Alrededor de mil 400 personas afectadas por estos actos del crimen organizado huyeron al municipio vecino de Yajalón, de acuerdo con autoridades locales.
Por Edgar H. Clemente
TAPACHULA, México (AP).- Cientos de personas se han desplazado de una localidad del sur de México tras ataques de un grupo armado que ha dejado al menos dos muertos, informaron autoridades.
La cifra de desplazados en el municipio de Tila, en el sureño estado de Chiapas, no ha sido determinada por las autoridades, quienes todavía realizan un censo y brindan ayuda humanitaria, dijeron funcionarios de Protección Civil Estatal. Ese municipio enfrenta desde hace décadas un conflicto por tierras.
Juan Manuel Utrilla, Alcalde con licencia del vecino municipio de Yajalón, dijo en entrevista con The Associated Press el sábado que unas mil 400 personas llegaron a esa localidad y fueron llevadas a dos refugios, donde les brindan alimentos.
“Entre mujeres, niños, familias completas, muchas personas tienen familia en Yajalón y también se fueron a la casa de los familiares”, aseguró el también Diputado local electo.
Víctor Gómez, habitante de Tila, contó a AP que fue quemada su casa e intentaron asesinarlo, por lo que huyó junto a otros 11 miembros de su familia.
“Después de estar más de 72 horas en asedio, con casas quemadas, intimidaciones, entre otras cosas”, la gente logró salir con lo que podía tras llegar las fuerzas de seguridad, afirmó vía telefónica. “Hay mucha gente que estaba enferma, muchos salieron con lo que tienen; sin dinero, sin ropa, dejaron todos sus bienes, todas sus pertenencias, muchas mascotas dentro del poblado de Tila que no pudieron ser evacuadas”, debido a la violencia armada.
Los ataques armados dejaron al menos dos muertos y cinco heridos esta semana, según las autoridades judiciales.
El viernes, ingresaron 500 elementos del Ejército mexicano, la Guardia Nacional, la Secretaría de Seguridad Estatal y Fiscalía local para resguardar el orden y auxiliar a la población durante su traslado a un refugio en Yajalón.
En un comunicado conjunto divulgado la víspera, señalaron que la operación fue desplegada por aire y tierra, además de instalar puntos de inspección en carreteras de la zona.
El Comité de Derechos Humanos Digna Ochoa acusó a las autoridades de responder tardíamente al indicar que los ataques que incluían quema de casas, comercios y vehículos, así como asesinatos, llevaban tres días.
De acuerdo con denuncias de los pobladores, los del conflicto son grupos armados muy locales dedicados principalmente a la extorsión y cobro de piso. Sin embargo, la zona es ruta del tráfico de drogas, armas y migrantes, principalmente utilizadas por los grandes cárteles de la droga mexicanos Sinaloa y Jalisco Nueva Generación.