Los familiares de la víctima acusan que la FGE ha sido omisa ante la información compartida y antes mencionada, la cual podría ser clave para encontrar a Rubén.
Por Magarely Hernández
Puebla, 9 de octubre (Periódico Central).- Rubén Montes de Oca tenía 43 años de edad cuando desapareció en Puebla. Días antes, recibió amenazas de muerte y su familia informó una serie de hechos ocurridos antes de no volver a saber sobre él.
A pesar de que recibieron llamadas con exigencia económica, la Fiscalía General del Estado (FGE) descartó que se tratara de un secuestro; sin embargo, a más de dos años de la desaparición, no hay avances en la investigación y mucho menos se sabe sobre el paradero de Rubén.
Año y medio antes de desaparecer, Rubén puso un taller para dar mantenimiento a armas de fuego reglamentarias. A la par, inició un curso de tiro para mujeres, el cual era promocionado a través de Facebook.
Se sabe que Rubén es nieto de un militar de alto rango. Sus padres son directivos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y del Instituto Oriente.
A finales del 2017, Rubén fue contactado por sujetos desconocidos, los cuales le pidieron que trabajara con ellos en el “negocio” de las armas, pero la víctima se negó. Los hombres insistieron hasta que Rubén optó por cerrar su taller, en abril de 2018.
En los siguientes meses, Rubén fue acusado de ser secuestrador. Los señalamientos fueron realizados por personas desconocidas a través de redes sociales. Finalmente, el 4 de agosto de ese mismo año, el hombre recibió amenazas de muerte vía WhatsApp.
Dos días después, es decir, el 6 de agosto, Rubén acudió al Trailer Park Las Américas —un estacionamiento para casas rodantes— ubicado en San Andrés Cholula, Puebla. Ahí fue citado por un nombre que dijo llamarse Sebastián el cual, supuestamente le daría trabajo a Rubén, pero nunca más volvieron a saber de él.
Después de la desaparición, la familia de Rubén recibió una llamada telefónica en la que sujetos les informaban que el hombre y padre de familia estaba secuestrado.
El 10 de agosto, el automóvil Peugeot 301 en el que viajaba Rubén fue encontrado. Después de esto, la esposa de la víctima acudió a la FGE para presentar la denuncia correspondiente y se dio inicio a la carpeta de investigación 12009/2018/ZC.
Días después, el hermano de Rubén, Leonardo, fue citado por la FGE para que rindiera su declaración. En ese momento, las autoridades le dijeron que Rubén había sido secuestrado por siete hombres pero al siguiente día, la misma Fiscalía determinó que Rubén no fue víctima de secuestro, está desaparecido.
Incluso, los familiares de Rubén fueron contactados por la Fiscalía de Guanajuato debido a que se encontró un hombre muerto y calcinado con características similares a las de Rubén pero, tras presentarse a reconocer el cuerpo, confirmaron que no era él.
Desde ese momento hasta la fecha, no se sabe qué ocurrió y dónde está Rubén. Su familia ha colocado decenas de espectaculares en carreteras y puentes de la zona de San Andrés Cholula y Puebla.
Los familiares de la víctima acusan que la FGE ha sido omisa ante la información compartida y antes mencionada, la cual podría ser clave para encontrar a Rubén.
Incluso, en Facebook se creó en grupo Buscando a Rubén Montes de Oca y entre las publicaciones se pide seguir compartiendo la fotografía de Rubén: “por favor, sigue compartiendo. Hasta encontrarlo”.
