Dibujante de Charlie Hebdo alerta: la tragedia no debe alimentar más extremismo

10/01/2015 - 5:00 pm

Ciudad de México, 10 de enero (SinEmbargo).– Francois Olislaeger, caricaturista colaborador de la revista satírica Charlie Hebdo de París, aseguró que en el semanario todos eran como una familia de dibujantes, y que los cartonistas que fallecieron el pasado miércoles “fueron los padres, que inventaron una forma de pensar, una manera de hacer crítica sobre cada gobierno”.

También comentó que el gremio está consternado, porque los caricaturistas muertos eran sus amigos, eran artistas y, sobre todo, se cuestionó: “Si matamos a los artistas no se qué va a pasar”.

El pasado miércoles una masacre perpetrada en el semanario Charlie Hebdo por sujetos armados, y que luego fueron identificado como miembros de Al Qaeda, llegaron a las instalaciones de la revista y asesinaron a un policía y a un trabajador. Momentos antes del ataque, se acababa de realizar una reunión editorial.

Los sujetos siguieron su camino por las instalaciones del semanario y abrieron fuego contra más personas: mataron a ocho periodistas y a un visitante que estaba presente en la redacción.

El atentado conmocionó al país y al mundo entero, y llevó a miles de personas a salir a las calles de Francia y en otras partes del planeta para manifestarse en favor de la libertad de expresión bajo el lema “Je Suis Charlie” (Yo soy Charlie), y empuñando bolígrafos.

Olislaeger, quien ha trabajado también para el diario Le Monde, narró a SinEmbargo: “Yo fui el menor que trabajaba con ellos y las juntas eran muy chistosas. Mucho debate entre todo el mundo porque cada dibujante tenía sus propios temas”.

“El grupo de dibujantes de París fuimos como una familia. Chica, pero bien cercana. Ellos fueron los padres, los que inventaron una forma de pensar, una manera de hacer crítica sobre cada gobierno. De cruzar la histórica política francesa con una gran libertad”, dijo en la conversación.

Francois, quien en varias ocasiones durante la charla tuvo que hacer pausa para recuperar la voz que se le quebraba por momentos, habló de Charlie Hebdo como un grupo de dibujantes que se cuidaban y se divertían.

El caricaturista recordó que aunque los debates eran fuertes, siempre se llevaban a cabo con muy buen humor, y siempre se trataban temas importantes e interesantes.

Detalló que sus compañeros fueron representantes de la libertad de expresión y del dibujo satírico, el cual consideró “está en vías de extinción” por la crisis de la prensa que existe en todas partes y de la falta de independencia de los periódicos.

Sobre el ataque a la revista, consideró, es un cambio “histórico para Francia, para los dibujantes y para el periodismo internacional“.

“Todos eran muy generosos, se cuidaban entre ellos, los de la familia de dibujantes”, dijo sobre sus compañeros de Charlie Hebdo.

“Todos están en estado de shock. Entre nosotros los dibujantes, porque esto es como tres golpes de un cuchillo en la espalda. Porque fueron amigos, porque son artistas que fueron asesinados y porque es una señal de alarma para mí, que el mundo cambió. Si matamos a artistas no se qué va a pasar”, dijo.

En Francia, consideró Olislaeger, las personas están registrando una reacción anarquista ante la masacre. “Y el gran peligro ahorita es que se divida la gente. Los que vienen de la migración musulmana o árabe, y de la extrema derecha, que toma eso para pedir cosas como rehacer la pena de muerte.

“Por ejemplo que ayer haya habido ataques contra lugares de culto musulmán. Un amigo me dijo que en la calle hay extremistas que se insultan a árabes, a judíos, como si hubiera un tipo de guerra totalmente anarquista y que cada quien disfruta de este momento para sacar otros asuntos políticos”, agregó.

Dijo que el trabajo de los caricaturistas consiste también en lograr la unificación, pero ahora cada “grupo político está en choque, y quieren utilizar este evento para otras cosas”.

“Es una trampa que justamente ponen los terroristas, para dividir a la sociedad”, destacó.

Charlie Hebdo, dijo Olislaeger, representa “la risa, la libertad de expresión y el libre pensamiento. Fueron los últimos que cuidaron un tipo de dibujo de la tradición del dibujo satírico. Y que usaron una manera muy bien hecha de dibujar, para que sea más subversivo”.

El caricaturista dio a SinEmbargo, tres cartones con los que expresa su sentir por la muerte de sus compañeros.

“Los dibujos están hechos con el corazón, justo como me sentí como dibujante. Quería seguir dibujando, porque hay que seguir dibujando. No queremos dejar nada de eso, que es nuestra fuerza y la única buena noticia en estos eventos, es que el dibujo es una voz muy importante y tienen un poder casi mágico”, señaló.

“Nuestra arma de hierro es la pluma y el papel. Hay que estar preparado y usar nada más como arma el pensamiento y el dibujo”, finalizó.

Ayer, tres días de frenesí terrorista y psicosis colectiva en Francia, que comenzaron el miércoles con la masacre perpetrada en el semanario Charlie Hebdo, terminaron con el doble asalto de las fuerzas de seguridad sobre los presuntos yihadistas y un nuevo baño de sangre.

En total: cuatro acciones armadas que ocasionaron unos 20 muertos y han conmocionado a un país con cinco millones de musulmanes y un creciente partido ultraderechista y manifiestamente contrario a los inmigrantes, el Frente Nacional.

en Sinembargo al Aire

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