En los últimos días se han seguido registrando inundaciones por lluvias intensas en la región del Bajío y Yucatán. Pero en la Sierra Norte de Puebla siguen arrastrando las afectaciones en infraestructura desde la tormenta tropical del año pasado que, sumada al huracán Grace y los frentes fríos de este año, tienen incomunicada y en riesgo de desabasto de alimentos a la comunidad totonaca de San Felipe Tepatlán.
Ciudad de México, 9 de octubre (SinEmbargo).– Entre la neblina de la Sierra Norte de Puebla se observa el tramo de un camino rural derrumbado al grado de impedir el paso al transporte. Por segunda vez en un año, la comunidad totonaca de San Felipe Tepatlán está incomunicada por la temporada de ciclones y frentes fríos. Lleva así desde hace una semana, lo que pone a sus habitantes en riesgo de desabasto alimenticio sumado a que, desde agosto, perdieron los cultivos de milpa y café por las lluvias intensas.
El deslave en ese tramo conocido como Arroyo Seco se registró en la madrugada del domingo 3 de octubre por el Frente Frío No. 2. Por la mañana de ese mismo día en Huauchinango, Puebla, a 60 kilómetros del incidente, el Presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la entrega directa de apoyos para damnificados por el huracán “Grace”. Pero un grupo de manifestantes del Movimiento Independiente Obrero, Campesino, Urbano y Popular (CNPA-MN) se coló a la conferencia y reclamó no haber sido censado por la Secretaría de Bienestar.
José, del Comité Comunitario de San Felipe Tepatlán, comentó vía mensaje instantáneo a SinEmbargo que por el temporal extremo no tienen señal telefónica. Horas después pudo comunicarse con algunas intermitencias. Detalló que la afectación, tanto por la mala construcción del camino como por la falta de mantenimiento del Ayuntamiento, abarca hasta diez metros de profundidad y unos 30 de largo por lo que esta vez no podrán rellenar sólo con costales como la vez pasada. Desde antes del deslave, las colectivas (combis) ya no pasaban por seguridad, ya que la tierra desdibujaba el camino.
“Estamos aislados totalmente. Se están vaciando todas las tiendas que están dentro del municipio y las comunidades, y está preocupando el alza de los precios de la canasta básica. Lo que antes valía 20 ahorita está en 25 o hasta 30 pesos”, afirmó. “Si la Alcaldía hubiera hecho mantenimiento a las vías públicas, chapeo de camino, apertura de alcantarillas, no estaríamos pasando esto. Nos volveremos a organizar, hacer las cadenas para traer los alimentos caminando como una hora desde el Arroyo Seco”.
A través del Consejo Regional Totonaco y el Comité de Defensores de Ajajalpan han lanzado un llamado de S.O.S. a las autoridades gubernamentales. “Exigimos a los tres niveles de gobierno actúen rápidamente para que se pueda restablecer la comunicación hacia Altica y San Felipe. Somos comunidades totonacas, pequeñas y alejadas de las grandes ciudades”, ruega el comunicado emitido esta semana. Protección Civil estatal está gestionando el problema. Pero no tienen una respuesta oficial.
En agosto de 2020, tras el paso de la tormenta tropical “Elida”, que luego se convirtió en huracán, se cayeron dos puentes del municipio San Felipe Tepatlán y se quedaron sin su único acceso por vía terrestre. Al agosto siguiente llegó el huracán “Grace” que inundó sus cosechas y les cortó la electricidad.
Los pobladores trabajaron en coordinación con personal de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para levantar los postes de luz. Pero ante la falta de respuesta de las autoridades municipal, estatal y federal para la infraestructura vial, un tiempo sólo se pudo acceder caminando por la terracería y constantemente la organización comunitaria la repara.
Apenas hace unos días los mismos habitantes terminaron de medio reestructurar con costales de contención el tramo carretero deslavado entre Altica y San Felipe, para permitir el paso de vehículos pequeños y con ello el traslado de alimentos y materiales para rehabilitar sus casas y cultivos.
El 29 de agosto el Consejo Regional Totonaco advirtió en un comunicado dirigido al Gobierno poblano de Miguel Ángel Barbosa que el camino que va de Amixtlán a Bienvenido y San Felipe Tepatlán debía ser urgentemente rehabilitado o dejaría a varias comunidades incomunicadas durante la temporada de lluvias.
Y así fue. Diana Pérez, del Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario (IMDEC) que difunde los comunicados de los totonacas, dijo que por estas últimas lluvias del frente frío otra vez no pueden pasar ni vehículos pequeños de comerciantes que venden en otras comunidades. Esta vez, agregó, por el daño estructural los costales no serán suficientes y urge una intervención estatal.
“Llevará meses recuperarnos –expuso el Consejo Regional Totonaco–, pero sabemos que el agua que regó nuestros territorios traerá también vida, recargó manantiales y llena de humedad los bosques tan lastimados en nuestra región. El agua y la tierra son sagradas, si las respetamos, nos dan vida. Si las tratamos como mercancía, no sobreviviremos”.
PÉRDIDA DE COSECHAS POR GRACE
Mientras el domingo pasado el Presidente Andrés Manuel López Obrador encabezaba el evento de entrega de apoyo directo a los afectados por el huracán “Grace” en Huauchinango, Puebla, comenzaron a escucharse murmullos y gritos que culminaron en el portazo de habitantes que exigieron ser censados por sus viviendas y cosechas devastadas.
“Vamos a esperar a que… ahora los vamos a atender”, dijo tranquilo el Primero Mandatario. A lado, un funcionario le susurró un mensaje al Gobernador de Puebla, Miguel Barbosa. “Nada más que nos esperen y ahora los atendemos”, reiteró.
El 20 de septiembre, familias afectadas de los municipios de la Sierra Nororiental de Puebla marcharon en el municipio de Teziutlán, al noreste de la entidad, y realizaron un mitin frente a las oficinas de la delegación de la Secretaría de Bienestar. Desde entonces acusaron que no han sido censados por el Gobierno federal a más de un mes del paso del ciclón.
Desde el jueves 9 de septiembre, el Secretario Javier May anunció que se otorgarían apoyos por 35 mil pesos a los damnificados de Veracruz, Puebla e Hidalgo sin intermediarios del 14 al 21 de septiembre para que las familias puedan “hacer reparaciones en sus casas”.
El censo se levantó del 28 de agosto al 3 de septiembre pasado en 101 mil 983 viviendas de tres mil 703 localidades de los 149 municipios de las tres entidades federativas. Pero el Movimiento Independiente Obrero, Campesino, Urbano y Popular acusó una “política excluyente” aplicada por los Servidores de la Nación al no considerar a los damnificados de las comunidades más alejadas.
“Decía yo –continuó López Obrador– ya cambió el método. También por eso –señaló hacia los gritos– es esta inconformidad, porque las organizaciones sociales, entre otras Antorcha Campesina, estaban acostumbradas a que se les entregara el apoyo de manera directa y ellos se los quedaban. No era justo. Ahora no va a ser así, aunque haya gritos y sombrerazos”.
Entre los gritos dentro del recinto, el Secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, recibió un papel con un mensaje y se lo pasó al Presidente López Obrador. Lo leyó. Esperó unos segundos. Se paró, tomó el micrófono y cuestionó molesto:
–¿Nos van a dejar hablar?, ¿me van a escuchar?, ¿van a guardar silencio? –preguntó. Los murmullos cesaron.
–Presidente, por favor, ¿me permite hablar?, por favor –pidió una mujer que se acercó al Presidente, pero fue retirada por personal.
–No, no, espérame.
–Por favor –insistió.
–Espérame.
–Por favor, es que está en peligro la vida de mi familia.
Cuando logró silenciar al tumulto que cargaba lonas y cuestionó si lo respetarían, López Obrador reiteró que la Secretaría de la Defensa seguirá entregando apoyos a los damnificados que lo requieren para su vivienda y cosechas, pero sin intermediarios.
Al respecto, el vocero del Movimiento Independiente Obrero, Campesino, Urbano y Popular que organizó la marcha y el portazo, Jesús Gutiérrez Valencia, afirmó a este diario que las organizaciones sociales son portavoces de la inconformidad que genera la exclusión social ejercida por los tres niveles de gobierno.
“No estamos solicitando que nos entreguen el recurso a nosotros, estamos exigiendo que se cense a las familias que han sido ignoradas”, dijo. Y, acusó, la falta de censo es por la estructura de los Servidores de la Nación que “fueron concebidos como estrategia clientelar-electorera” y no para el desarrollo nacional.
Las comunidades totonacas más alejadas en la Sierra Norte, como lo alegaron las de Huauchinango, también registraron problemas en el censo. Poblados del municipio de Bienvenido de Hermengildo Galeana y San Felipe Tepatlán registraron daños en los cafetales, árboles de pimienta y afectaciones a cultivo de vainilla. Pero José, del Comité Comunitario de San Felipe Tepatlán, comentó que los beneficiados de los apoyos siguen siendo a los dueños de las tierras y no los campesinos que las rentan para trabajarlas por falta de un documento que lo avale.
Para cultivar una hectárea de maíz un campesino en la Sierra Norte invierte alrededor de 15 mil pesos pesos, dimensionó el Consejo Regional Totonaco. La mayoría de las familias totonacas tienen de media hectárea a dos. La Secretaría de Bienestar pretende dar sólo mil 500 pesos por hectárea de maíz dañada, lo cual no les permitirá resembrar.
“Algunas familias tienen aún algo de maíz. El problema grave será dentro de unos tres o cuatro meses cuando tendremos que comprar el alimento debido a las pérdidas que hubo por el huracán”, estimó desde agosto.
El Consejo Regional Totonaco solicitó al Gobierno federal un plan de recuperación de los cultivos más allá de despensas o cobijas a las familias campesinas indígenas que, con su trabajo y prácticas productivas, contribuyen a la seguridad alimentaria y al cuidado de los ecosistemas para beneficio de toda la población mexicana.