Médicos veterinarios y cuidadores observaron que el apetito de “Toto” disminuyó, por lo que recibió atención inmediata, tratamiento médico y estuvo en observación permanente.
Ciudad de México, 9 de diciembre (SinEmbargo).- “Toto”, el orangután de 29 años y 11 meses de edad que habitaba en el Zoológico de Chapultepec, falleció el miércoles por la tarde, informó la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México.
“Hoy lamentamos la partida de ‘Toto’, uno de los más queridos embajadores de la conservación de la vida silvestre en nuestra ciudad”, expresó en su cuenta de Twitter la titular de la Sedema, Marina Robes.
“Toto”, quien vivía en el Bosque Tropical del Zoológico de Chapultepec nació el 26 de diciembre de 1991 y desde entonces “fue criado artificialmente con biberón” debido a que su madre “Lisa” no producía leche para alimentarlo, por lo que durante sus primeros siete años de vida estuvo en contacto directo con los humanos.
De acuerdo con Marina Robles, esta condición de crianza artificial dio como resultado un gran acercamiento entre “Toto”, sus cuidadores y los veterinarios.
“Su aprendizaje, el reconocimiento de su entorno y experiencias dio como resultado lo que se conoce como una ‘improntación’ con el ser humano y no con su propia especie”, añadió la Sedena.
“Toto” era un orangután híbrido, cuyos padres, “Lisa” y “Woody”, también eran híbridos, procedentes de madres de la especie de orangután de la Isla de Borneo y padres de la especie de la Isla de Sumatra.
“Toto” habitaba en un recinto, recientemente remodelado, con acceso a tres espacios diferentes que podía escoger: un albergue naturalístico, un jardín y una casa de día que en muchas ocasiones prefería utilizar, sobre todo cuando el clima no era propicio para mantenerse a la intemperie en los otros dos espacios.
El pasado 6 de diciembre, el equipo médico veterinario y los cuidadores de “Toto” observaron una disminución en su apetito, por lo que se inició un tratamiento médico para atender trastornos gastrointestinales que manifestó.
No obstante, al siguiente día, “Toto” volvió a presentar falta de apetito y dolor abdominal, por ello, se obtuvieron muestras biológicas para realizar pruebas diagnósticas de laboratorio y así poder monitorear su estado de salud.
El orangután se mantenía bajo observación permanente y con tratamiento médico. Para el miércoles, los médicos veterinarios notaron a “Toto” sumamente deprimido, recostado en su tarima y, a pesar de los esfuerzos por reanimarlo, falleció.
La Sedena dio a conocer que con el apoyo de diversos patólogos y especialistas se han estado obteniendo muestras biológicas para procesar en los laboratorios a fin de conocer a detalle la causa de su fallecimiento.
En tanto, Marina Robles agradeció a los cuidadores, biólogos, médicos veterinarios y a todo el personal del Zoológico de Chapultepec que trabajó por el bienestar de “Toto” durante casi 30 años. “Junto a ellos recordemos y honremos a uno de los más queridos habitantes del Zoológico”, concluyó.