En su Informe del Planeta Vivo 2020 en el que resalta que la pandemia del COVID-19 recordó la relación de la salud humana con la naturaleza, la WWF subrayó que las poblaciones de mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios han disminuido globalmente en un 68 por ciento.
México, 9 sep (EFE).- América Latina registra un pronunciado declive en su biodiversidad con una pérdida mayor al 94 por ciento entre 1970 y 2016 de mamíferos, aves, anfibios, reptiles y peces, alertó este miércoles el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).
En su Informe del Planeta Vivo 2020 en el que resalta que la pandemia del COVID-19 recordó la relación de la salud humana con la naturaleza, la WWF subrayó que las poblaciones de mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios han disminuido globalmente en un 68 por ciento.
"Y en América Latina el resultado es aún más impactante con una reducción en promedio del 94 por ciento", indicó el estudio divulgado en Ciudad de México.
La WWF expuso que el cambio de uso de suelo para producir alimentos "es la principal causa de la pérdida de biodiversidad".
Ese cambio ocurre, principalmente con la conversión de hábitats nativos como bosques, praderas y manglares en sistemas agrícolas, mientras que gran parte de los océanos sufre sobrepesca.
"La conclusión es clara: la naturaleza está siendo transformada y destruida a una velocidad sin precedentes en la historia, con un costo muy alto para el bienestar del planeta y de la humanidad, expuso Roberto Troya, director regional de WWF para América Latina y el Caribe.
ÍNDICE DEL PLANETA VIVO
Como uno de sus parámetros más relevantes, la WWF divulgó el Índice del Planeta Vivo (IPV) que mide la abundancia de casi 21 mil poblaciones de mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios a nivel global y calcula cambios en términos de abundancia entre 1970 y 2016.
Este año incluyó casi 400 especies y 4 mil 870 poblaciones más que el Informe de 2018, con una representación mejorada en la mayoría de las regiones y grupos taxonómicos, particularmente especies de anfibios.
En América Latina y el Caribe se encontraron tendencias negativas de reptiles, anfibios y peces, afectados por una variedad de amenazas.
CAMBIO DE USO DE SUELO
De acuerdo al Informe, en América Latina y el Caribe la pérdida de biodiversidad se debe en un 51.2 por ciento a los cambios de uso de suelo, incluyendo la pérdida de hábitat y la degradación de los suelos.
Cambios, afirma, provocados por una agricultura insostenible, infraestructura, crecimiento urbano, producción de energía y minería, mientras que para los hábitats de agua dulce, la fragmentación de ríos y arroyos y la extracción de agua.
"La producción de alimentos, la biodiversidad del suelo proporciona una amplia gama de funciones y servicios de los ecosistemas", explicó Luis Germán Naranjo, director de conservación y gobernanza de WWF Colombia.
Señaló que la pérdida de biodiversidad también amenaza la seguridad alimentaria y el reto "consiste en modificar las prácticas agrícolas y pesqueras, muchas insostenibles, en unas que produzcan la comida nutritiva que requerimos y protejan la biodiversidad".
Eso significa el uso de prácticas agroecológicas, reducir el uso de químicos, fertilizantes y pesticidas así como proteger a suelos y polinizadores.
En el reporte se alertó sobre el creciente riesgo de extinción de especies vegetales. De hecho, la cantidad de estas especies extintas documentadas es el doble de la suma de mamíferos, aves y anfibios extintos.
AMENAZA PARA LA SALUD
El informe explicó que los daños al medioambiente además de perjudicar la capacidad de los sistemas naturales crean nuevas amenazas para la salud y como ejemplo mencionaron la pandemia de la COVID-19 que ha provocado casi 900 mil muertes.
Recordaron que aunque los orígenes del coronavirus son inciertos, hasta el 60 por ciento de las enfermedades infecciosas actuales proceden de animales, y tres cuartas partes de éstas de animales silvestres.
"La pérdida de hábitats, la modificación de ambientes naturales y, en general, la pérdida de biodiversidad son factores que han propagado las enfermedades infecciosas emergentes", comentó María José Villanueva, directora de conservación de WWF México.
"Las enfermedades que se originan en animales causan casi 3 millones de muertes cada año. Para prevenir futuras pandemias tenemos que cambiar y restaurar la relación de la humanidad con la naturaleza", finalizó.