Desde el pasado jueves, Japón ha endurecido sus medidas fronterizas y anunció que exigirá a todo el que quiera entrar en el país una prueba PCR negativa en COVID-19 hecha 72 horas antes de su llegada, una exigencia de la que hasta ahora estaban eximidos los japoneses y ciertos viajeros.
Ciudad de México/Tokio, 10 de enero (SinEmbargo/Xinhua).- El Ministerio de Salud de Japón informó que cuatro pasajeros que llegaron al aeropuerto de Haneda en Tokio procedentes de Brasil a principios de este mes están infectados con una nueva variante del virus SARS-CoV-2, que sería diferente a la detectada en países como Reino Unido y Sudáfrica.
De acuerdo con las autoridades niponas, los cuatro pasajeros llegaron a la capital japonesa el 2 de enero desde Amazonas, en Brasil, y dieron positivo tras la cuarentena en el aeropuerto.
Se trata, detalló la cartera, de un hombre en los cuarenta años que fue hospitalizado con dificultades para respirar, una mujer en la treintena que tiene dolor de garganta y cabeza, un adolescente que ha desarrollado fiebre y una adolescente que no presenta síntomas.
El Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas de Japón afirmó que no hay por el momento pruebas de que la nueva cepa sea extremadamente contagiosa, aunque muestra ciertas similitudes con las reportadas en el Reino Unido y Sudáfrica.
“Por el momento, no hay evidencias que muestren que la nueva variante encontrada en estos turistas de Brasil sea altamente contagiosa“, declaró el jefe del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas, Takaji Wakita.
Según datos oficiales del domingo por la noche, los casos confirmados de COVID-19 en Japón se incrementaron en 6 mil 076 y llegaron a los 288 mil 746.
El número de muertos en el país por causa de la enfermedad es de 4 mil 074, con 39 nuevos fallecimientos anunciados el domingo.
JAPÓN ENDURECE MEDIDAS
Desde el pasado jueves, Japón ha endurecido sus medidas fronterizas y anunció que exigirá a todo el que quiera entrar en el país una prueba PCR negativa en COVID-19 hecha 72 horas antes de su llegada, una exigencia de la que hasta ahora estaban eximidos los japoneses y ciertos viajeros.
Tanto los nacionales japoneses, como los residentes no nipones o quienes entren en el país por primera vez tendrán que presentar un certificado de dicha prueba a partir del 13 de enero y hasta que concluya el estado de emergencia declarado esta semana en Tokio y tres prefecturas colindantes, con fin previsto para el 7 de febrero.
Hasta ahora los japoneses, los viajeros que entraban al país por negocios, los estudiantes de once naciones y regiones asiáticas y oceánicas que habían llegado a un acuerdo bilateral, y los países que no figuran en el veto migratorio de Japón sobre más de 150 territorios estaban eximidos de certificar un test previo.
Mientras dure el nuevo estado de emergencia en el archipiélago, toda persona que quiera entrar tendrá que presentar esa prueba en el país de origen y realizarse otro test a su llegada a Japón, según explicó el Ministerio de Exteriores en un comunicado.
Los japoneses y residentes de otras nacionalidades que no presenten el certificado serán trasladados a instalaciones de cuarentena designadas por el Gobierno y transcurridos tres días se les realizará otro test de la COVID-19.
Si el resultado es negativo, se les dejará marchar tras instalar la aplicación para teléfonos móviles de rastreo de contactos COVID desarrollada por el Gobierno (COCOA) para que cumplan en su vivienda los días restantes de las dos semanas de cuarentena que el país ha implementado de forma generalizada a partir de hoy.
Este endurecimiento de medidas fronterizas se produce después de que Japón limitara todavía más la migración al país y suspendiera la entrada y emisión de visados nuevos de todo el mundo al menos hasta el 31 de enero por las nuevas cepas de COVID detectadas en el Reino Unido y en Sudáfrica.
LA VARIANTE BRITÁNICA
La nueva variante se conoce como VUI–202012/01 o linaje B.1.1.7, y fue anunciada por primera vez, el 14 de diciembre, por el secretario de Salud británico Matt Hancock. Posteriormente fue confirmada por el Servicio de Salud y por el consorcio británico de secuenciación de la COVID-19 (COG). Al volver a examinar las bases de datos del SARS-CoV-2, se supo que la primera muestra se tomó en el condado de Kent el 20 de septiembre.
La variante ha experimentado ya 14 mutaciones, incluidas siete en la proteína que interviene en la entrada del virus en las células humanas. Se trata de un número relativamente grande de mutaciones en comparación con las muchas variantes del SARS-CoV-2 actualmente en circulación a nivel mundial.
Las mutaciones son parte natural de la evolución del virus. En el caso del SARS-CoV-2, estas mutaciones pueden surgir debido a errores aleatorios durante la replicación del virus o ser inducidas por proteínas antivirales dentro de las personas infectadas o mediante una mezcla genética, conocida como recombinación, aunque actualmente no se han detectado signos de recombinación en el SARS-CoV-2 .
-Con información de EFE, The Conversation y AP.