En la mayoría de las personas, el coronavirus causa síntomas leves o moderados, como fiebre y tos que desaparecen en dos o tres semanas. Pero en otras, en especial adultos mayores y personas con problemas de salud preexistentes, puede provocar problemas mayores, incluyendo neumonía y la muerte.
CIUDAD DE MÉXICO, 10 de abril (AP) — Estudiantes de medicina y doctores residentes de un hospital público en las afueras de la Ciudad de México dicen que a 26 de ellos les detectaron el COVID-19 y exigen equipo protector y mejor capacitación para todo el personal.
En una carta abierta dirigida al Secretario de Salud de México, Jorge Alcocer Varela, los doctores y estudiantes de medicina detallaron una situación en la que no se siguieron los protocolos básicos, el personal médico sin experiencia se las arregló por sí solo debido a la falta de supervisión, y el personal tuvo que hallar y comprar su propio equipo protector. Los autores de la carta no se identifican por su nombre, pero dijeron ser doctores y alumnos de medicina que ahora están en cuarentena y sufren los síntomas del coronavirus.
La falta de recursos y capacitación ante la pandemia ha suscitado diversas protestas de trabajadores del sistema de salud pública en México en las últimas semanas. El Presidente Andrés Manuel López Obrador ha reconocido que el sistema carece del número necesario de médicos y personal de enfermería mientras la epidemia empieza a agravarse. Un avión cargado de equipo médico llegó esta semana procedente de China y una segunda aeronave tenía previsto aterrizar el viernes en la noche.
México acumula más de 3 mil infecciones confirmadas de COVID-19 y cerca de 200 muertes. En la mayoría de las personas, el coronavirus causa síntomas leves o moderados, como fiebre y tos que desaparecen en dos o tres semanas. Pero en otras, en especial adultos mayores y personas con problemas de salud preexistentes, puede provocar problemas mayores, incluyendo neumonía y la muerte.
Zoé Robledo, director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), consideró “incorrecta” la información sobre un brote de COVID-19 en un hospital general regional en Tlalnepantla, en el Estado de México. Dijo que una investigación mostró que hubo tres puntos donde el brote comenzó: un paciente que se ha recuperado, un doctor que no tuvo contacto con pacientes contagiados y otro doctor que también trabajaba en otro sistema de salud. Robledo dijo que esto era muy distinto al brote en un hospital público en la ciudad norteña de Monclova, donde se determinó que la propagación ocurrió dentro del hospital.
Los médicos y estudiantes le exigieron a Robledo que se disculpe públicamente.
“Negar la presencia de brotes en los hospitales no conducirá a gestionarlos”, escribieron.
El hospital del sistema de salud pública en el municipio de Tlalnepantla había sido designado para atender a pacientes con coronavirus, pero se suponía que quienes presentaran los síntomas debían ser aislados de otras partes de la instalación. En la carta se dijo que eso no ocurrió, y que 19 de 26 doctores residentes de medicina interna dieron positivo días después de que llevaran a su piso a un paciente que mostraba síntomas de coronavirus. Llegaron más casos sin que se entregara equipo protector al personal médico del lugar.
A finales de marzo, debido a que muchos de los médicos con más experiencia del hospital se quedaron en sus casas y muchos residentes mostraban síntomas y no laboraban, otros residentes y estudiantes fueron dejados prácticamente solos con uno o dos residentes para 85 pacientes, según la carta.
Cuando se le preguntó el jueves en la noche al subsecretario de salud Hugo López-Gatell acerca del hospital, sólo habló en general que había aumentado la distribución de más equipo protector en el sistema de salud pública, pero no abordó lo sucedido en ese lugar.
Los médicos dijeron que la unidad de epidemiología les hizo la prueba hasta el 30 de marzo e incluso entonces hizo que los residentes se tomaran las muestras unos a otros sin equipo protector. Los que tenían síntomas no tan severos continuaron trabajando, y varios de ellos dieron positivo después, de acuerdo con la carta.
Quejas similares han surgido en otros hospitales públicos en México, incluidas protestas en algunos para exigir que el personal reciba el equipo protector necesario y capacitación para laborar durante la epidemia.
Un hospital en la norteña ciudad siderúrgica de Monclova fue escenario de otro brote, y el personal efectuó una protesta para denunciar que el sistema de salud pública los ponía en peligro. Tres miembros del personal de ese hospital han fallecido de enfermedades relacionadas con el COVID-19 y casi 30 se infectaron.