El Ministerio de Deportes de Rusia negó la existencia de un sistema de dopaje de Estado en este país, pero a renglón seguido prometió que investigará las denuncias incluidas en el segundo informe McLaren.
Madrid, 9 de diciembre (EFE).- El Comité Olímpico Internacional (COI) volverá a analizar las 254 muestras de orina de los deportistas rusos que se recogieron en los Juegos de Invierno de Sochi 2014 y también examinará todas las recogidas en los Juegos de Londres 2012 a los deportistas de la delegación rusa.
La segunda entrega del Informe McLaren, hecha pública este viernes en Londres, ha denunciado la “conspiración institucional” del dopaje en Rusia y ha revelado que más de 1.000 deportistas olímpicos de ese país, auspiciados por las autoridades, se vieron implicados o se beneficiaron de manipulaciones para ocultar sus positivos entre 2011 y 2015.
En un lujoso hotel del centro de la capital británica, y ante más de 100 periodistas y cámaras, el catedrático canadiense Richard McLaren, acompañado de Martin Dubbey y de Diana Tesic, presentó la segunda parte de su informe, encargado por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).
Cinco meses después de la primera entrega, en la que McLaren concluyó que los laboratorios de Sochi y Moscú, supervisados por el ministerio de Deportes de Rusia, encubrieron el uso de sustancias prohibidas y manipularon los resultados de los análisis de los deportistas rusos durante los Juegos de Invierno de Sochi 2014, el responsable del informe reveló que el Estado ruso empleó este sistema también durante los Juegos de Londres 2012 y los Mundiales de Atletismo de 2013.
En esta segunda entrega, McLaren asegura que más de 500 controles positivos se hicieron pasar por negativos, en un “encubrimiento que evolucionó hasta unos niveles sin precedentes” y cuya extensión “probablemente no podrá ser nunca plenamente establecida”.
Más de 1.000 deportistas rusos pertenecientes a 30 federaciones deportivas -entre ellas el fútbol- se beneficiaron de manipulaciones para esconder sus análisis positivos de dopaje durante cuatro años. Esa fue la conclusión principal a las que llegó el profesor McLaren en su informe, realizado en cinco meses tras analizar más de 4.000 documentos de Excel, revisar correos electrónicos y llevar a cabo decenas de entrevistas.
Si era de los primeros, se escondía, se registraba como negativo en el sistema informático por el que la AMA y las federaciones informan de los controles, y se falsificaba el informe. En cambio, si era de los segundos, se seguía con el procedimiento.
Según ha informado el COI en un comunicado, después de hacerse pública este viernes la segunda parte del informe McLaren, los 63 análisis de sangre hechos a deportistas rusos en los Juegos de Sochi 2014 ya han sido reanalizados por este organismo y todos han dado negativo.
“El reanálisis de algunas de las muestras de los deportistas rusos recogidas en Londres ya está en marcha tras los datos desvelados por el profesor McLaren al COI. Once deportistas rusos ya ha sido sancionados por el COI como resultado del programa de reanálisis, que empezó antes de los Juegos de Río 2016 y sigue en curso”, señaló el COI.
El organismo que preside el alemán Thomas Bach agradeció al profesor McLaren y a su equipo haber completado el informe, cuyos hallazgos “demuestran que hubo un ataque fundamental a la integridad de los Juegos Olímpicos y al deporte en general”.
El COI confirmó que continuará su cooperación con Richard McLaren, profesor universitario de Canadá y persona independiente a quien la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) solicitó que ahondara en una investigación de la propia AMA sobre prácticas dopantes Rusia, y agradeció a éste su apoyo a las dos comisiones creadas por el COI después de que publicara la primera parte del documento, el 18 de julio pasado.
El COI aseguró que ahora serán las autoridades competentes las que, de acuerdo a las evidencias del informe, podrán decidir si hubo violación de la normativa antidopaje en cada caso de forma individual. También recordó que ha creado dos comisiones “para preparar las sanciones y medidas apropiadas”.
La comisión de investigación, presidida por el expresidente de Suiza, Samuel Schmid, centrada en la “conspiración institucional en la que participaron deportistas junto a oficiales rusos dentro del ministerio de Deportes y su infraestructura, como la agencia antidopaje (RUSADA), el centro de entrenamiento de los equipos nacionales (CSP) y el laboratorio de Moscú con el FSB (antiguo KGB)”, en particular relativos a los Juegos de Invierno de Sochi 2014.
La otra es una comisión de disciplina, presidida por el miembro del COI Denis Oswald (SUI), que aborda el dopaje y la manipulación de muestras de deportistas rusos que participaron en dichos Juegos.
En el contexto de esta comisión es en el que se reanalizarán todas las muestras de todos los deportistas rusos que participaron en Sochi para determinar si hubo dopaje o si las muestras fueron manipuladas.