio año de relación, él decidió alejarse al saber que Tere no desea tener hijos.
“Me dijo que veía futuro conmigo, pero no sin hijos. Le comenté que no tenerlos era un decisión que ya había tomado, entonces él dijo que no era feliz”, revela con voz baja.
Asegura que no es la primera vez que es rechazada por el género masculino. Fue un hombre quien le dio una de las sentencias que más recuerda: “Los hijos son el sueño de toda mujer”. No en su caso.
Para ella su vida profesional está por encima de muchas cosas y es su prioridad actualmente.
Julia Chávez, coordinadora del CEM afirma que son muchos los motivos por los cuales una mujer decide no ser madre como querer “desarrollarse en un ámbito diferente al de la maternidad, buscar una vida profesional al mismo nivel que los hombres”.
Aunque Tere está consciente de este aspecto y desea el éxito profesional, se encuentra abierta a las relaciones afectivas. También podría formar una familia en un futuro lejano, incluso tener hijos, siempre y cuando sean adoptados.
La Red por los Derechos de la Infancia en México dio a conocer el año pasado que hasta 2010 había en el país 29 mil 310 menores de edad que no contaban con cuidados familiares ni institucionales, pero la cifra puede fluctuar si se considera la falta de información oficial del número de infantes que se encuentran en albergues. También el año pasado, un estudio de la comisión de Atención a Grupos Vulnerables de la Cámara de Diputados reveló que, como resultado de la lucha anticrimen del Gobierno Federal, aproximadamente 40 mil niños han quedado huérfanos entre 2006 y 2011.
Tere conoce esta situación. Sabe que hay miles de niños sin hogar y a la espera de una familia amorosa. Si algún día decide ser madre no lo será biológicamente. Está dispuesta a realizar los complicados y tardados trámites de adopción, siempre y cuando cuente con el apoyo de una pareja estable y esto ocurra en algunos años, por ahora no hay cabida para los hijos en su vida.
-¿Qué pasaría si quedaras embarazada?
-Abortaría
ABORTO, RECURSO FINAL
Con unos geométricos aretes rosas que combinan con su blusa, acalorada y con una enorme sonrisa, Andrea se presenta en el Jardín del Arte. A sus 30 años, ella es su propia jefa: es comerciante. Amante de fiestas, bailar y salir con sus amigos, asegura que no está dispuesta a renunciar a ellos por un hijo.
No le gustan los niños, los tolera por un rato, pero no más, dice.
Muchas personas cercanas la tachan de “rara”, pues algunos de sus allegados creen que el número de hijos depende de “lo que Dios quiera”.
Andrea también ha considerado la interrupción del embarazo como una posibilidad, pero hace hincapié en que este recurso es el final, pues antes que nada está el uso de diversos métodos anticonceptivos.
“¿Para qué traen tantos niños a sufrir? A veces no tienen ni para comer, menos podrán con cinco chamacos”, pregunta.
Se le cuestiona qué haría si quedara embarazada y contesta lo mismo que Tere: abortaría.
Con motivo del quinto aniversario de la despenalización del aborto en la ciudad de México, Marta Lamas, fundadora del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), informó que hasta el 19 de enero de 2012 se habían realizado 52 mil 484 interrupciones legales del embarazo en el D.F.
Por otro lado, Julia Chávez, experta en estudios de género, reconoce que al tener hijos existe dependencia emocional, pero las relaciones afectivas son “tan complicadas” que merecen un estudio para conocer que tan “dependientes o manipuladoras” son, incluso podría resultar mejor “no tenerlas”.
La mujer que no tiene hijos “se evita esas situaciones porque no hay dependencia emocional”, afirma.
Andrea es tajante, jamás tendrá hijos ni siquiera adoptados. Dice que ella está mejor “sola y libre”.
MADURAR SIN HIJOS
Siempre ocupada por sus actividades en la Coordinación de Difusión Cultural de los Colegios de Ciencias y Humanidades de la UNAM, en constante preparación para diversos castings, Leticia apenas tiene tiempo para platicar de una decisión que tomó cuando tenía poco más de 30 años. Ahora con 48, le cuesta trabajo hablar, recuerda que ella sí quería hijos.
Lety dice que no contaba con pareja estable para procrear. Después, las personas a su alrededor le sugerían ser madre soltera. Ella se negó.
De acuerdo con el Conapo, hay 880 mil madres solteras en nuestro país. Lety no quiso formar parte de este número, no estaba dispuesta a que su hijo enfrentara las burlas por no tener padre.
Sabe que aunque quisiera, ya no está en edad de embarazarse.
Según Jorge Yañez, especialista en medicina interna y ginecología con casi 30 años de experiencia, la edad ideal para convertirse en madre es entre los 25 y 35 años, cuando la mujer “se encuentra madura en todos sus aspectos”. Explica que las complicaciones de salud pueden tener lugar cuando una mujer se embaraza después de esta edad.
Aunque ya no busca embarazarse, el no tener hijos le trajo diversos problemas de salud, como el desarrollo de miomas, asegura Lety. Sin embargo, Yáñez asevera que no se corre ningún riesgo al no tener hijos como muchos creen. No existe peligro alguno para las mujeres que eligen no ser madres, reitera.
Pero Lety se queja de diversos problemas originados por no embarazarse. Ahora esto ya no le preocupa, tiene un buen empleo que le permite estar cerca de muchos adolescentes, a quienes “adopta” como hijos propios al igual que a sus sobrinos.
Este jueves, Lety no hará nada especial, se enfocará en su trabajo, mientras tanto, miles de mujeres celebrarán esta fecha que consideran tan importante y especial en nuestro país, el Día de las Madres.