En esta edición de “Puntos y Comas” se habló sobre las estructuras de afiliados de los partidos políticos, las cuales en el caso del PAN y PRI, han sufrido un descenso escandaloso en varias entidades del país.
Ciudad de México, 9 de octubre (SinEmbargo).- Los partidos Acción Nacional (PAN) y el Revolucionario Institucional (PRI), las dos principales organizaciones que integran el Frente Amplio por México, tienen problemas muy serios de credibilidad en la mayoría de las entidades del país donde su militancia se ha estancado o ha experimentado mermas, como lo demuestra la más reciente actualización del Padrón de Afiliados de los partidos políticos nacionales, validada por el Instituto Nacional Electoral (INE).
En el programa “Puntos Y Comas” que se transmite en el canal de YouTube de SinEmbargo Al Aire, se detalló que 2020 a la fecha el albiazul ha experimentado un insignificante crecimiento, mientras que el partido tricolor va en un franco retroceso, situación que genera preocupación en ambas organizaciones rumbo a los comicios de 2024.
En tres años, se mencionó en el programa, el PAN apenas tuvo un crecimiento del 10.12 por ciento y el PRI retrocedió un 31.62 por ciento. Además, entre 2020 y 2023, pasó de tener 252 mil 140 militantes a 277 mil 675 afiliados oficialmente reconocidos.
En las entidades en las cuales el PAN podría rendir mejores cuentas, sus avances son casi insignificantes.
Por ejemplo, en tres años, en la Ciudad de México, su militancia apenas creció de 14 mil 968 afiliados a 18 mil 185. En el Estado de México su militancia apenas se incrementó de 23 mil 411 personas afiliadas a 28 mil 153.
En estados como Tabasco, queda evidenciada la falta de músculo político del PAN, pues tiene oficialmente reconocidos 603 afiliados. Otro estado de precariedad para el blanquiazul es Colima, donde suma únicamente 2 mil 220 afiliados, cantidades muy pobres para un partido que presume ser la segunda fuerza electoral en el país.
En Jalisco, donde el PAN gobernó tres periodos sexenales seguidos, entre 1995 y 2013, con Alberto Cárdenas Jiménez, Francisco Javier Ramírez Acuña y Emilio González Márquez, el albiazul apenas suma en sus registros oficiales de militantes 17 mil 990 ciudadanos.
Por su parte, el PRI también cuenta con un panorama desolador pues en tres años perdió 653 mil 272 militantes. En el Estado de México, pasó de tener 793 mil 403 afiliados, a sólo 298 mil 622. Nuevo León es otro caso ilustrativo de este hundimiento en los tres últimos años, pues pasó de 235 mil 544 afiliados a 75 mil 347 militantes oficialmente reconocidos.
El PRI, que gobernó Jalisco entre 2013 y 2018, la tercera entidad electoralmente más importante de la República, apenas suma en ese estado 7 mil 105 ciudadanos inscritos en su padrón de militantes. Pero eso no es lo peor, en Baja California Sur cuenta con apenas mil 238 militantes oficialmente reconocidos.
Las estructuras de afiliados son el reflejo del trabajo que realizan los partidos políticos, de sus tareas de proselitismo y educación política, como entidades de interés público al servicio de la gente, que facilitan el acceso de los ciudadanos a las tareas de gobierno y al ejercicio del poder. Los números que nos ofrecen PAN y PRI muestran que poco se han preocupado por estimular y convencer a la gente para que se sume a sus filas.