Dice el Acta Especial INDAGATORIA No.:FCY/AECOY-2/T2/00851/09/05 levantada en la PGJ, AGENCIA INVSTIGADORA DEL M.P.:COY-2 Fiscalía Desconcentrada en Coyoacán, el 18 de mayo de 2009:
HABLA CÉCILE DENISE ACOSTA REYNAUD: “PASÉ A CASA DEL PADRE DE MI HIJA A PAGARLE A LA MUCHACHA Y A CAMBIAR A LA NIÑA. MARTÍN ESTABA INDIGNADO PORQUE LA EMPLEADA QUE COMPARTIMOS LLEGÓ TARDE POR ESTAR CONMIGO. YO SAQUÉ EL TEMA UNA Y OTRA VEZ PARA NEGOCIAR CON ÉL PERO NO ESTABA DE ACUERDO, EN ESE MOMENTO PISÉ LA ALFOMBRA DE LA NIÑA Y ÉL ARREMETIÓ CONTRA MÍ EMPUJÁNDOME CON LA NIÑA EN BRAZOS. UNOS MINUTOS DESPUÉS LE DIJE ¿QUIERES CONVENCER A LA NIÑA DE QUE NO HUBO VIOLENCIA? Y ME DIO UNA PATADA EN LA PIERNA DERECHA TAMBIÉN CON LA NIÑA EN BRAZOS. LA VIOLENCIA DE PARTE DE ÉL ES RECURRENTE EN EL TRATO COTIDIANO, NO SE CONTIENE AUNQUE LA NIÑA ESTÉ PRESENTE”.
De acuerdo con Cécile Reynaud, lo que ha visto la pequeña Adela desde su nacimiento, han sido arranques de violencia de su padre, y los intentos de su madre por calmarlo. “Una declaración de mi hija cuenta que una vez ella estaba amamantado a Adela, y él estaba enojado por alguna razón y le aventó un jugo de espinaca que debió haber salpicado a ambas”, cuenta Cécile.
Será por eso que aquel mayo de 2009, época en la que Denise vivió en un departamento justo enfrente del departamento en el que vivía Martín, justo enfrente de su ventana, en el barrio de Coyoacán, (departamento que supuestamente era una herencia en vida de la bisabuela paterna de Adela, lo cual resultó falso toda vez que la casera se apareció meses después para cobrar rentas atrasadas), cuando fue al departamento de Martín a recoger ropa de la niña y pisó accidentalmente un tapete, Martín se enoja, la patea, ella pierde el equilibrio y cae al suelo y él continúa pateándola, con Adela en sus brazos. Cuándo Denise le pregunta que porqué la patea, quién respondió fue la pequeña Adela, quién desde los brazos de Martín le dijo: “Porque pisaste mi tapete mamá”.
Cécile cuenta que pudo rescatar a su hija dos veces; por ejemplo, entre septiembre de 2007 y mayo de 2008, vivió con ella, Arturo, el nuevo marido de Cécile, y Michele, otro hermano de Denise, en su departamento de Villa Olímpica, al sur de la Ciudad de México. Cécile lo recuerda como una de las épocas más alegres y tranquilas de Denise.
A Martín nunca le agradó eso. Prácticamente desde entonces, desde que la pequeña tenía un año y medio, empezó a construirse historias de que Adela, su hija, estaba siendo abusada sexualmente, y según cuenta Cécile, la primera de quien sospechó fue de su propia madre, de Mónica Mansour: “Siempre se me hicieron historias, desde luego inventadas, pero sobre todo retorcidas, sobre que la nena estaba siendo abusada sexualmente. Martín, al ver una ligera rozadura en los genitales de Adela, primero duda de su propia madre, a quien dice que la odia, según me contó mi hija. Y eso a mí ya me indicaba que el pronóstico estaba de la cachetada. Que odies a tu madre y lo expreses de esa manera, es un indicativo que algo va mal”.
Curiosamente, en el blog de diseño improvisado, Ni uno, ni una más, en la que se reproduce una carta publicada en el Correo Ilustrado de La Jornada donde la familia Manrique Mansour publicó, argumentan, la inocencia de Martín, un comentario anónimo escribe: “pues yo fui amigo de martin desde chico y comiamos peyotes juntos ,tambien se que los papas querian un genio y el mono sabia muchas cosas de la vida que desconocemos los mortales (perdonn pero nacimos pendejos no señora mansour? , que los mortales desconocemos , el caso es que tambien conoci a la hoy occisa y se que el la golpeaba cuando algo no podia controlar , pero bueno el es bueno y guapo y tuvo la mala suerte de tener una mamacita que nunca tendria haciendo cuentitas , ojala le enseñen los polis enn la india al pobre un rayo” (sic).
Insistió en lo del abuso. Después volcó la acusación a la madre de Denise, Cécile, quizás como una forma de sembrar una duda en Denise y poderla sacar del departamento de Villa Olímpica. Martín fue más allá: interpuso una demanda legal contra Cécile Reynaud Pulido, por abuso sexual en contra de su nieta. Cécile estuvo a punto de pisar la cárcel, pero peritajes de la Procuraduría General de Justicia, determinaron que no había evidencia de ningún tipo de abuso sobre Adela.
El 30 de noviembre de 2010, Martín avienta a Denise por unas escaleras: “por ese entonces yo ya tenía poca comunicación con mi hija, yo la verdad, ya no quería escuchar nada, estaba enojada, demandada judicialmente, estaba cansada. Yo le había planteado la solución: déjalo”.
Cabe aclarar que en la elaboración de este reportaje, intentamos buscar a la familia Manrique Mansour para escuchar su versión o percepción de las acontecimientos. Contactamos a Lorenza Manrique Mansour, hermana de Martín, quién nos contesto, vía mensaje de texto: “No estamos dando entrevistas, le agradezco su interés…”
Insistimos diciendo que era importante escuchar su versión, respondió que: “Supongo, pero hay una investigación en curso y hemos decidido no dar entrevistas, le agradezco su interés. Gracias, le agradezco pero no será posible… Gracias por comprender”.
Su madre, padrastro y hermanos le ofrecieron dos escenarios a Denise: una era iniciar un proceso legal contra Martín y quitarle la patria protestad (lo cual requería los costos de un abogado pero Cécile estaba dispuesta a pagarlo). Otro, era un cambio de identidad de ella y la pequeña, salir de México y que nadie supiera nunca su nuevo domicilio, ni siquiera su madre.
Denise terminó por pactar un acuerdo con Martín: “Acuerdo que al final la llevó a la muerte”, suspira su madre.
CUÍDATE, HASTA LUEGO
Entre el 5 y 8 de de abril de 2012, Denise habla con su padre, Luis Acosta (separado de Cécile desde hace varios años) para contarle por Skype que estaba contenta puesto que pensaba llevarse a Adela de vacaciones, a Barcelona. Esa fue la última vez que escucharon viva a Denise.
Denise había llegado hasta la India para estar cerca de su hija. En aquel convenio virtual hecho a través de correos electrónicos, Martín determinó que él primero tendría la patria protestad a su hija por los 14 meses inmediatos, después le correspondería a Denise por los 14 meses siguientes. Martín fue a la India para estudiar un post doctorado en Matemáticas en Krishnankovil, entró al país asiático el junio del 2011, curiosamente, visó a Adela como Manrique Masnsour, es decir, eliminó el apellido correspondiente a su madre.
La policía de la India y el jefe del caso, Sethumanimatadham cree que Denise había estado escribiendo algo en la computadora cuando empezó la agresión de Martín, una cuchillada en una pierna, después vendrían azotes en las paredes, y las infaltables patadas voladoras, Cécile cree que debió haber sido, el cráneo parecía pisoteado. Quizás escribía un convenio respecto a Adela, Denise llevaba un tiempo escribiendo varios convenios para no dar pasos en falso. Vivía en Cheruthuruty, a 16 horas Krishnankovil, las cuales recorría cada semana con tal de estar cerca de su hija. Vivía gracias a una beca que le fue otorgada en la Universidad Kerala Kamalandalam para especializarse en danza Mohiniyattam, y llevaba un tiempo saliendo con Antoine Vantelon de origen francés, quién sabe, a lo mejor intentaba reencontrarse con el romance.
Días antes le había dicho a su madre y amigos que no había de qué preocuparse, que Martín andaba “buena onda”, y es que cada que podía, por correos, el Facebook, le recomendaban que viera a Martín y Adela en lugares públicos, donde no estuviera en riesgo.
Para José Gómez González, fiscal de procesos en juzgados familiares, del la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal, “hay un gran vacío técnico legal, y es que el delito de violencia intrafamiliar es de querella, es decir, que se persigue por decisión de la propia víctima, y a diferencia de los delitos de oficio, que basta la información de cualquier persona que tenga conocimiento del delito, incluso una denuncia anónima, aplica con niños y en personas. Lamentablemente, si ves que golpean a tu amiga, no puedes hacer nada legalmente a menos que no sea ella misma quién levante la denuncia”.
La idea era encontrarse con Antoine la mañana del martes 10 de abril del 2012 en Cheruthuruty, iría con Adela. Estaba contenta. Denise nunca llegó a la cita. Nunca contestó la llamada de Antoine, quien empezó a abordar todos los camiones que solía tomar Denise para llegar a Krishnankovil, preguntando a cada chofer si recordaban haber visto a Denise, les enseñaba una fotografía de ella.
Antoine y Martin fueron juntos a levantar una denuncia de desaparición el 16 de abril. Antoine tuvo que hacerse pasar por el primo de Denise, por aquello de que el machismo en la India está muy arraigado, que logra colarse incluso en los procesos legales.
Pedro Ferriz, en su noticiario, da la noticia que encuentran el cuerpo semicalcinado, adentro de una maleta en las afueras de Madurai, aparentemente de nacionalidad mexicana… Era Denise.
Cécile aclara que en cierta medida, se sintió más apoyada por la Fundación Vicente Ferrer, que por la Embajada de México en la India, dicha fundación apoya en la India a gente en situación de violencia y pobreza extrema: “El Embajador de México en la India nunca se pronunció cuando creo que debió de haberlo hecho, debió de haberse comunicado con nosotros, no se presentaron con nosotros en el aeropuerto, todos los errores u omisiones que tuvo la embajada, a partir de agosto de este año, la Secretaría de Relaciones Exteriores las está resarciendo, ahora sí están muy en contacto con nosotros y nos han ofrecido apoyo concretos, pero en ese momento, fueron terribles”.
EPÍLOGO
Martín Manrique Mansour entró a la cárcel el 17 de abril de 2012, en una confesión por escrito, dice haber matado a Denise. Pero después promueve una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos en México, en la que asegura haber sido torturado con tal de dar tal confesión. El 20 de agosto de 2012, salió bajo fianza. Se encuentra arraigado en Madurai y no puede salir de la India.
Adela se encuentra actualmente al cuidado de Mónica Mansour, su abuela paterna. Cécile quiso hacerse cargo de ella, pero el antecedente de la demanda interpuesta por Martín en la que acusaba a la madre de Denise de abuso sexual impidió el proceso: “La nena quién sabe cuánta violencia ha de haber presenciado, y ni me quiero imaginar si presenció algo de la muerte de la mamá. Si resulta cierto que Martín es el asesino, lo más probable es que llevaba a la niña en el coche y ahí mismo el cuerpo de mi hija. Cuando la quema, cuando compra la gasolina. Después ve como meten al papá a la cárcel, está un tiempo en una casa hogar… creo que al final, está en buen sitio”, dice Cécile Reynaud Pulido.
El cuerpo de Denise (o la mitad de él, tuvieron que partirlo por la mitad, en la India la electricidad se genera con dificultad y no alcanza para los refrigeradores que guardan los cuerpos), tiene puñaladas en el pecho, cortada la orta con una puñalada, el cráneo destrozado y hay una cortada en la pierna. Sigue en la India, la familia de Denise no ha podido traer su cuerpo a México. Mientras tanto, han echando a andar la Fundación Dionitzia a.c cuya misión es: “Acompañar, apoyar, y atender a las víctimas de violencia intrafamiliar, principalmente mujeres y niños”.
Seis meses después del asesinato de Denise, no se ha generado una hoja de cargos. Después de esto, es cuando se podrá determinar si se lleva a cabo un juicio, lo cual puede tardar tres días, tres meses, tres años.
Ya en México, la familia Manrique Mansour publicó una carta en la sección del Correo Ilustrado en la Jornada, en la que argumentan la inocencia de Martín
http://www.jornada.unam.mx/2012/04/19/correo
Cécile asegura que ella y su familia intentaron hacer lo mismo en La Jornada, pero no lo consiguieron, cree que hubo favoritismo puesto que Jorge Alberto Manrique escribía en ese periódico.