Rojas fue uno de los más exitosos novelistas de la posguerra española, especialmente durante la década de los 60 y 70, años en los que publicó más de 20 obras, entre novelas y ensayos históricos, género que cultivó durante toda su obra.
Fue profesor de literatura en Atlanta, durante 35 años. En 1968 obtuvo el Nacional de Literatura con Auto de Fe, y en 1973 el Premio Planeta con su novela Azaña. También colaboró en la Agencia Efe.
Ciudad de México, 10 de febrero (ElDiario).- El escritor barcelonés Carlos Rojas, ganador de los premios Nadal, Planeta, Nacional de Literatura y Ateneo de Sevilla, entre otros galardones, falleció ayer a los 91 años en la localidad de Greenville (EU), donde residía junto a su hija Eunice, ha confirmado este lunes la Editorial Valparaíso.
Carlos Rojas fue uno de los más exitosos novelistas de la posguerra española, especialmente durante las décadas de los 60 y 70 del pasado siglo, años en los que publicó más de 20 obras, entre novelas y ensayos históricos, género que cultivó durante toda su obra.
Nacido en Barcelona el 12 de agosto de 1928, era hijo del médico colombiano Carlos Rojas Pinilla y sobrino del que fue presidente de Colombia Gustavo Rojas Pinilla (1953-57). En 1951 se licenció en Filosofía y Letras por la Universidad de Barcelona y en 1955 se doctoró en la misma materia por la de Madrid. Fue lector de español en la Universidad escocesa de Glasgow y en 1957 se trasladó a Estados Unidos como profesor ayudante de español en el Rollins College de Winter Park, en Florida.
En 1960 llegó a la Universidad de Emory, en Atlanta, donde fue profesor de literatura durante 35 años. Inicialmente fue profesor agregado de Lenguas Románicas para, ocho años después, convertirse en profesor a tiempo completo y ocupar la plaza de catedrático de literatura española de esta universidad. En 1980 recibió el reconocimiento de la Cátedra Charles Howard Candler de Literatura Española y en 1987 el premio a la excelencia en la enseñanza. Carlos Rojas, que fue colaborador de la Agencia Efe, recibió en 2004 el Premio a la Lealtad Republicana, que le concedió la Asociación Manuel Azaña.
Rojas publicó su primera novela, De barro y esperanza, en 1957. En 1959 ganó el Premio Ciudad de Barcelona con El asesino de César, y en 1963 obtuvo el Premio Selecciones de Lengua Española con La ternura del hombre invisible.
En 1968 obtuvo el Nacional de Literatura con Auto de Fe, y en 1973 el Premio Planeta con su novela Azaña, un retrato literario del que fue presidente de la Segunda República española.
Cuatro años más tarde logró el Ateneo de Sevilla con Memorias inéditas de José Antonio Primo de Rivera, y en 1979 conquistó el Premio Nadal con El ingenioso hidalgo y poeta Federico García Lorca asciende a los infiernos.
Es autor, entre otros títulos, de Las llaves del infierno (1962), La ternura del hombre invisible (1963), Adolfo Hitler está en mi casa (1965), Rei de Roma -en catalán- (1966), Mein Führer, mein Führer (1975), y Conversaciones con Manuel María (1983).
Fue además un destacado ensayista, con obras como Diálogos para otra España (1966), Problemas de la nueva novela española (1968), Unamuno y Ortega: Intelectuales frente al drama (1970), Por qué perdimos la guerra (1970) y Diez figuras ante la guerra civil (1973). Más tarde escribió La guerra civil vista por los exiliados (1975), Machado y Picasso: arte y muerte en el exilio (1977) y El mundo mítico y mágico de Picasso (1984), premio Espejo de España.
En 1988 editó la primera de las tres obras de la "trilogía de jardines", titulada El jardín de las Hespérides. La segunda parte de ésta fue El jardín de Atocha (1990), en torno a la biografía de Miguel de Cervantes, también de 1990 es Yo, Goya, mientras que dos años después llegaría la novela histórica Proceso a Godoy.
Posteriormente publicó los ensayos ¡Muera la inteligencia! ¡Viva la muerte! (1995), Momentos estelares de la guerra de España (2000) y Diez crisis del franquismo (2003).
En su última novela, El último rey sobre la tierra, publicada por Valparaíso Ediciones en 2016, Rojas recorrió la Europa de entreguerras para mostrar el drama del olvido, el abandono y la muerte.