La crisis del peso duró apenas una hora tras la renuncia de Carlos Urzúa a la Secretaría de Hacienda. Se tendió hacia arriba con un brinco que en los gráficos se notó mucho, debido a que operaba con estabilidad. Pero luego de la hora, la crisis se apagó. No recuperó todo el terreno, pero sí frenó una corrida. Y luego mantuvo una estabilidad por arriba de los 19 por dólar.
Ciudad de México, 9 de julio (SinEmbargo).– El peso mexicano sufrió este martes una depreciación de 1.16 por ciento o 22 centavos, cotizando alrededor de 19.13 pesos por dólar y alcanzando un máximo de 19.3552 pesos, luego de que Carlos Urzúa Macías presentó su renuncia como Secretario de Hacienda, convirtiéndose en el titular con menor duración desde diciembre de 1994, cuando Jaime Serra Puche estuvo 28 días al frente de la dependencia.
La crisis del peso duró apenas una hora. Se tendió hacia arriba con un brinco que en los gráficos se notó mucho, debido a que operaba con estabilidad. Pero luego de la hora, la crisis se apagó. No recuperó todo el terreno, pero sí frenó una corrida. Y luego mantuvo una estabilidad por arriba de los 19 por dólar.
Un análisis de Banco Base confirma que la renuncia de Carlos Urzúa ocasionó un incremento en la volatilidad del tipo de cambio y la depreciación del peso, una caída del IPC de la Bolsa Mexicana de Valores que cerró con un retroceso de 1.77 por ciento o 770.43 puntos, ubicándose en 42 mil 818.66 puntos.
Por su parte, la tasa de rendimiento de los bonos M a 10 años mostró un incremento de 18 puntos base a 7.56 por ciento, como resultado de la venta de valores gubernamentales mexicanos en el mercado secundario.
“La moneda mexicana tiene la capacidad de seguir fortaleciéndose frente al dólar en el corto plazo, por lo que el precio de la divisa estadounidense podría bajar hasta los 19 pesos, y ‘con suerte’ fortalecerse aún más”, dijo Carlos Urzúa el 9 de enero en una entrevista que concedió a Bloomberg, la primera que da en el cargo.
Luego de que Urzúa anunció su renuncia, el dólar llegó a subir 19.37 unidades, aunque finalmente cerró en 19.16 pesos, un avance de 1.37 por ciento, según datos del Banco de México (Banxico).
En la sesión, el peso cotizó entre un mínimo de 18.8807 y un máximo de 19.3552 pesos por dólar.
La moneda mexicana moderó sus pérdidas después de que se dijera que Arturo Herrera Gutiérrez se quedaba como titular de la Secretaría de Hacienda. Sin embargo, persiste el nerviosismo, lo cual contribuye con los riesgos al alza para el tipo de cambio.
Lo mismo sucede con el IPC (S&P BMV IPC), índice de referencia de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), que este martes extendió sus pérdidas tras la renuncia de Urzúa hasta caer 1.77 por ciento.
El IPC se ubica en 42,818.66 puntos con un retroceso de 770.42 puntos equivalente a 1.77 por ciento. Así, el IPC pierde el piso de los 43,000 puntos y observó un movimiento contrario al de los principales índices de Wall Street que recortaron pérdidas al final de la jornada.
De acuerdo con Banco Base, la reacción del mercado se debe a los siguientes factores:
1. Se renovó el nerviosismo en relación a las acciones del Gobierno Federal. El titular de la Secretaría de Hacienda era visto por los mercados y por el sector empresarial, como uno de los elementos que brindaba mayor certidumbre a la administración de López Obrador. La carta de renuncia fue vista como una dura crítica a la forma en que se están llevando a cabo las acciones de la actual administración.
2. La renuncia de Carlos Urzúa fue sorpresiva y al mercado financiero, así como al sector empresarial, no les gustan las sorpresas. La noticia siembra duda sobre la capacidad del gobierno de cumplir sus objetivos de superávit primario y evitar el crecimiento de la deuda en el largo plazo.
Asimismo, se eleva la probabilidad de que las agencias calificadoras recorten la calificación crediticia de Pemex y de México, frenando los flujos de capitales hacia México.
3. La mayor incertidumbre inhibe la inversión, lo que a su vez reduce el potencial de crecimiento económico de México. Durante el primer trimestre del año la actividad económica se desaceleró por una contracción de la inversión, lo que podría extenderse los próximos meses si no hay claridad sobre las acciones que implementará el gobierno en turno.
