“Señor presidente, los animales de granja importan. Y el impacto por ignorar las repercusiones de su explotación tienen consecuencias épicas en la calidad de vida de sus ciudadanos. La discusión e inclusión sobre temas de regulación del trato de los animales de granja debe estar en la agenda de su gobierno el cual puede ser el primero en propiciar el diálogo y la aprobación de leyes que estén al menos a la par de otros países que ven en este tema algo urgente y necesario para sociedades que buscan paz y justicia”, escribe Ana Ortega de The Humane League, México en un texto dirigido al Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Ciudad de México, 9 de diciembre (SinEmbargo).- Sr. Andrés Manuel López Obrador
Presidente de los Estados Unidos Mexicanos,
Me dirijo a usted en el inicio de su gobierno para expresarle el interés de muchas personas que, así como yo, ven el sufrimiento de los animales como una razón para defenderlos. Somos un movimiento social muy singular pues no contamos con la participación activa de las víctimas, quienes son millones. Dado que nuestros defendidos no pueden narrar en primera persona las atrocidades de las cuales son víctimas, tenemos que ser nosotros quienes llevemos su mensaje.
La realidad sistémica es abrumadora: los animales en nuestro país no cuentan con protección legal y aún cuando en algunos estados de México hay leyes que sí proveen ciertas sanciones para los animales de compañía y silvestres, estas no se aplican por la ausencia de figuras de autoridad que cuenten con los recursos, capacitación o voluntad para hacerlo.
En el caso de los animales de granja esto es aún peor. Los animales explotados por los humanos para ser fuente de alimento se enfrentan a que la mayoría de los mexicanos cree que comerlos es normal, natural y es necesario. Quienes velamos por los animales tenemos a la ciencia para comprobar que los animales son capaces de sufrir, y que el consumo de proteína animal no es necesaria para la supervivencia humana. De nuestro lado hay evidencia suficiente para señalar que la industria de producción animal tiene un enorme impacto negativo en el medio ambiente que pone en peligro la misma supervivencia humana al contaminar, depredar y romper con el balance de la naturaleza.
Señor presidente, los animales de granja importan. Y el impacto por ignorar las repercusiones de su explotación tienen consecuencias épicas en la calidad de vida de sus ciudadanos. La discusión e inclusión sobre temas de regulación del trato de los animales de granja debe estar en la agenda de su gobierno el cual puede ser el primero en propiciar el diálogo y la aprobación de leyes que estén al menos a la par de otros países que ven en este tema algo urgente y necesario para sociedades que buscan paz y justicia.
Esperando una pronta acción de su parte me despido.
Ana Ortega
The Humane League, México
