Ciudad de México, 10 agosto (SinEmbargo).- Diana Reyes, cantante grupera residente en Chicago y nacida en La Paz, Baja California, en un pueblo que presume “como uno de los más tranquilos de México”, se parece mucho físicamente a Jenni Rivera.
De hecho, en la primera producción discográfica con banda sinaloense que presenta en nuestro país y que lleva por título Ajustando cuentas, hay un dúo con la artista fallecida en un avionazo en el pasado diciembre.
También comparte con la ex juez de La Voz México el carácter extrovertido, la frescura y sin duda la simpatía.
Diana Estela Polanco Reyes, la menor de seis hermanos, dice haber nacido para cantar. A los 9 años, tuvo como madrina a la gran Lola Beltrán y abrió conciertos de figuras como Vicente Fernández, Juan Gabriel, Antonio Aguilar, Flor Silvestre y la misma Lola Beltrán entre otros.
En 1995 dio a conocer su primera producción discográfica, A todo Norte, a la que le siguió Nacimos para amarnos, Cuando tuve ganas, La Socia, este último proveedor de un hit homónimo y que la hizo conocida en todo el territorio nacional.
Fue en Chicago, sin embargo, donde ha desarrollado su carrera profesional, convirtiéndose en una figura admirada por la comunidad latina en los Estados Unidos. Allí, cambió el estilo y abrazó como propio el pasito duranguense, un género que ahora ha dejado a un lado para mostrarse renovada con Ajustando cuentas, un disco con banda sinaloense con el que debuta como compositora.
Es el tema que da nombre al disco el que Diana canta junto a Jenni Rivera.
- ¿Quieres ser la nueva Jenni Rivera?
- Jaja, muchos me han hecho esa pregunta pero nadie en forma tan directa. La verdad, no. He trabajado mucho durante muchos años y obviamente no he llegado a la posición en la que ella estaba, pero mis aspiraciones son ambiciosas, son altas. Una artista siempre va a ser único e irrepetible en su estilo.
- ¿Jenni Rivera ha sido importante en tu carrera musical?
- Para mí y para las pocas que somos en el género grupero ella ha sido fundamental. Abrió una puerta grande para las mujeres y te mentiría si te dijera que no quiero llegar al lugar que ella ocupó.
- ¿Qué diferencia hay entre la música de banda y la música grupera?
- La diferencia está dada por los instrumentos. Música grupera, por ejemplo, es lo que hace Ana Bárbara, Jenni hacía música de banda y norteña es lo de Los Huracanes del Norte. Son muchas gamas, aunque ahora, para entrar en la categoría de los Grammy, ya nos llaman “Música Regional Mexicana”. Mi impresión es que gruperos somos todos los que cantamos música popular. Aunque a Vicente Fernández no lo llaman estrictamente cantante grupero, para mí lo es.
- Digamos que por el lugar donde naciste no tenías mucha escapatoria…
- (risas) Bueno, soy de muchos lados. Nací en La Paz, Baja California. Mi madre es de Hermosillo, Sonora. Mi padre es de Culiacán. Mis cinco hermanos son de Los Mochis.así que me considero una mezcla de todo eso, lo que me ha permitido hacer pasito duranguense en una época y ahora dedicarme a la banda sinaloense.
- Todo el norte mexicano ha sido manchado por el signo de la violencia…
- Mira, en ese sentido tengo que presumir que La Paz, una ciudad que vale la pena conocer, ha ganado el primer lugar en una encuesta y es el lugar más tranquilo de México. No falta por ahí algún raterillo, pero la violencia del crimen organizado no ha llegado a mi ciudad, afortunadamente.
- ¿Y ahora que vas a recorrer todo el norte promoviendo tu disco, tienes miedo?
- Digamos que el tema de la violencia a veces tiene que ver con la mala suerte, con ese azar que no puedes controlar, estar en el momento equivocado y en el lugar equivocado. Hay muchos artistas que actúan en Michoacán, en Chihuahua, donde la violencia arrecia y nunca les ha pasado nada… Tengo un poco de temor, eso no lo voy a negar. Acabo de estar en Ciudad Juárez y sientes el ambiente un poco espeso…te da miedo, claro, pero no puedes encerrarte en tu casa. Tienes que salir a mostrar tu música…
- Es la vida que has elegido, además
- Totalmente. Siempre digo que si volviera a nacer me gustaría ser cantante grupera y tener la madre que tengo. Son cosas fundamentales para mí, que no cambiaría por nada.
UN DISCO MUY TEQUILERO Y PISTEADOR
Dice Diana Reyes que Ajustando cuentas, el disco con el que intentará conquistar a los fans mexicanos, es un trabajo “tequilero” y “pisteador”, integrado por canciones “reales” con las que le canta a las amantes, a los infieles, a los hombres que cambian a sus mujeres de toda la vida por una jovencita.
“Es un disco en contra de ellos y en contra de ellas, con el que te puedes divertir mucho”, asegura la cantante.
- ¿Quiénes te inspiran?
- Me gusta mucho Paquita la del Barrio y de hecho ella tiene un compositor, Manuel Toscano, que también escribe para mí. Se me hace increíble que un hombre pueda hacer letras tan buenas en contra de los propios hombres. Soy muy admiradora de Lupita D’Alessio, con todas esas canciones de despecho…
- ¿Te han abandonado mucho?
- Mucho no, pero lo suficiente para sufrir gacho (risas) Una vez conocí a un chavo del que por suerte no llegué a enamorarme y un día llegó una mujer a tocar el timbre de mi casa para decirme que era la esposa. Eso lo cuento en la canción “Una de tequila”…
- ¿Cómo es la vida de una cantante grupera?
- Bueno, me la paso viajando y cuando estoy en mi casa, me pongo lo más cómoda posible…no hay nada de glamour. Soy muy normal. Me encanta sacar a mi perro a pasear, a veces voy al gimnasio, otras me da flojera y no voy, me gusta mucho ir al cine, sufro cuando engordo una libra y me pongo feliz cuando la bajo.
- Y en Chicago, además, pasas mucho frío
- (risas) Es verdad, pero apenas paso dos semanas al año allí. El resto del tiempo viajo por todo el territorio estadounidense dando conciertos.
- ¿Sientes presión por estar siempre delgada?
- ¡Sí! A las cantantes nos hacen mucho bullying. Me preocupo bastante entre otras cosas porque me gusta verme bien. Soy muy activa en las redes sociales y nunca falta el que postee algo desagradable en torno a tu aspecto. No es que busque me alaben todo el tiempo, pero de pronto hay gente que es muy cruel. Trato de no prestarle atención a las cosas negativas, pero cuando participé en el programa Mira quién baila, me deprimí muchísimo. La gente me decía: - Estás bien gorda y yo me miraba al espejo y me decía, ¡Pero si estoy bien buena!