Ciudad de México, 10 de enero (SinEmbargo).– Expertos y académicos auguran que el desarrollo de la explotación del gas shale en México podría verse afectado e incluso retrasado por tres factores importantes: el declive de los precios del petróleo, los cuales podrían desalentar las inversiones; la escasez de agua que hay en las regiones donde existe la mayor concentración del recurso, elemento necesario para extraerlo a través del fracking, y la facilidad de extracción y poco riesgo que presentan otros yacimientos ubicados en campos someros o a nivel terrestre, los cuales podrían ser más llamativos ya implicarían menores costos de exploración, explotación y producción, e incluso al menor número de reservas de este gas.
La explotación de las cuencas del gas de lutitas representa uno de los puntos centrales de la Reforma Energética, a pesar de la oposición de distintos grupos por el daño que su extracción podría causar al medio ambiente y a los recursos naturales.
No obstante, analistas y especialistas consultados por SinEmbargo afirmaron que dichas esperanzas que se tienen en el gas shale y las inversiones que se espera que ocurran, podrían estar en riesgo ante la actual volatilidad de los precios del petróleo, la falta de agua, mejores condiciones de otros yacimientos y menores reservas de gas shale de las previstas.
Leticia Armenta Fraire, directora del Centro de Análisis Económico del Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad de México, dijo que la baja en los precios del petróleo, que ya llegaron a niveles de 2008, podrían desalentar algunas nuevas inversiones en esta área.
“Lo que todos estamos esperando es que justamente el mercado se estabilice y esa estabilidad nos va a decir los nuevos precios promedios. A partir de eso se pueden tomar decisiones, pero no antes, y menos ahora por como está el mercado. La estabilización probablemente ocurra a mediados del próximo año, pero mientras no suceda es complicado que se den estas decisiones”, afirmó.
Actualmente, la mezcla mexicana del petróleo se encuentra cercana a los 40 dólares, por lo que de seguir así esta baja impactará a todo tipo de producciones.
“Dentro de lo que hoy conocemos, la tecnología convencional contra la tecnología del fracking tienen un diferencial de costos importante. Es un poco más del doble en cuanto al costo que tiene el fracking contra una tecnología convencional. Aunque hay muchas condiciones. En términos promedio hay una distancia grande entre ambos”, explicó.
Por su parte, Miguel Alonso Llovera, socio líder de la Industria de Energía de Deloitte México, informó que en el país se van a desarrollar aquellos proyectos que impliquen una rentabilidad mayor, ya que el precio del petróleo se encuentra en declive, lo que podría llevar a las empresas a concentrarse en los proyectos que son más rentables.
LAS CUENTAS DEL GAS SHALE
De acuerdo con las estimaciones realizadas a partir del impacto que tendría la Reforma Energética, se tiene contemplado que el petróleo obtenido a través de la extracción del gas permitirá el incremento del volumen de producción de barriles de 2.5 a 3 millones de barriles diarios, cifras que traerían una inversión de 80 mil millones de dólares anuales.
Recientemente el gobierno del estado de Coahuila, en el marco del Clúster Minero-Petrolero, dio a conocer el impacto económico de la explotación del gas shale en la región norte. Se espera que tenga una duración de entre 30 y 40 años. Durante los primeros 15 se estima que se invertirán 64 mil millones de dólares para la operación de 8 mil pozos.
Hasta ahora, únicamente el estado de Coahuila ha recibido más de 3 mil millones de dólares provenientes del extranjero para la extracción de gas shale, de acuerdo con cifras proporcionadas por el secretario de Desarrollo Económico, Antonio Gutiérrez Jardón, quien ha estado en negociaciones con aproximadamente 80 empresas de 18 países, de las cuales una cuarta parte ha enviado inversión a la entidad.
En el caso de Chihuahua, el Gobernador del estado, César Duarte Jáquez, anunció que durante su su gira por Canadá estableció acuerdos importantes con empresas canadienses que permitirían impulsar el desarrollo de la región en materia de extracción de gas de lutitas en los próximos 5 años. Debido a esto se espera una inversión de 7 mil millones de dólares. Asimismo anunció que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ganó una concesión por 25 años para el manejo del gas shale.
Sin embargo, el analista de Deloitte afirmó que “el precio del petróleo no ayuda a México, después de tener una estabilidad de más de cinco años y a precios de West Texas (WTI) de más de 115 dólares, ahorita estamos en una situación de menos de 57 dólares. Esto hace que sea menos atractivo para un inversionista en hacerlo”.
“Los inversionistas no tienen una bolsa disponible esperando a que se estabilice el precio, tienen decisiones de inversión distinta y cada dólar que busquen invertir en México es un dólar que pueden invertir en Rusia”, agregó.
AGUA, YACIMIENTOS Y RESERVAS
De acuerdo con el último reporte sobre reservas de gas shale publicado por la U.S. Energy Information Administration (EIA), en México existen 545 mil millones de pies cúbicos de gas técnicamente recuperables. Con esta cifra es el sexto país a nivel mundial con el mayor número de reservas, las cuales se prevé que incrementen de 24 a 60 años.
Hasta ahora, este informe es la única estimación de recursos de gas shale en México.
Sin embargo, la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) en su último reporte de octubre de 2014, en el cual da seguimiento a la exploración y extracción de aceite y gas de lutitas, informó que los recursos prospectivos documentados totales de gas shale que se tienen son 141.5 mil millones, cantidad que no representa ni una cuarta parte de lo estimado por la EIA.
Pemex considera que sólo para explorar las posibilidades de gas shale sería necesaria una inversión de aproximadamente 30 mil millones de pesos en los próximos tres años para explorar sólo 195 pozos, de los cuales casi 300 millones de pesos ya se han gastado en trabajos exploratorios. También se considera que se requerirá un presupuesto estimado de 600 mil millones para el óptimo desarrollo de gas shale para los próximo 50 años.
Miguel Alonso dijo que “si bien el sector energético en México provee el 30 por ciento de los ingresos del Estado, el gas shale todavía no provee nada, toda vez que los recursos petroleros se han enfocado principalmente en las reservas en aguas someras. Así que no tiene mucho sentido invertir en una cruzada de investigación de un nuevo proyecto si tienen recursos mucho más posicionados”.
Los precios actuales del gas shale, que son aproximadamente de 2.5 dólares/ MMBtu, no permiten una exploración y extracción económicamente rentable para la empresa productora del Estado. Pemex estima que sería necesario un precio de al menos seis dólares.
Uno de los temas claves para la explotación de gas shale es el agua, recurso que no se encuentra en el norte, mientras que el segundo es el acceso a la tierra, que incluso pueden ser ejidales o de individuos.
“El gas shale hace uso de tecnología que requiere grandes cantidades de agua, y en México hay falta de ella, sobre todo en el norte están las zonas donde se encuentran las mayores reservas de este tipo de producto”, agregó el analista.
UN POSIBLE RESPIRO
Ambos especialistas coincidieron en que las condiciones actuales en las que se encuentra el mercado energético son extraordinarias, por lo que es probable que el próximo año esto mejore y ofrezca un mejor panorama para la industria energética en México.
El analista de Deloitte afirmó que las inversiones que se necesitan para gas shale no son onerosas, sin embargo “lo que ocurre es que el proceso de recuperación es dependiente de tecnología y circunstancias de la tierra, incluyendo el agua. A nivel de no convencionales estás hablando de miles de pozos, las perforaciones son muchas y el equipo se utiliza en varios yacimientos y aprovechas al máximo el recurso”.
Sin embargo afirmó que México cuenta con precios de producción bajos lo que podría compensar el posible retraso del boom en la explotación de gas shale que se espera en México. En otras partes de mundo “puede costar 60 dólares y aquí si sale en 20 se irán a donde es más bajo, así quizá México tenga una ventaja, y podríamos no preocuparnos por el atractivo que podría tener”, agregó.
Por último, Leticia Armenta expuso que “lo que ocurre es que actualmente el mercado está inmerso en una volatilidad que no es el tenor común del mercado, es como si se pensara que la crisis del 2008 fuera una condición que se puede perpetuar, y justamente porque es una condición extraordinaria, no se puede pensar que será así la industria”.
