De acuerdo con los mensajes obtenidos por El País, la pareja acordó crear una versión dos días después de que el cuerpo de Ariadna fuera localizado. En las conversaciones, ambos quedaron en que dirían que la joven se había ido del departamento la noche del 30 de octubre.
Ciudad de México, 9 de noviembre (SinEmbargo).- Rautel “N” y Vanessa “N”, los dos detenidos como principales sospechosos por el feminicidio de Ariadna Fernanda López, intentaron ocultar el crimen después de haber arrojado el cuerpo de la joven a un costado de la autopista La Pera-Cuautla, en Tepoztlán, Morelos, de acuerdo con las conversaciones que mantuvo la pareja vía teléfono a las que tuvo acceso el diario El País.
El texto firmado por la periodista Georgina Zerega detalla que muchos de los mensajes fueron borrados por Vanessa y Rautel antes de que sus teléfonos llegaran a manos de la policía, sin embargo, las autoridades lograron rescatar algunos de las conversaciones por WhatsApp que los acusados se habían enviado previamente.
De acuerdo con las investigaciones realizadas por personal de la Secretaría de Seguridad Capitalina de la Ciudad de México (SSC-CdMx), Ariadna fue vista por última vez con vida el 30 de octubre en un departamento ubicado en la Alcaldía Cuauhtémoc, de la Ciudad de México, donde se encontraba en compañía de un hombre y una mujer después de haber estado en un restaurante de la zona.
Más adelante se dio a conocer que las dos personas a las que se refirieron las autoridades son Vanessa “N” y Rautel “N”. La primera fue detenida el domingo pasado en Ecatepec, Estado de México. Mientras que el segundo se entregó el 7 de octubre a las autoridades de Monterrey, Nuevo León. Actualmente, ambos se encuentran en prisión preventiva.
La información publicada por El País revela que después de pasar alrededor de una hora en el restaurante Fisher’s, Ariadna abordó una camioneta junto a un grupo de amigos y se fueron al departamento de Rautel, ubicado en el número 175 de la calle Campeche, a unas 10 cuadras del sitio donde habían ido a comer y beber.
El medio con sede en Madrid menciona que gracias a las cámaras de seguridad del edificio se ve cómo todos bajan de la camioneta en el estacionamiento y entran al departamento. Media hora después, el resto de los amigos se retiran de la casa, dejando adentro sólo a la pareja y a Ariadna.
Al día siguiente, alrededor de las 10:27 horas, se ve llegar al chofer personal de Rautel al sitio y retirarse unos minutos después. Ese mismo 31 de octubre, a las 11:28 horas, se aprecia presuntamente a Rautel “N” cargando el cuerpo de Ariadna hasta subirlo de vuelta a la camioneta. El País destaca que las últimas imágenes muestran al presunto responsable del feminicidio dejar el sitio y dirigirse a Tepoztlán, donde apareció Ariadna sin vida.
La periodista Georgina Zerega menciona en su publicación que las historias compartidas por la víctima en su cuenta de Instagram aquella noche confirmaron que quienes la vieron por última vez son Vanessa y Rautel.
Es por eso que los amigos de Ariadna comenzaron a cuestionar a la pareja, por lo que, en privado, los acusados empezaron a formular una versión falsa de lo sucedido. La investigación de la periodista Georgina Zerega señala que de acuerdo con el análisis de la policía al teléfono que utilizaba Vanessa, se registra una comunicación constante los días siguientes al crimen con un número que usaba Rautel, y a quien había agendado bajo el mote de “Puñe”.
El País destaca que la pareja acordó crear una versión dos días después de que el cuerpo de Ariadna fuera localizado. En las conversaciones, ambos quedaron en que dirían que la joven se había ido del departamento la noche del 30 de octubre y evaluaban si era conveniente decir si la víctima había tomado un taxi o un Uber.
“Ya me mandó msj [mensaje] otro de sus amigos”, le dice ella a él, a las 17:13 horas. “Creo que el que sabe un poco más es Ernesto. O sea, cosas como a qué hora se fue y en qué, o sea Uber o taxi. Que si les puedo compartir esa info”, agrega. “Es que van a ir a meter denuncia. Y necesitan lo más de detalles que puedan”, insiste.
A lo que Rautel le responde: “Amorcito, me da miedo todo esto”. “Pero amor, no es nuestra culpa. Ni va a ser contra ti”, le dice ella, “simplemente para saber por dónde buscar”. Ante esos mensajes, Rautel le dice: “Pues estaremos de por medio”. “Sí, pero, pues, ya saben que fui la última que la vio”, señala ella.
Lo siguiente que muestran los mensajes obtenidos por El País es que Vanessa decide hacer y decir todo lo que le indique su novio. “Qué hago”, le pregunta ella. “No, está bien que cooperemos, pero con cuidado en los detalles”, le responde él. “Lo que me mandes de información es lo que les mandaré”, dice Vanessa. Rautel le manda entonces un mensaje con la versión de los hechos que tiene que difundir: “Nos fuimos del Fisher’s como a las 6:30… venía Ernesto, Anita, José, Puñe, yo y Ari. Estuvimos como en mi casa hasta las nueve, todos se fueron […] Debió de pedir su Uber como a esas horas, nueve de la noche. Pero nadie confirma que se haya subido al taxi”.
Vanessa le comenta a su pareja en los mensajes que los amigos de Ariadna la hacen sentir mal. Uno de ellos, que lleva adelante la búsqueda de la joven, le pidió que solicitara a la seguridad del edificio los videos de las cámaras, sin embargo, ella le responde que no se va a ver nada, porque los equipos no captan la imagen hasta la acera. Esta solicitud desata incertidumbre en la pareja, que especula cuánto tiempo duran las grabaciones de las cámaras de seguridad antes de eliminarse automáticamente. Rautel aseguraba que sólo duran un día. Aunque se equivocó, pues la policía consiguió las imágenes, las cuales han servido para que un Juez le dictara prisión preventiva.
Vanessa, quien además borró todas las fotografías que tomó esa noche con su teléfono, conversa en esos días con una persona registrada bajo la sigla AHS, supuestamente una amiga de Ariadna. Le envía a ella una foto de cómo iba vestida la víctima la noche de la desaparición, para que puedan buscarla con su vestimenta. Sobre lo sucedido le comenta: “Todos iban tomados, pero su seguridad Rautel no, entonces él debe saber más, a qué hora se fue y en qué se fue, sólo estoy esperando que me pasen su contacto para hablar con él”.
El medio español dio a conocer que las preguntas que le hacen sus amigos de Ariadna a Vanessa comienzan a acorralarla, tanto que tropieza en varias ocasiones y se contradice sobre las horas y el hecho de que se haya ido en un taxi.
En una llamada con las amigas, a la que tuvo acceso El País, revela que Vanessa se desdice sobre el Uber, aunque asegura que Ariadna no quería volver a su casa porque estaba peleada con su rommie, por lo que refirió que quizás se fue caminando y que seguramente no responde los mensajes porque se quedó sin batería. En otros mensajes que envió quiso sembrar la idea de que podría tratarse de un suicidio, pues dijo que Ariadna “estaba muy triste” y pregunta “¿No crees que fuera capaz de ella misma hacerse algo?”. Además, la mujer intenta justificar sus lagunas diciendo que estaban alcoholizados: “Todos estábamos pedísimos”.
Fue el 3 de noviembre, cuando la pareja acuerda ir al velorio de Ariadna, donde Rautel dio una serie de declaraciones a la prensa sobre lo ocurrido el día en que se le había visto por última vez a la chica, hechos que luego las autoridades desmienten. Esa noche, Vanessa le escribe a su novio para decirle que necesitan “un video o algo” que demuestre que ella salió viva del edificio, “ya que de puras palabras no servirá de nada”. Preparan entonces un borrador con una publicación para hacer en redes sociales, que acompañarán con fotos de los tres juntos, según relata el medio español.
La última conversación obtenida por el diario tiene fecha del 4 de noviembre, en la cual Rautel le avisa que se encuentra con “Balckie”. Después de eso ya no vuelven a hablar, al menos con esas líneas telefónicas. El País recuerda que Vanessa fue detenida dos días después, el 6 de noviembre, en el municipio de Ecatepec, en el Estado de México. Mientras que Rautel se entregó a las autoridades en Nuevo León el pasado 7 de noviembre.
