Una investigación sugiere que el género es un factor importante no solo para determinar el impacto de la temperatura en la comodidad, sino también en la productividad y el rendimiento cognitivo.
MADRID, 09 de junio (EUROPA PRESS).– El estudio revela que las mujeres se desempeñaban mejor en tareas matemáticas y verbales a temperaturas más altas, mientras que sucede lo contrario en el caso de los hombres. A medida que aumentaban las temperaturas, también lo hacía el desempeño de las mujeres en las tareas. Cuando las temperaturas bajaron, los hombres obtuvieron mejores resultados, aunque la relación entre la temperatura y el rendimiento de los hombres fue menos pronunciada.
El trabajo sugiere que el género es un factor importante no solo para determinar el impacto de la temperatura en la comodidad, sino también en la productividad y el rendimiento cognitivo. El estudio, escrito por Tom Chang, profesor asociado de Finanzas y Economía Empresarial en la Escuela de Negocios Marshall de la Universidad del Sur de California (USC), en Estados Unidos, y Agne Kajackaite, del Centro de Ciencia Social WZB, en Berlín, Alemania, se publica en la edición de esta semana en PLOS ONE.
“Se ha documentado que a las mujeres les gustan las temperaturas interiores más cálidas que a los hombres, pero hasta ahora la idea ha sido que es una cuestión de preferencia personal –apunta Chang–. Lo que descubrimos es que no es sólo si te sientes cómodo o no, sino que tu rendimiento en las cosas importantes, en matemáticas y en las dimensiones verbales, y lo mucho que lo intentas, se ve afectado por la temperatura”.
En el experimento de laboratorio realizado en Berlín, participaron un total de 543 estudiantes. Para cada sesión, se establecieron las temperaturas de la sala en varios incrementos que van desde aproximadamente 16 grados Celsius a aproximadamente 33 grados Celsius.
En cada periodo, los participantes debían completar tres tareas diferentes, incentivadas monetariamente en función del rendimiento, dentro de un periodo de tiempo determinado. En la prueba de matemáticas, se pidió a los participantes que sumaran cinco números de dos dígitos sin usar una calculadora. Para la tarea verbal, se les pidió que construyeran tantas palabras en alemán como fuera posible con un conjunto de diez letras. En la última tarea, la prueba de reflexión cognitiva, los participantes recibieron un conjunto de preguntas enmarcadas para que la respuesta intuitiva fuera la respuesta incorrecta.
LA TEMPERATURA INFLUYE EN TAREAS VERBALES Y DE MATEMÁTICAS
Los autores encontraron una relación significativa entre la temperatura de la habitación y la calificación de los participantes en las tareas verbales y matemáticas, mientras que la temperatura no tuvo ningún efecto para hombres y mujeres en la prueba de reflexión cognitiva.
“Una de las cosas más sorprendentes que aprendimos es que no se trata de los extremos de la temperatura –dice Chang–. No es como si nos estuviéramos congelando o hirviendo. Incluso si pasas de 15 a 23 grados [Celsius], que es un rango de temperatura relativamente normal, todavía ves una variación significativa en el rendimiento”, añade.
Los autores señalan que el incremento en el rendimiento cognitivo femenino a temperaturas más cálidas parece ser impulsado en gran medida por un aumento en el número de respuestas presentadas, lo que interpretaron como evidencia de que la elevación en el rendimiento se debe en parte a un crecimiento en el esfuerzo.
De manera similar, la disminución en el rendimiento cognitivo masculino estuvo parcialmente impulsada por una bajada en el número de respuestas enviadas. El incremento en el rendimiento cognitivo femenino es mayor y se estima con mayor precisión que la disminución en el rendimiento masculino.
Los autores creen que los resultados “aumentan los riesgos en la batalla del termostato”, lo que sugiere que no se trata solo de comodidad, sino también de rendimiento cognitivo y productividad. Dicen que sus hallazgos sugieren que, en lugares de trabajo de género mixto, deben establecerse temperaturas significativamente más altas que las normas actuales para elevar la productividad.
“La gente invierte mucho para asegurarse de que sus trabajadores estén cómodos y sean altamente productivos”, afirma Chang. “Este estudio indica que incluso si solo te preocupa el dinero o el rendimiento de tus trabajadores, es posible que desees incrementar la temperatura en los edificios de tus oficinas”, concluye.