Tovalin adelantó a este medio que “El Origen” será el “disco más ecléctico que he hecho hasta ahora”, puesto cada una de las canciones que conforman el esqueleto de éste son “totalmente distinta una de la otra”.
Ciudad de México, 9 de junio (SinEmbargo).- “¿Qué significa haber nacido en un país que fue colonizado? y ¿cómo influye nuestra historia en nuestro autoconcepto e identidad como latinoamericanos?”. Esas fueron algunas de las preguntas que llevaron a la compositora mexicana Amanda Tovalin a trabajar en su próximo álbum titulado “El Origen”.
Hasta el momento, Amanda ha revelado los primeros dos sencillos de lo que será su nuevo material discográfico, el cual verá la luz en diciembre de este año. Se trata de “¿Cuánto tengo?”, donde en colaboración con los productores RNDN, de Chiapas, y Javier Nadal Testa, de Tucumán, Argentina, cuestiona cómo la gentrificación afecta a los latinos en distintas latitudes; y “¿De dónde vengo?”, un trabajo en el que aborda el tema de la identidad.
“Cuando empecé a viajar un poco más y a salir de mi país como que no puedes evitar todo el tiempo estar reflexionando un poco sobre dónde vienes y, quizás, un poco en las características que pueden llegar a ser parte de tu identidad. Yo vengo de una familia unida a sus tradiciones de cierta manera, mi abuela y mi abuelo eran de Yucatán, entonces estaban muy apegados a las tradiciones mayas, al lenguaje maya, pero al mismo tiempo yo me preguntaba ‘por qué hablo inglés y no hablo maya'”, compartió la cantautora en entrevista para SinEmbargo.
“Con este tipo de preguntas, y hablando con otros amigos, me di cuenta de que nadie estaba hablando de esto. Siento que de este tipo de preguntas luego salen problemáticas mucho más fuertes y no tenemos espacios para poder reflexionarlas. De ahí empezó la idea de este proyecto”, agregó.
De acuerdo con la cantautora, “El Origen” se pudo materializar gracias a la convocatoria de Ibérmusicas, fundación internacional enfocada en ayudar a músicos en distintas áreas, que le otorgó el apoyo de creación musical a modalidad en larga distancia.
En este sentido, Tovalin adelantó a este medio que este álbum será el “disco más ecléctico que he hecho hasta ahora”, puesto cada una de las canciones que conforman el esqueleto de éste son “totalmente distinta una de la otra”.
“Ha sido un proyecto súper bonito porque lo venimos trabajando desde hace un año en el que nos juntamos varios artistas, y más que ahondar en una problemática, nos pusimos a preguntarnos cosas, entonces justo el lema del disco es que no tenemos las respuestas, pero si tenemos muchas preguntas”.
Y abundó, “tratamos de tocar temas que a todos, de cierta manera, nos han tocado, desde los temas que conocemos como el racismo y el clasismo, hasta temas que son igual de fuertes, pero un poco más sutiles, como qué pasa con Latinoamérica y sus recursos naturales o, qué pasa con la gentrificación”.
Al ser cuestionada por la mayor inquietud que le dejó el componer sobre las diversas problemáticas que se viven en diversas regiones de México y América Latina, la música expuso que fue encontrar el sonido de la identidad latinoamericana.
“Tuve que cambiar el pensamiento de ‘yo voy a hacer esto’ a ‘yo voy a observar y ver qué pasa’. La verdad me dio mucha humildad en el proceso porque me di cuenta que había muchas cosas que no entendía, y a partir de ahí comenzó otro proceso que fue, un poco, desmitificarme a mí misma, preguntarme muchas cosas. Hay una canción que saldrá después que habla, por ejemplo, de la estética de las mujeres y como una mujer en su casa se siente bella, pero cuando sale está todo el tiempo en esa comparación invisible que, a veces, no le permite sentirse bien con cómo se ve, y eso también tiene que ver mucho con la colonización”, explicó.
Finalmente, apuntó que el objetivo principal de “El Origen” estuvo enfocado en hacer “que la música por sí misma sea disfrutable, que te guste, aunque a lo mejor no entiendas, o no te interese en ese momento, esa temática. Al final del día, nuestro trabajo como artistas es ese, o sea, no venimos a decir cómo tienen que ser las cosas ni obligar a nadie a reflexionar sobre temas que no quieren, simplemente ofrecer este espacio en donde la gente si quiere puede meterse, pero también puede corporalmente disfrutar la música y bailarla”.