El pasado mes de diciembre, casi en plena época navideña, la oficina en México del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) publicó una nueva versión de algunos indicadores sobre la desigualdad de género en el país. Supongo que debido a que en esas fechas estábamos más preocupados por el fin de año y las respectivas vacaciones, dicho documento pasó más bien de noche entre la opinión pública.
Sin embargo, el citado informe ofrece datos que vale la pena recuperar.[1]
Cabe recalcar, en primer lugar, la situación tan heterogénea que viven las mujeres en los diversos estados del país. Las sorpresas son pocas. Las entidades en donde la situación de las mujeres es mejor son Distrito Federal, Sonora, Nuevo León, y las dos Baja Californias. Por el contrario, los peores estados son Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Puebla y Veracruz.
Si bajamos al nivel municipal (o de delegaciones en el caso de la capital), las diferencias son mucho más dramáticas. Mientras que las delegaciones Benito Juárez, Miguel Hidalgo o Coyoacán, o algunos municipios de Querétaro o Nuevo León obtienen un puntaje de naciones altamente desarrolladas. En algunas zonas de Guerrero, Veracruz, Chiapas y sobre todo Oaxaca, la situación es similar a la de los países más atrasados del planeta en cuanto a igualdad de género.
No sorprende que la brecha entre el norte y el centro desarrollado, y el sur-sureste con menor nivel de bienestar, también se haga presente en la cuestión de género, como en tantos otros temas.
Lo cierto es que, como acertadamente concluye dicho documento, hay importantes “áreas de oportunidad para que, mediante la intervención del Estado, se promueva el desarrollo de manera más igualitaria para hombres y mujeres (…) Una manera de comenzar a combatir las brechas de desigualdad es creando políticas públicas y acciones para el desarrollo, focalizadas en los municipios con menor desarrollo. En este sentido, también es pertinente encaminar esfuerzos a la disminución de los rezagos en materia educativa, la cual presenta las brechas más amplias a nivel municipal. De manera complementaria, resulta clave atender la dimensión de salud en el ámbito nacional, ya que presenta las menores tasas de crecimiento.”
Si no avanzamos de forma decidida hacia una mayor igualdad de género, no solo estaremos ante una situación sumamente injusta para más de la mitad de la población, sino que estaremos desperdiciando el talento y la energía de medio país, hoy que tanta falta nos hace para salir de la situación en la que nos encontramos.
Twitter: @jose_carbonell
http://josecarbonell.wordpress.com
[1] Se puede consultar en línea en la siguiente dirección: http://www.mx.undp.org/content/mexico/es/home/library/poverty/indicadores-de-desarrollo-humano-y-genero-en-mexico–nueva-metod/