La policía local logró rescatar al sospechoso de manos de los habitantes, pero no lograron retenerlo y los habitantes se los arrebataron, le rociaron combustible y le prendieron fuego, indicaron las autoridades.
ADVERTENCIA: IMÁGENES FUERTES.
Cacahuatan (México), 10 enero (EFE).- Pobladores de una comunidad del sureño estado mexicano de Chiapas, lincharon y le prendieron fuego a un sospechoso de la muerte y violación de una menor de edad, informaron este viernes las autoridades locales.
Después de encontrar el cadáver decapitado y con huellas de violación de una menor de seis años, un grupo de habitantes de la población Faja de Oro, en el municipio de Cacahuatan, detuvieron a un hombre identificado como Alfredo, como presunto responsable del crimen.
La policía local logró rescatar al sospechoso de manos de los habitantes, pero no lograron retenerlo y los habitantes se los arrebataron, le rociaron combustible y le prendieron fuego, indicaron las autoridades.
Durante el linchamiento de Alfredo, se escuchó el grito de “ojo por ojo” de acuerdo con testimonios de los habitantes que denunciaron que el sospechoso tenía poco de haber salido de la cárcel por el delito de violación.
La Fiscalía General del Estado de Chiapas (FGE) confirmó en un comunicado de prensa que se han iniciado sendas carpetas de investigación por los dos homicidios, tanto el de la niña de seis años como por el de Alfredo.
El Fiscal Jorge Luis Llaven Abarca reiteró que no habrá impunidad a ninguna conducta antisocial y no se permitirá que la ciudadanía haga justicia por su propia mano, por lo que se investigará el linchamiento.
Los linchamientos en México han tenido una constancia al alza en los años recientes con un aumento de 190 por ciento en el año 2018, el último de un estudio elaborado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y que fue presentado a mediados del 2019.
Entre las causas principales, según la CNDH, los linchamientos se atribuyen a la desconfianza de la sociedad respecto de las autoridades, la falta reiterada de cumplimiento y aplicación de la ley y la incapacidad de las distintas instancias de gobierno para generar condiciones de convivencia pacífica.
También el hartazgo e impotencia de las personas ante una realidad que las vulnera y lastima, y que en ocasiones incurren en acciones violentas “en contra de aquellos que consideran, o suponen, cometen delitos o atentan en su contra o de la comunidad a la que pertenecen”, señaló la CNDH en su estudio.