Ciudad de México, 9 de agosto (SinEmbargo).– El trabajo de un “tapinero” consiste en realizar tomas clandestinas en el sistema de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex). Esta práctica requiere, más que tecnología, alta experiencia. Y se presume que quienes realizan esta actividad fueron o son empleados de la empresa paraestatal, según la experta Silvia Ramos Luna, quien es integrante de la Unión Nacional de Técnicos y Laboratoristas.
Ramos Luna aseguró que en México no existen muchas personas con esos conocimientos y por ello son muy cotizados y valorados en el mercado que mueve el crimen organizado dedicado al robo de hidrocarburos.
“Se trata de trabajadores o ex trabajadores que ya enseñaron a hacer tapping [perforaciones en ductos con válvulas para abrir y cerrar]. Lo que sabemos es que los “tapineros” se cotizan, es difícil que le enseñen a otro. Es una cosa relativamente sencilla, obviamente se necesita mucha práctica y experiencia. Pero yo digo que quienes originalmente lo hicieron fueron trabajadores de Pemex y ellos enseñaron a otras personas pero de forma controlada porque como se cotizan no les conviene que más personas sepan hacer un tapping”, explicó Ramos, quien trabaja en Pemex Refinería, y quien por muchos años se dedicó a detectar tomas clandestinas.
De acuerdo con cifras de Pemex, de 2005 a 2014 se detuvieron a 39 de sus ex trabajadores han sido consignados por robo de combustibles, de los cuales 23 tuvieron condena absolutoria, los otros 15 si obtuvieron prisión acusados por delitos relacionados con las tomas ilegales a ductos u otro método de robo a combustible.
El pasado 15 de julio, durante una comparecencia ante el Congreso de la Unión, Mario Alberto Beauregard Álvarez, director corporativo de Finanzas de Pemex, detalló que en lo que va del 2015 (con un corte en julio) la empresa reportó ante el Ministerio Público Federal 2 mil 932 tomas clandestinas en las redes de oleoductos. En cambio, en el reporte anual 2014 se denunciaron solamente 5 mil 90 puntos ilegales de ordeña. Lo que representa más de 16 tomas por día y que ha generado pérdidas mutimillonarias.
LA OPERACIÓN TAPPING
SinEmbargo habló con la ingeniera Silvia Ramos Luna, quien trabajó en el área de prevención y atendió casos de tomas clandestinas en la petrolera.
–¿De qué diámetro se hace una toma para evitar ser detectada?
–Puede haber de una pulgada para arriba. Normalmente las hacen de tres cuartos de pulgada, media pulgada, no más. Una de dos pulgadas ya sería un extremo.
–No se necesita mucha herramienta, ¿cierto?
–No. En realidad se necesita una máquina de soldar que la consigues en cualquier ferretería, una cortadora y un tapping machine, que es como un taladro.
–Pemex tiene mucha tecnología para detectar tomas. ¿Cómo es posible que se tarde en cerrar esas fugas?
–Es que por ejemplo, hay un ducto de 20 pulgadas y le estás haciendo un tapping de media pulgada, es muy difícil que lo detecte. O sea, el flujo de un ducto de 20 o 30 pulgadas, o de 36 pulgadas que es el más grande, es muy difícil que el sistema lo detecte pronto. Y lo cierto, creo yo, es que hay complicidad de gente de adentro. Porque quienes roban tienen información de qué tipo de gasolina pasa. Ellos saben qué es lo que están sacando. Ellos saben a lo que van, por gasolina o por diesel. Definitivamente hay complicidad.
–En su experiencia, ¿cómo se puede parar este tipo de robo a Pemex?
–Es muy fácil. Si el Gobierno federal quisiera en realidad terminar con el robo de gasolina lo podría hacer. Pemex tiene un buen sistema, pero lo principal es que desde arriba se quiera terminar con este robo. Yo quisiera saber, ahora que los ductos van a ser de las empresas privadas, ¿qué van a hacer? Lo más seguro es que haya guardias por los ductos, que ni siquiera los dueños de las tierras por donde atraviesan los ductos van a poder pasar. Pero eso no se hace ahora, que la empresa es del Estado.
–¿Por qué no se quiere actuar?
–La intención, creo, es quebrar a Pemex, desfalcar a Pemex, para facilitar la venta, Que ya consiguieron. O sea, no pudo ni siquiera concursar en la Ronda Uno porque no tiene recursos. Con todo este robo hormiga y con todo el robo desde arriba no hay forma que Pemex salga adelante. Y no sé si los que trabajamos podamos combatir esto, pero lo seguimos intentando.
–¿Cómo se repara una toma clandestina?
–Depende de cómo se la fuga. Normalmente hacen el tapping y dejan abierta la válvula, porque les iban a caer y se fueron corriendo y dejaron abierta la válvula. Si no hay incendio los trabajadores de Pemex sólo cierran la válvula, le quitan el arreglo y le ponen un parche. Si hay incendio se corta primero el flujo al ducto para controlar el fuego.
–¿O sea que alguien puede regresar, quitar el parche y abrir nuevamente la toma?
–Claro. Por eso se usa mucha la técnica del tapping, así lo hace cotidiano, sólo abren y cierran la válvula. Ellos van, cargan su pipa y cierran. Al rato regresan, cargan otra pipa y vuelven a cerrar.
La Gran Alianza Petrolera y el Frente Nacional Petrolero, integrado por disidentes del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) han acusado a los líderes del gremio, incluyendo al Senador Carlos Romero Deschamps, de estar involucrados en el robo de combustibles.
De hecho, a principios de año los inconformes entregaron un documento a la oficina de los pinos donde acusaron que: “el dirigente y sus líderes seccionales del país están involucrados en este ilícito, en el robo de los combustibles”.
"[Los implicados] Han denigrado a la organización, usurpando el poder ilegalmente y realizando saqueos, robo de recursos de esta empresa, de la Nación y del patrimonio de los trabajadores, y han construido un emporio de intereses políticos y económicos", expusieron en su escrito dirigido, además de al Presidente Enrique Peña Nieto, al varios secretarios de Estado.
Además de pedir investigaciones eficientes que apunten a la cúpula sindical, los trabajadores agregaron: Carlos Romero Deschamps “ha construido un emporio de intereses políticos y económicos que han rebasado las fronteras del país”.
En 2012 Pemex perdió 7 mil 300 millones de pesos por el robo de combustible; en 2013, con 2 mil 627 tomas clandestinas -poco menos de las que se han reportado en 2015-, las pérdidas fueron de 10 mil 300 millones; y en 2014 los delincuentes robaron 21 mil 350 millones de pesos en combustible.
Los costos por daños a terceros y el riesgo que viven los pobladores también deben ser atendidos por la petrolera mexicana.
De acuerdo con datos de Pemex Refinería, dados a conocer en 2014, el mayor número de denuncias por robo se encuentra en Tamaulipas (2 mil 286), Sinaloa (mil 942), Guanajuato (mil 342), Jalisco (mil 209), Puebla (mil 150), Veracruz (mil 117), Estado de México (971), Nuevo León (950), entre otros.
En el informe sobre ductos ilegales del semestre de 2015 la mayoría de casos se encontró en Tamaulipas (627), Guanajuato (371), Puebla (297). En 2014 en el Estado de México se registraron 244 tomas, mientras que en la Ciudad de México sólo se presentó una derivación clandestina.
Por su parte la Procuraduría General de la República (PGR) implementó entre 2014 y lo que va de 2015, aproximadamente 51 operativos, que derivaron en la detención de 30 presuntos delincuentes. También la recuperación de 1.1 millones de litros de combustibles, equivalentes a 84.5 millones de pesos y el aseguramiento de 35 inmuebles y 165 autotanques.
Expertos en la materia aseguran que desde hace unos años el crimen organizado incursionó en otros negocios además del narcotráfico, tal es el caso de la minería, la extorsión y el robo de combustible, el cual ha servido no sólo para la venta de gasolina, sino para la producción de drogas sintéticas, abastecer sus automotores para el trasiego o incluso han robado crudo para actividades industriales.
Actualmente existe un proyecto para la Ley para Prevenir y Sancionar los Delitos Cometidos en Materia de Hidrocarburos, en el cual se estipula que el robo de gasolina, así como la compra, almacenaje y suministro se castigará hasta con 35 años de prisión y multas hasta por 50 mil días de salario mínimo vigente.
Pero a pesar de los avances y decenas de operativos para acabar con la práctica, también existen claroscuros, pues existen gasolineras donde no despachan “litros de a litro”, sumado a que en muchas ya revenden la gasolina que fue robada y también existen autoridades que no han dado resultados.
Ejemplo de ello es que en de 2010 a 2014 en Tamaulipas, el estado líder de tomas clandestinas, sólo se arrestaron a 19 personas, quienes fueron acusados y condenados a 10 años en prisión, según datos de la Procuraduría General de la República.
Por otra parte, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), informó que la zona centro del país es donde se distribuye y se vende en mayor cantidad gasolina robada. Sumado a ello agregó que seis de cada 10 gasolineras presentan anomalías.
La Procuradora Federal del Consumidor, Lorena Martínez Rodríguez, aseveró en mayo pasado durante una conferencia de prensa realizada en Culiacán, Sinaloa, que los grupos del crimen organizado que se dedican a robar combustible mantenían relación con empresarios de Distrito Federal y Estado de México.
“Quienes se dedican a robar combustible tiene relación con quienes finalmente los distribuyen en gasolineras para la venta al público, porque es una manera de disimular la gasolina robada”, dijo la titular de la Profeco.
En el primer trimestre de este año, Petroleos Mexicanos (Pemex) perdió 101 mil millones de pesos por la caída de las ventas, la depreciación del peso, la baja en las reventas de gasolinas y diesel, y entre otros factores, el robo de hidrocarburos, según informaron ejecutivos.