La agencia anticipó que Pemex tendrá que aumentar su dependencia del financiamiento externo para contrarrestar su flujo de caja libre negativo, influenciado por múltiples factores, aunque también reconoció que el presupuesto del Gobierno mexicano incluye aproximadamente 8 mil 500 millones de dólares para vencimientos de deuda en 2024.
Ciudad de México, 10 de febrero (SinEmbargo).– La calificadora crediticia Moody’s rebajó la calificación crediticia de Petróleos Mexicanos (Pemex) desde ca a caa3 y también recortó la Calificación de Familia Corporativa (CFR) de la empresa productiva del Estado mexicano, así como la calificación corporativa, la cual pasó de B1 a B3. Por último, mantuvo la perspectiva negativa para ambos emisores.
“La rebaja de la calificación crediticia a ca desde caa3 “refleja los crecientes requisitos de liquidez de Pemex debido a los crecientes requisitos de capital, el aumento del costo de capital y los importantes vencimientos próximos durante los próximos 2 a 3 años”, dijo la agencia el viernes por la noche en un comunicado.
“Además, la empresa enfrenta riesgos comerciales cada vez mayores a medida que continúa ampliando su capacidad de refinación e intenta aumentar la producción. La acción también toma en cuenta que la falta de medidas de Pemex para reducir su exposición a riesgos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) ha obligado a algunos bancos a limitar su exposición a la empresa”, añadió.
Por su parte, la rebaja a B3 desde B1 “incorpora el debilitamiento de la calidad crediticia individual de Pemex y refleja el supuesto revisado de Moody’s de apoyo gubernamental a Alto desde Muy Alto”, detalló la calificadora. “El cambio refleja la suposición de Moody’s de un probable cambio en la voluntad de respaldar el servicio completo de su deuda de la compañía en los próximos años a la luz de las crecientes necesidades de efectivo de Pemex y las proyecciones de Moody’s de un mayor deterioro de las condiciones fiscales del gobierno en 2024”, completó.
El “deterioro” que prevé impactaría en un “aumento material del déficit, impulsado por el gasto social, los costos de endeudamiento persistentemente altos y el aumento del gasto en proyectos emblemáticos”, argumentó Moody’s, la cual también anticipó que “cualquier apoyo de la próxima administración, aunque llegue en 2024-25, probablemente tendrá un costo mayor”. México elige el 2 de junio a la sucesora del Presidente Andrés Manuel López Obrador: la favorita es la oficialista Claudia Sheinbaum.
La rebaja también incorpora el riesgo de que la compañía pueda realizar una transacción como intercambios de deuda, recompras u otras transacciones que reducirían la deuda con un descuento sustancial a la par o realizar otros cambios que Moody’s consideraría un intercambio en dificultades, lo cual es un incumplimiento, según la definición de Moody’s.
“La BCA de ca de Pemex refleja la expectativa de Moody’s de un flujo de efectivo libre negativo durante los próximos tres años. Esta tendencia se atribuye principalmente a importantes vencimientos de deuda, que alcanzarán un máximo de 13 mil 700 millones de dólares en 2026, y a una disminución del flujo de caja operativo derivado de la expansión de su negocio de refinación deficitario, que ha acumulado pérdidas operativas de aproximadamente 31 mil 500 millones de dólares de 2019 a 2022” aseguró la agencia.
“A pesar de que el crecimiento de la producción de petróleo y gas no ha cumplido con los objetivos de gestión, Moody’s reconoce el logro de Pemex al revertir la tendencia a la baja en la producción y las reservas de los tres años anteriores”, agregó. Moody’s, sin embargo, señala que el presupuesto de 2024 sugiere una reducción de las inversiones de capital en comparación con 2023, un cambio que potencialmente podría obstaculizar la producción futura y la reposición de reservas.
Por ello, Moody’s anticipó que Pemex tendrá que aumentar su dependencia del financiamiento externo para contrarrestar su flujo de caja libre negativo, influenciado por múltiples factores. “Estos abarcan la capacidad limitada de la empresa para mejorar su desempeño comercial debido a la madurez de sus campos petroleros; capital insuficiente para una inversión adecuada en exploración y producción, lo que podría afectar la producción y el reemplazo de reservas; y el mandato de ampliar su negocio de refinación”, dijo.
Y es que Moody’s espera que el sector de refinación continúe registrando pérdidas operativas y siga siendo vulnerable a las tendencias de mediano plazo en la demanda de petróleo y gas. “Pemex tiene una liquidez débil y depende en gran medida del apoyo del gobierno. El 30 de septiembre de 2023, PEMEX tenía 4 mil millones d edólares en efectivo para hacer frente a más de 10.9 mil millones de dólares en vencimientos de deuda en 2024, además de un sustancial flujo de efectivo libre negativo en el período, impulsado por una insuficiente generación de efectivo operativo para pagar impuestos e invertir en capital”, argumentó.
Moody’s también reconoció que el presupuesto del Gobierno mexicano incluye aproximadamente 8 mil 500 millones de dólares para vencimientos de deuda en 2024.
Por último, las calificaciones de B3 de Pemex “toman en consideración el análisis de incumplimiento conjunto de Moody’s, que incluye los supuestos de la agencia calificadora de un alto apoyo gubernamental en caso de necesidad y una correlación de incumplimiento muy alta entre Pemex y el Gobierno de México (quien está calificada con Baa2, estable), lo que resulta en cuatro niveles de mejora desde ca BCA de la empresa”.