Nuevo León es un estado conservador, a los políticos aún les cuesta hablar de derechos civiles en general y la ciudadanía organizada también es una muestra de ello: la Unión Neoleonesa de Padres de Familia y la Asociación de Padres de Familia del Estado mantienen una cruzada contra el contenido de educación sexual en los libros de texto y ahora se han sumado al movimiento nacional en contra del matrimonio igualitario. Según la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Nuevo León, 13 de las 15 quejas que se tienen por discriminación y actos de violencia en contra de personas no heterosexuales se han dado en las últimas cuatro semanas, justo el tiempo que iniciaron los discursos de las familias opositoras.
Por Alejandro Velasco
Ciudad de México, 9 de septiembre (ViceMedia/SinEmbargo).– “¡México sí, comunismo no!”
Era la consigna que en 1960 la Unión Neoleonesa de Padres de Familia utilizó en su lucha contra los libros de texto gratuitos implementados en el plan de educación del presidente Adolfo López Mateos. Hoy, 56 años después, el mismo grupo propone arrancar y quemar las hojas de los libros escolares en los que venga información de anatomía, prevención y derechos sexuales.
Luz María Ortiz Quintos es la actual presidenta de la Unión, y se ha encargado de ser portavoz de un grupo de padres de familia en contra de los derechos de los niños a la educación laica, establecida en la constitución, y se ha unido al Frente Nacional por la Familia, para defender lo que su religión le indica como “familia natural”.
Todo alcanzó su punto álgido con la llegada de los libros de texto gratuitos que reparte la Secretaría de Educación Pública a Nuevo León, aunque se trataba de reimpresiones de textos utilizados anteriormente, a la presidenta le pareció oportuno iniciar un proceso en contra de la educación sexual, establecida como derecho desde la Ley de Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes.
Platiqué con ella en ese momento, para que me contara sus inquietudes. Habló de monstruos, imágenes de arlequines que le daban miedo, diablos en los cuentos de preescolar que les estaban enseñando a leer al revés, que los niños iban a conocer su cuerpo, se dijo en contra de la información de anatomía, de que se le explique a los niños la sexualidad y sobre todo que se les hable de métodos anticonceptivos.
A esta situación se le unió otro grupo de padres: La Asociación de Padres de Familia del Estado, que aglutina organizaciones de escuelas públicas. La molestia, la misma: “no queremos que el estado nos quite el derecho de educar a nuestros hijos”, expresó Adriana Dávila, representante de esta otra organización.
Sin embargo, ambas líderes no señalan a los miembros de sus organizaciones que no existe el derecho de los padres a educar a sus niños, sino el derecho de los niños a ser educados en forma laica y científica, ¡está en la Constitución!
Luz María y Adriana, erigiéndose como representantes de los padres de familia del estado, se unieron al movimiento nacional en contra del matrimonio igualitario, y de paso en contra del divorcio, la adopción y el uso de métodos anticonceptivos, los cuales los han catalogado como perversos, según la Revista Unión que han empezado a repartir en escuelas privadas del estado.
El vocero en Nuevo León del Frente Nacional por la Familia, Marcial Padilla, ha acudido a otros estados del país, a organizar manifestaciones para este 10 de septiembre. Incluso, Luz María, Adriana y Marcial, presumen que Nuevo León es el primero que ha empezado con estos movimientos en contra de la educación laica y los derechos civiles.
El siguiente paso fue reunirse con los diputados del Congreso de Nuevo León, uno de los 22 que no ha acatado la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que marca como inconstitucional el Código Civil que niega el matrimonio a parejas homosexuales.
En esa reunión la diputada panista Yanira Gómez García propuso quemar los libros y tomar escuelas si las autoridades federales no daban marcha atrás a los libros de texto con información de salud reproductiva y sexual.
Nuevo León es un estado conservador, a los políticos aún les cuesta hablar de derechos civiles en general, y según la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Nuevo León, 13 de las 15 quejas que se tienen por discriminación y actos de violencia en contra de personas no heterosexuales se han dado en las últimas cuatro semanas, justo el tiempo que iniciaron los discursos de la Unión Neoleonesa de Padres de Familia.
Actualmente, Luz María tiene un proceso de amparo en un Juzgado de Distrito, a fin de que le permita retirar los libros de texto de las escuelas privadas.
Sin embargo, voces conscientes de discursos de odio a han aparecido. Esther Silva es abogada constitucionalista y madre de familia, mediante una carta pidió a la Unión Neoleonesa de Padres de Familia no expresar discursos de odio en el Frente Nacional por la Familia en nombre de todos los neoleoneses, por lo que está organizando un grupo alterno que haga frente a la desinformación.
En entrevista me contó cómo ella y su esposo buscaron un colegio laico para sus hijas, y les costó mucho encontrarlo como para que la Unión dirigida por Luz María Ortiz reparta material religioso con frases como “la unión del hombre y la mujer es un sacramento”.
El periodo escolar ya inició en Nuevo León, los libros de texto ya se están utilizando, las familias conformadas por parejas del mismo sexo (con y sin hijos) siguen viviendo sus vidas y no lo podrán frenar; el problema es que con sus discursos de odio lo preocupante no es su nula injerencia legal, sino su injerencia directa, en la discriminación y violencia que pueden causar en quienes no son como ellos.
Aquí una frase de cómo se debe educar a los niños de acuerdo a la Unión Neoleonesa de Padres de Familia:
“A los niños no les puedes hablar sólo de una relación sexual sin hablarles de un proyecto de vida, si de repente los papás queremos educar en la abstinencia o en la castidad o en el amor para una relación de larga duración”, dice Luz María Ortiz Quintos.
