El Vocero de la Presidencia, Eduardo Sánchez, negó que el condominio en Miami, Estados Unidos. que dio a conocer este día el diario británico The Guardian sea propiedad de la Primera Dama, Angélica Rivera: “Es falso que el departamento referido sea el ‘hogar’ de la señora Rivera en Florida. Ella misma hizo público que en 2005 adquirió una propiedad, distinta a la que refiere la nota, en el mismo edificio”, señaló a través de un comunicado.
Ciudad de México, 9 de agosto (SinEmbargo).– La Vocería de la Presidencia de la República negó que el lujoso condominio en Miami, Estados Unidos (EU), que dio a conocer este día el diario británico The Guardian sea propiedad de la Primera Dama, Angélica Rivera Hurtado.
“Es falso que el departamento referido sea el ‘hogar’ de la señora Rivera en Florida. Ella misma hizo público que en 2005 adquirió una propiedad, distinta a la que refiere la nota, en el mismo edificio”, señaló a través de un comunicado.
El diario británico The Guardian publica este día un reportaje en donde señala que la Primera Dama utiliza una propiedad de lujo en Florida, EU, comprada por una empresa que se espera compita por contratos lucrativos del Gobierno de México. “La esposa del Presidente Enrique Peña Nieto hace uso de una propiedad valuada en 2.05 millones de dólares en Key Biscayne, al sur de Miami Beach, con el permiso del Grupo Pierdant”, dice el medio.
El Vocero dijo que la afirmación de que el empresario Ricardo Pierdant, dueño del inmueble que hace alusión el reportaje, “es un potencial” contratista con el Gobierno federal ” es una especulación a todas luces dolosa”:
“En la nota se afirma que el señor Ricardo Pierdant es un contratista “potencial” del Gobierno, sin ofrecer un solo dato, documento, o declaración que lo sustente. Es una especulación a todas luces dolosa”, se lee en el documento.
El señor Ricardo Pierdant no ha celebrado contratos con el Gobierno de la República y tampoco participa en algún proceso en curso, explicó la Vocería.
“Lamento que The Guardian oriente a sus reporteros a predecir el futuro, más que a confirmar la veracidad de su información”, dice en el comunicado.
Eduardo Sánchez Hernández, vocero de la Presidencia de la República, señala que para el trabajo periodístico se haya consultado al Gobierno:
“La nota refiere que en dos ocasiones solicitaron comentarios en la oficina del Presidente.
Cualquier periodista medianamente experimentado, sabe que las solicitudes de información de los medios se atienden en mi oficina. Afirmo que nadie estableció contacto, ni conmigo, ni con alguno de mis colaboradores sobre este tema”.
Y finaliza: “En el pasado reciente, The Guardian ha publicado información sobre temas relacionados con nuestro país que ha sido desmentida. En algún caso, tuvo que ofrecer disculpas a sus lectores porque no pudo sostener la veracidad de lo publicado. Siento mucho la falta de profesionalismo de este medio que afecta, sobre todo, a sus lectores”.
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El periódico explica que la otrora actriz ocupa la propiedad desde 2009, mucho antes de que contrajera matrimonio con el actual Presidente de México, con quien se casó en noviembre de 2010. También dice que Grupo Pierdant busca contratos para desarrollar puertos marítimos, aunque no dice cuáles. La historia de The Guardian se concentra en un supuesto conflicto de interés, y cita la investigación de la “casa blanca”, realizada por el equipo de Carmen Aristegui.
El reportaje tampoco aclara si ella tiene vínculos con la constructora desde antes de tener una relación con el que sería Presidente de México, y si Grupo Pierdant tuvo o no contratos con el Gobierno del Estado de México en los tiempos en los que Peña fue Gobernador.
El medio inglés refiere que “la compañía ha pagado el predial de un departamento adicional en Key Biscayne, comprado por medio de una subsidiaria establecida por Rivera”.
Tales acuerdos, dice el reportaje, “rememoran aspectos de la compra de la ‘casa blanca’, una mansión ubicada en la ciudad de México y valuada en 7 millones de dólares, en cuya negociación se vieron involucrados Rivera y un contratista del Gobierno, por lo que los señalamientos por conflicto de interés fueron inevitables”.
Dicho conflicto, menciona, “manifestó en la relación entre la pareja presidencial y la empresa contratista del Gobierno, cayó como una bomba en 2014, dañando la popularidad de Peña Nieto y su imagen reformista, así reviviendo preocupaciones constantes acerca de la corrupción que ha afligido a México durante la administración del Partido Revolucionario Institucional (PRI)”.
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De acuerdo con la investigación del periodista José Luis Montenegro sobre las propiedades de Florida, “existe una relación poco ortodoxa entre la Primera Dama y el Grupo Pierdant, pues la propiedad en cuestión se halla en la Ocean Tower One, en una comunidad apartada con una piscina, canchas de tennis y un concierge o mayordomo de guante blanco ubicada en Key Biscayne, un opulento enclave en Miami-Dade County”.
“Rivera, quien fuera estrella de telenovelas, compró la unidad 304 de tres habitaciones en 2005. Ella reveló su existencia al público en noviembre de 2014 durante la publicación del controvertido caso de la ‘casa blanca”, misma que puso sus finanzas bajo el escrutinio público”, detalla The Guardian.
“La Primera Dama dijo que vivió un año en el departamento de Florida con sus hijas. Su valor actual asciende a cerca de 3.5 millones de dólares”, según dijo el grupo inmobiliario Zillow al diario.
Sin embargo, aclara el medio británico, “ella [Angélica Rivera] no mencionó al Grupo Piendant ni al fundador de la compañía, Ricardo Pierdant, quien tiene amplios intereses comerciales en México y EU”.
The Guardian también menciona que “en 2009 Pierdant compró la unidad 404 en Ocean Tower One a través de una empresa, Biscayne Océano Holdings, aparentemente establecida para tal fin”.
Desde entonces, dice el reportaje, “parece haber dejado que la Primera Dama utilice la propiedad como una adición a su otro apartamento, en efecto, lo que les permite ser manejados como una sola unidad”.