Con 168 mil 432 defunciones por coronavirus, México ocupa el decimotercer lugar mundial en número de contagios y el tercer puesto con más decesos por la pandemia, detrás de Estados Unidos y Brasil, según la Universidad estadounidense Johns Hopkins.
Ciudad de México, 10 de febrero (SinEmbargo).– “Los tanques de oxígeno son ahorita como el agua, es algo vital”, dicen los médicos de la Ciudad de México. Pero el país se ha vuelto desierto. Hay sequía y la pandemia crece y crece. Simplemente, no hay suficientes tanques de oxígeno en México, afirma The New York Times.
Juan Carlos Hernández es uno de los mexicanos a los que la COVID-19 atacó. No sólo enfermó del nuevo virus, sino que por éste perdió su trabajo. Ahora, utiliza su carro para vender tanques de oxígeno, es un vendedor improvisado como muchos otros que ahora intentan sobrevivir a la crisis económica que desató la emergencia sanitaria, reza la publicación de NYT.
“Estamos en el mercado de la muerte. Si no tienes el dinero, puedes perder a tu familiar”, asegura Hernández a los reporteros Natalie Kitroeff y Óscar López.
Los familiares de pacientes COVID quedan a disposiciones de personas como Juan Carlos para conseguir un tanque de oxígeno, a pesar de que en realidad uno de éstos no sea suficiente para todo lo que produce la enfermedad.
El ahora vendedor relató al periódico estadounidense que recibe constantes llamadas en las que le ruegan por más tanques, más oxígeno. El teléfono de deja de sonar, ni siquiera a mitad de la noche y, quienes no tienen más dinero, ofrecen hasta sus automóviles con tal de obtener el recurso vital.
“Los nuevos brotes en todo el mundo han puesto a prueba el suministro de oxígeno en los hospitales, desde Los Ángeles hasta Lagos, pero en México, la escasez se está sintiendo dentro de los hogares”, se lee en la publicación de The New York Times. Y la escasez se refleja en los hogares porque en los hospitales COVID ya no hay lugar.
En la Ciudad de México, donde se registran las mayores cifras de contagios y muertes a causa del coronavirus, la ocupación hospitalaria se registra a un 70 por ciento, según los reportes del Gobierno capitalino. NYT asegura que “ocho de cada 10 camas de la zona están ocupadas y las salas de urgencias no reciben a las personas”.
Quienes toman la decisión de no acudir a las clínicas de atención COVID lo hacen impulsados por la desconfianza, la incertidumbre y el miedo. Pero en los casos graves, los enfermos que permanecen en casa necesitan que se les bombee oxígeno purificado a los pulmones las 24 horas del día.
David Menéndez Martínez, otro de los testimonios recabados por el diario de EU, contó que ni siquiera sabía qué era o lo que implicaba la oxigenoterapia, pero lo descubrió cuando su madre enfermó en diciembre. “Ahora sabe que el tanque más pequeño en México puede costar hasta 16 mil pesos (800 dólares) y cada vez que se rellena el tanque, se deben pagar 200 pesos (10 dólares), pero sólo dura alrededor de seis horas”.
El joven relató que aunque tenía algunos tanques que sus amigos le prestaron, debía pasar horas formado en distintas filas de la Ciudad de México para esperar que rellenaran su tanque.
“Te toca ver personas cómo bajan con los tanques y quieren meterse adelante en la fila y acaban llorando. Llegaban desesperados”, explicó David a los periodistas de NYT y agregó que era cotidiano escuchar “mi papá está en 60 de saturación. Mi hermano está en 50 de saturación. Mi esposa ya no puede respirar. Se está poniendo cianótica. Tiene los labios azules. Ayúdame”.
Pero cuando todos dependen de un sólo recurso, del que no hay suficiente, ayudar a otros se vuelve un poco inconcebible. “Sólo podía pensar en que mi madre se ahogaba”, confesó Menéndez.
El desabasto de oxígeno es causa directa del aumento desmesurado de los casos positivos de coronavirus. “Sólo en las tres primeras semanas de enero, la demanda de oxígeno a domicilio aumentó un 700 por ciento en todo el país”, expuso el diario de acuerdo con lo dicho por el Procurador Federal del Consumidor, Ricardo Sheffield.
Los sobreprecios aumentaron prácticamente al triple, pero se debe a la gran demanda y a los pocos tanques de oxígeno disponibles en México, pues en el país no se producen, sino que se importan desde Estados Unidos, labor que por ahora resulta “prácticamente imposible”.
A raíz de esto, el mercado negro puso la mira sobre la demanda de oxígeno y comenzaron los robos, las estafas, y los sobreprecios se dispararon aún más.
Miguel Ángel Maldonado Hernández relató a los periodistas Natalie Kitroeff y Óscar López que fue víctima de dos estafas cuando su abuela enfermó de coronavirus. El joven tuvo que pedir más de 16 mil pesos a sus amigos para pagar un total de 32 mil pesos (mil 600 dólares) a un vendedor no autorizado al que le compró un concentrador de oxígeno, que es una máquina que toma aire y bombea oxígeno purificado. La sorpresa fue que el aparato no funcionó.
Después contactó a un vendedor de Facebook por otro concentrador, incluso hizo un depósito de dos mil pesos para asegurar la compra, pero el paquete nunca llegó. A la fecha, Maldonado Hernández continúa debiendo dinero a sus amigos y lamentablemente, su abuela falleció en su cama.
“Estás en una situación de estrés, de angustia por tu familiar. No consigues, no consigues y las opciones se te acortan y pues caes”, explicó Miguel Ángel a The New York Times.
Aún cuando el Gobierno designó a personal de la Guardia Nacional para proteger los camiones que transportan el oxígeno, cuando se hizo la exigencia a los proveedores para dar prioridad al oxígeno de consumo humano sobre el industrial, y con el esfuerzo de la administración de Claudia Sheinbaum para abrir varias estaciones gratuitas para rellenar los tanques de oxígeno, nada parece suficiente para abastecer a la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), que es la más afectada por esta segunda ola de coronavirus.
“No deberías lucrar del dolor ajeno, se me hace inhumano. Pero al final del día lo estoy haciendo también”, dijo al medio Juan Carlos Hernández, que aunque ahora vive de comercializar con los insumos para la COVID-19, anteriormente era un agente de préstamos para tractores.
“Tiene dudas sobre su actual actividad. Admite sin reparos que no tiene ‘ninguna formación’ ni permiso, pero justifica su trabajo porque ‘salva vidas'”, se lee en el reportaje de NYT.
Desde diciembre Juan Carlos ya no vende tanques de oxígeno, pues los distribuidores con los que comerciaba dispararon exorbitantemente sus costos y “no pudo tolerar tener que trasladar el precio a sus clientes”. Su comercio se redirigió y ahora vende concentradores, que aunque son más caros, atraen a clientes con mayor posibilidad adquisitiva.
“En una buena semana, gana el doble de su antiguo salario ofreciendo préstamos”.
Aunque la moral habla constantemente por él, Juan Carlos reitera y confiesa que esto no es algo que le guste hacer, pero lo hace para tener qué comer. Se siente cansado mentalmente, pues recibe una llamada tras otra con el mismo tono de desesperación, angustia y tristeza.
“Digo que ya no hay disponibilidad en tanques, en concentradores y escuchas la desesperación, el vencimiento, cuando me dicen gracias sólo por contestar. […] No estoy haciendo lo que me haga feliz, estoy aprovechando una oportunidad de ganar dinero. Tengo que comer”, recalcó.
CIFRAS DE COVID EN MÉXICO
México acumula 168 mil 432 defunciones confirmadas por la COVID-19, mil 701 más que las registras el 8 de febrero, informó la Secretaría de Salud federal en su reporte de ayer.
La cifra de muertes fue la tercera más alta durante la pandemia que inició en México el 28 de febrero del año pasado tras las mil 803 y mil 743 del 21 y 26 de enero, respectivamente.
Además, se informó de 10 mil 738 nuevos contagios para un total de un millón 946 mil 751 contagios confirmados.
De acuerdo con las cifras difundidas por la dependencia, el país contaría con 2 millones 142 mil 274 casos estimados, de los que el tres por ciento, o 66 mil 037 estarían activos.
El director de Epidemiología, José Luis Alomía Zegarra, destacó que el país continúa con tres semanas con una tendencia a la baja en el número de casos estimados.
Con estas cifras, México ocupa el decimotercer lugar mundial en número de contagios y el tercer puesto con más decesos por la pandemia, detrás de Estados Unidos y Brasil, según la Universidad estadounidense Johns Hopkins.
La ocupación hospitalaria de camas generales es del 49 por ciento a nivel nacional.
Tres estados presentan una ocupación superior al 70 por ciento: Ciudad de México (79), Morelos (78) y el Estado de México (74); mientras siete más se ubican en un rango de entre 69 y 50 por ciento.
-Con información de EFE