FridaGuerrera
10/02/2018 - 12:02 am
Un feminicidio anunciado
ELLA Y de repente…Todo se apagó, las voces se callaron, el dolor se desvaneció…. la neblina se disipó y ahí estaba ella, frente al espejo…. reconociéndose, reencontrándose perdonándose y volviendo a amarse Bella, regia, hermosa Cómo siempre, como antes. La paz volvió a su corazón y el candor, ternura y belleza de su alma, resurgieron […]
ELLA
Y de repente…Todo se apagó, las voces se callaron, el dolor se desvaneció….
la neblina se disipó y ahí estaba ella, frente al espejo…. reconociéndose, reencontrándose perdonándose y volviendo a amarse
Bella, regia, hermosa Cómo siempre, como antes.
La paz volvió a su corazón y el candor, ternura y belleza de su alma, resurgieron de su interior y volvió a confiar….
Nunca murió!!! Solo se escondió e hibernó…. al fin se liberó y volvió a ser ELLA.
ACM ❤️
Frase tomada del muro de Alexandra Castellanos.
Teresa Castellanos Méndez habló conmigo hace más de tres semanas. Su voz se escuchaba intranquila, llena de culpa– era el mismo tono de voz que he escuchado cientos de veces en las familias víctimas de feminicidio, un crimen que adolece este país, donde nada pasa y todo sigue sucediendo–. La mujer quería contarme la falta de interés que las autoridades de Jalisco pusieron en las denuncias que, desde agosto de 2017, había interpuesto su hermana Alexandra.
Alexandra Castellanos Méndez nació en Guadalajara, Jalisco, el 30 de junio de 1973. Era madre de Fernanda y Alejandro. Era una mujer que tuvo que sortear diferentes situaciones familiares. Llevaba una muy buena relación con su madre y su hermana Perla, con quienes ya tenía pensado trabajar para sacar adelante a sus hijos, pero sobre todo para recuperarse ella misma.
Alberto y Ale se conocieron 15 años atrás. Se enamoraron, o por lo menos ella estaba muy enamorada de él, recuerda Teresa. “Se fueron a vivir juntos a casa de mi mamá, después compraron su primera casa, ocho años más tarde una más. Mis sobrinos no eran hijos de Alberto, sin embargo, los trató como si lo fueran; se veía una familia bonita: mi hermana estaba plena, había algunas cosas que de repente ella platicaba de su relación con Alberto. Aunque era muy reservada, nos llegó a comentar de lo celoso que era, pero no decía mucho”.
En 2014, Ale y Alberto se casaron. Ella seguía tan enamorada como el primer momento. Era una mujer muy guapa, alegre, reservada; antes de su boda “la empezamos a ver mal”, detalla Teresa.
En 2013, Alexandra fue diagnosticada con fibromialgia– una enfermedad que hasta el momento es poco comprendida–. Verónica, una amiga cercana de ella, me contaba que la raíz de esta dolorosa enfermedad es la violencia que padecen quienes son diagnosticados. “La mayoría de la gente nos hacen sentir inservibles, exageradas, dramáticas, pero nadie se pone a pensar en todo el dolor que padecemos”.
En términos médicos, la fibromialgia se trata de una enfermedad crónica caracterizada por dolor músculo-esquelético generalizado y una reducción del umbral del dolor, con aumento de sensibilidad dolorosa a la presión en determinados puntos del cuerpo. Este dolor se localiza sobre todo en zonas musculares, sin que exista un daño aparente, y el paciente presenta gran sensibilidad a cualquier contacto físico o cambio de temperatura.
La fibromialgia se suele asociar a otros problemas de salud, como la mala calidad del sueño, rigidez matutina, cansancio, depresión, ansiedad, cefalea, hábito intestinal irregular, dolor abdominal difuso, calambres musculares y sensación subjetiva de hinchazón.
Verónica está segura que el origen de la enfermedad en Ale fue la violencia que ejercía en ella Alberto, considerado como un “buen hombre” por la familia de su entonces pareja: era amable con todos, sobre todo con su suegra, “siempre se preocupaba por ella”.
A principios de 2017, Alexandra descubrió que Alberto tenía una relación con otro mujer. Ahí empezaron los problemas más graves. En junio de ese año, él se va de la casa; Ale trató de convencerlo para que regresara, pero eso no ocurrió.
Iniciaron los trámites del divorcio. Para entonces, Alexandra, por su enfermedad y por los celos de su aún esposo, no estaba trabajando.
Aun estando separados, Alberto se volvió cada vez más violento con ella más. Le exigía que saliera de “su casa”, dejó de darle dinero, le cortaba la luz y los cables de teléfono. Esa fue la relación que desde desde mediados de 2017 mantuvieron Alberto y Alexa.
A pesar de esto, Alexandra empezó a tener cambios favorables. “Era como si la enfermedad la hubiera regresado a ser quien era, iba a su grupo de diagnóstico, se empezó a arreglar otra vez como antes (mi hermana siempre fue muy bella), dejó de sufrir por Alberto y tenía planes para que la vida nuevamente le sonriera, de hecho, ya iba a dejarle la casa a Alberto, quien no dejaba de acosarla, de gritarle, de insultarla cada vez que podía”, relató Teresa.
El 28 de noviembre de 2017, Alexandra publicó en su Facebook lo siguiente:
“Esto es muy indignante y muy bajo ayer por la noche recibí el impacto de una bala directamente a mi habitación. Aproximadamente a las 11:20 pm cuando mis hijos y yo estábamos todos en casa pudiendo ocasionar un daño muy lamentable…. Mi vida o la vida de mis hijos está en peligro y es muy triste. Enseguida las autoridades llegaron a mi casa y se levantó la parte correspondiente. Aun así, no dejo de vivir amenazada por una persona la que le regale 15 años de mi vida y no deja de estar amenazando con hackeos a mi cuenta e inventando situaciones que hasta a mí misma me dan asco.
“Hasta donde tenemos que llegar para que las autoridades agilicen y se proceda legalmente contra estos delitos de amenazas y acosos cibernéticos y quedarnos con las manos atadas.
¡Por favor ayude me a compartir!, ¡YA BASTA de que las mujeres seamos abusadas y acosadas de esa manera!
¡Temo por mi vida y por la vida de mis hijos y solo una persona es culpable de eso y la hago responsable si algo peor llega a pasar BASTA! (sic)”.
El 5 de diciembre, Alexandra acudió nuevamente a poner la denuncia contra su ex pareja y Catalina (la nueva pareja de Alberto), pues ambos, de acuerdo con lo señalado en sus redes sociales, la mantenían amenazada.
Nadie le creyó. Agobiada, Alexandra le hizo saber a su hermana que las autoridades no le creían que sufriera violencia. “Ella siempre estaba arreglada y por el hecho de verla así (bien) no creían que fuera violentada por él”, dijo Teresa.
“Nos tienen que ver jodidas para creernos”, decía Alexandra a su familia y amigos.
La Fiscalía de Jalisco no investigó los hechos del 27 de noviembre, sólo le entregó una orden de protección, la cual consistía en que una patrulla diera rondines por su casa.
El 23 de diciembre de 2017, nuevamente Alexandra denunciaba 23 intentos de hackear su cuenta de Facebook, haciendo responsable a Alberto y a Catalina. Al día siguiente, en la colonia Jardines de El Zapote, de Tlajomulco de Zúñiga, el cuerpo de Alexandra– con varios impactos de bala– fue encontrado en su auto.
Alberto, Catalina y dos personas más fueron detenidas y vinculados a proceso por el delito de feminicidio, según informaron medios locales. Sin embargo, “si la Fiscalía le hubiera hecho caso a mi hermana, no la hubieran asesinado, todavía se atrevieron Frida a decirnos que fue responsabilidad de mi hermana, porque no aviso que saldría de su casa”, denuncia Teresa.
El feminicidio de Alexandra se pudo evitar si las autoridades hicieran su trabajo. El Gobierno de Jalisco se jacta públicamente de trabajar para evitar el feminicidio, sin embargo, el de Ale no fue el único caso del que tuvieron conocimiento durante 2017.
Maribel Ramírez fue asesinada a machetazos el 6 de marzo frente a dos agentes de la policía de Encarnación de Díaz, quienes no intervinieron. Su ex esposo fue detenido.
Alondra Guadalupe Arias, quien ya había denunciado a su esposo por violencia intrafamiliar, fue asesinada dentro de su casa el 10 de marzo en Tlajomulco de Zúñiga. El sujeto sigue prófugo.
Margarita Domínguez, quien también había denunciado a su ex esposo por violencia, fue asesinada a balazos el 28 de agosto después de que dejó a su hijo pequeño en la escuela. Su ex esposo fue detenido.
El 30 de octubre, una mujer de identidad reservada fue violada, desollada y dejada a unos metros de la Fiscalía de Guadalajara. El responsable: su ex esposo, quien ya está detenido. La mujer también había denunciado dos intentos de feminicidio.
Quieres contar una historia de feminicidio, desaparición, o intento de feminicidio búscame, ayúdame a visualizarlas.
@FridaGuerrera / [email protected]
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