La FIFA finiquita la tormenta social que le ha traído Qatar 2022; el Mundial en Medio Oriente se jugaría en noviembre

10/01/2014 - 12:30 am
Joseph Blatter. Foto: fifa.com
Joseph Blatter. Foto: fifa.com

 

Ciudad de México, 10 de enero (SinEmbargo).- La FIFA eligió a Catar como sede mundialista para el 2022, vanagloriándose de llevar la ansiada copa a Medio Oriente por primera vez en la historia. Era 2 de diciembre de 2010. A partir de ese momento, hace ya poco más de tres años, los inconvenientes estructurales y sociales no se han cansado de aparecer, provocando constantes dolores de cabeza a Joseph Blatter, presidente del organismo. Había dos favoritos que sobresalían por encima del país petrolero.

Estados Unidos soñaba con una segunda justa en su suelo, con infraestructura de primer nivel. Tras la Copa del Mundo de 1994, los estadounidenses han ido aceptando de a poco al deporte más popular del mundo. Australia convenció a Del Piero de jubilarse en su liga, lejana del primer nivel de las competencias europeas. Tras ese boom complementado por las constantes clasificaciones a los mundiales, los oceánicos pidieron organizar el torneo más emblemático de la FIFA. La confrontación entre ambos comités, se quedó en el olvido cuando Blatter sacó el papelito con el nombre de “Qatar”.

Tras la elección, las noticias giraron alrededor de la controversia naciente desde múltiples sociales, después de que al mismo Blatter se le ocurriera proponer que el campeonato pasara a disputarse en invierno para escapar de la extremosa temperatura que puede arribar a los 50 grados centígrados en época veraniega. Había pasado un mes de la elección, cuando las declaraciones del suizo provocaron un revuelo desde las grandes ligas de Europa, a las que la idea de cortar en dos sus campeonatos, les parecía poco menos que un disparate.

Foto: fifa.com
Foto: fifa.com

Ante las quejas, el comité organizador anunció la tecnología que los estadios tendrían para aclimatar el ambiente de los estadios en unos 20 grados. Blatter siguió con la campaña para que el torneo cambiara de fechas, cuando el diario francés L’Equipe provocó un terremoto en las instalaciones de la FIFA con un amplio informe que sacaba a la luz una serie de sobornos  hacia varios miembros del organismo, desde el país de Medio Oriente. El 4 de febrero de 2011, dos personas fueron sancionadas por haber vendido su voto.

Hace cuatro meses, la UEFA cedió a las presiones de Blatter, dando su visto bueno a un posible cambio de fecha. Días después, otro rotativo avivo las críticas hacia la polémica sede. The Guardian publicó una serie de reportajes, completados con video, sobre las precarias condiciones en las que trabajaban los obreros de todas las infraestructuras. Una cifra alarmante recorrió las redes sociales: De 2013, hasta el puntapié inicial del campeonato, se estimaba la muerte de 4 millones de personas, en su mayoría extranjeros de países aledaños. Apenas en noviembre, dos meses después de que se diera a conocer esta situación, Blatter admitió que había que mejorar la condición de los trabajadores, descartando cambiar de sede.

Este miércoles, Jerome Valcke, secretario general de la FIFA, anunció que el Mundial catarí se realizaría “entre el 15 de noviembre y el 15 de enero”. El tradicional evento veraniego, tendría un cambio de estación para alejarse de una época extrema de calor. Horas después, la FIFA calmaría el fervor, aclarando que aún no se decidían las fechas oficiales. Ante lo que parece un cambio inevitable, el alemán Theo Zwazinger, miembro del comité ejecutivo de la FIFA, se ha pronunciado públicamente en contra. Blatter, tajante, le contestó que Europa ya no gobernaba el mundo. Catar tendrá justa sin calor, el resto del mundo tiene ocho años para acostumbrarse a la idea.

Jerome Valcke, secretario general de la FIFA. Foto: fifa.com
Jerome Valcke, secretario general de la FIFA. Foto: fifa.com

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