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Gustavo De la Rosa

10/03/2023 - 12:05 am

La dependencia con el extranjero, el ADN de los conservadores mexicanos

“Los conservadores no podían imaginarse en un país diferente a una colonia donde les bastaba con un virrey”.

“Los conservadores ahí estuvieron a la sombra o en el exilio sin generar un proyecto de nación, esperando que intereses extranjeros entrarán en contradicción con el gobierno mexicano”. Foto: Cuartoscuro.

La historia de México, después de 1800, ha tenido muchos puntos de controversia entre los conservadores de sus privilegios y los progresistas que aspiran a la igualdad, primero Jurídica y ahora mayor igualdad social.

Junto a esa contradicción principal, en el seno de la sociedad mexicana se han desarrollado otro tipo de contradicciones derivadas de los métodos que pueden usar los diferentes bandos en confrontación.

Al revisar los grandes momentos históricos, advertimos que los conservadores de sus privilegios han tenido una conducta crónica y repetitiva, y esta es la falta de confianza en los mexicanos, para establecer o defender su poder político y repetidamente han acudido al auxilio de los gobiernos extranjeros.

El primer gran momento de una confrontación, entre los privilegios y un estado de derechos es la guerra de independencia: los conservadores que se defendían de Miguel Hidalgo y su ejército popular no dudaron un solo minuto en mantener a México como colonia de España, a pesar de qué el monarca español en esos momentos era José Bonaparte, un conquistador francés que estaba sometiendo al propio pueblo de España.

Aquellos conservadores eran incapaces de levantarse aún en contra de el invasor a su madre patria y fueron feroces contra los insurgentes.

Los conservadores no podían imaginarse en un país diferente a una colonia donde les bastaba con un virrey. Duraron 11 años defendiendo su dependencia a España, mientras que en la propia nación europea se reconstruía un país libre y democrático en los alcances de entonces mediante las Cortes de Cádiz. Pero se restableció la monarquía mientras aquí perseguían a Morelos.

Cuando finalmente en 1821, los conservadores de entonces, vieron imposible y muy peligroso para sus intereses seguir defendiendo el estatus de colonia aceptaron a México como un nuevo país, pero conservando la estructura imperial, conservando el modelo monárquico, legalmente autoritario y respaldaron a Agustín de Iturbide como el primer gobernante de México pero con la figura de emperador, no fueron capaces de reconocer que los tiempos ya no estaban para monarcas, que aquellos tiempos eran los tiempos de la República. De los habitantes de este país a terminar con las diferencias jurídicas, y a unirse como mexicanos, que tenían en su poder una enorme riqueza y un gran territorio.

Nuevamente hicieron intentos de conseguir apoyo en ultramar para reinstalar en el poder a Agustín de Iturbide.

Entre 1824 que se establece la República mexicana y 1846-ñ48 qué México es derrotado y seccionado por la invasión de los norteamericanos, la derecha es incapaz de participar en la construcción de un país con identidad nacional, con una cultura común a todos, con una convicción de qué los mexicanos eran diferentes a los españoles , y eran diferentes a los norteamericanos, seguían considerando a los pueblos originarios y a los mestizos como razas menores, incapaces de administrar su propio país.

Cuando los conservadores civiles y eclesiásticos, que habían habían fracasado uno a uno en su momento de gobernar este país, y fueron derrotados por los liberales con Juarez a la cabeza, y tuvieron que entregar la capital, fueron incapaces otra vez de aceptar la derrota y los consensos para una patria común y participar en procesos electorales pacíficos e independientes, optaron por resistirse con todo ante el nuevo gobierno y no dudaron en aceptar, e incluso ir a buscar, países extranjeros que invadieron la patria, para los conservadores de 1860 no existía México, sólo existían la Iglesia Católica, sus privilegios y propiedades

Consiguieron que los franceses invadieran México y establecieran un nuevo imperio, el imperio de Maximiliano, y otra vez pusieron todos sus recursos a disposición del extranjero hasta que nuevamente fueron expulsados.

En el porfiriato se volvieron a empoderar, pero fueron incapaces de construir la cultura mexicana para ellos la única cultura que existía era la cultura de occidente y el único modelo de gobierno que podían imaginar era el gobierno monárquico disfrazado ahora de republicano reeleccionista, Porfirio Díaz era la versión 1900, del Rey de España, Iturbide, Santa Anna y Maximiliano. No cambian, son estáticos, son persistentes.

Fueron arrollados por la Revolución Mexicana y la nueva élite política que se formó después de la muerte de Carranza. Y los conservadores ahí estuvieron a la sombra o en el exilio sin generar un proyecto de nación, esperando que intereses extranjeros entrarán en contradicción con el gobierno mexicano, así arriesgaron hasta la vida en la nueva resurrección de la iglesia Durante la guerra Cristera, ( Calderon se reconoce, legatario de aquella guerra de guerrillas), pero su nuevo impulso para organizarse como una tendencia política nacional no nace sino hasta qué Lázaro Cárdenas expropió el petróleo a las compañías extranjeras, y otra vez alarmados por tal atrevimiento vuelven a organizarse y agruparse en torno a una nueva organización política adversaria al totalmente al nacionalismo mexicano, una nueva corriente política que sintió la necesidad de salir en defensa de los bienes de los extranjeros y así nació el PAN, que desarrolló un discurso democrático burgués, con moral cristiana y sueños de imitar y negociar con los nuevos extranjeros exitosos: Los norteamericanos de la posguerra, y añadieron un nuevo contenido ideológico, el anticomunismo, para estar a tono con sus nuevos amos. qué desarrollaban su política en el Marco de la Guerra Fría, y esa dependencia y admiración, ideológica, tecnológica, administrativa y cultural hacia todo lo norteamericano fue luchando poco a poco por imponerse y alimentándose de la corrupción y los fondos públicos que se trasladaron hacia la iniciativa privada, después de Lázaro Cárdenas, hasta lograr el éxito total con Miguel de la Madrid y Salinas de Gortari, ahora si estaban felices, se había destruido todo el poder económico del Estad, se les había entregado una parte a ellos, y los bancos se habían entregado a los financieros extranjeros, otra vez estaban felices los conservadores obtuvieron grandes privilegios, riquezas inigualables, vendiendo no sólo el petróleo y los recursos naturales ahora pusieron a disposición de los extranjeros la mano de obra, el esfuerzo y la vida de los mexicanos, a quienes se les sometió a una terrible tortura económica al obligarlos a trabajar para los inversionistas extranjeros durante 36 años por un miserable sueldo de siete dólares el día. Mientras ellos se enriquecían transfiriendo el dinero público a sus bolsillos y construyendo parques industriales con obreros incluidos, a cambio de rentas enormes que pagaban y siguen pagando los productores de mercancías norteamericanos, europeos y asiáticos a sus arrendadores.

Para los conservadores México solamente es un cúmulo de recursos naturales y de esclavos modernos que pueden poner a la venta en el mercado internacional a cambio de una renta que les permita vivir en la opulencia. Para ellos no existe la patria sólo existen los negocios y en los negocios ellos sólo pueden vender trozos del país, y pelean con ferocidad para poder seguir haciéndolo.

Sólo entendiendo lo anterior, la admiración de los conservadores por las sociedades extranjeras, el complejo de Inferioridad en ellos, la incapacidad de emprender negocios donde arriesgan su capital, su vocación a la corrupción que está en su ADN, solo así podemos entender las reacciones de estos miserables que aplaudan la iniciativa de Dan Crenshaw en el congreso norteamericano de utilizar al ejército estadounidense para invadir México a perseguir a los capos y narcos mexicanos,

Solamente alguien que fue construido socialmente, familiarmente, culturalmente, educado con la convicción de qué México es incapaz de gobernarse a si mismo, puede mantenerse inexpresivo o animoso ante un insulto a la patria de ese tamaño.

Así se construyeron históricamente los conservadores de hoy, con sus héroes del ayer que entregaron el país a los extranjeros. Ahora frente a la derrota electoral que les propinó el pueblo mexicano, votando por Andres Manuel en 2018 y ante su fracaso de qué los mexicanos dejemos de aspirar a un país más equitativo, más integral, más compartido, más de todos. Ellos voltean otra vez con ansiedad y esperanza de que venga algún extraño a salvarles sus privilegios.

La dependencia con el extranjero, está en sus genes, en su ADN.

 

Gustavo De la Rosa
Es director del Despacho Obrero y Derechos Humanos desde 1974 y profesor investigador en educacion, de la UACJ en Ciudad Juárez.

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