Alfredo Guati demostró Rojo un profundo amor por su país, México

09/06/2012 - 11:40 am

México, 9 jun. (Notimex).- Distinguido como uno de los creadores de arte más importantes de México y nombrado como el mejor acuarelista del país, Alfredo Guati Rojo Cárdenas falleció el 10 de junio de 2003, demostrando un profundo amor por el país que lo vio nacer.

El artista nació en Cuernavaca, Morelos, en 1918, y fue hijo único de María de Jesús Cárdenas y José Guati Rojo Ramírez. Pasó su infancia escuchando las historias de su abuela paterna y viajando por toda la República, debido al trabajo de su padre que era abogado en Derecho Penal.

Cuando cursaba la primaria, su maestro Luis Betanzos fue uno de los primeros en reconocer el talento artístico de Guati Rojo y se dio a la tarea de fomentarle interés por la pintura y el arte en general, de acuerdo con la biografía que difunde el sitio web del Museo Nacional de la Acuarela.

Con tan solo 16 años de edad, Guati Rojo dejó su hogar en Cuernavaca para trasladarse a la Ciudad de México a casa de su abuela paterna y estudiar en la Escuela Nacional Preparatoria. Años después se matriculó en la Escuela de Derecho, para continuar con la tradición familiar y seguir los pasos de su padre.

Sin embargo, pronto decidió cambiar su rumbo y con el apoyo de su madre, estudió de manera definitiva la Licenciatura en Artes Plásticas en la Escuela Nacional de Artes Plásticas, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En esta institución, El Maestro sobresalió rápidamente y comenzó a trabajar como ayudante de sus maestros. Con el modesto sueldo que percibía por su trabajo, compró las pinturas en acuarela de pequeño formato que pintaban sus mentores y así, inició la colección que hoy en día constituye el patrimonio del Museo de la Acuarela.

Contrajo matrimonio a los 21 años con Berta Pietrasanta y ese mismo año, el presidente en turno, Lázaro Cárdenas, le otorgó la condecoración “Águila Azteca” al mérito, por su labor cultural realizada por Centro y Sudamérica, junto con Ignacio Beteta.

Guati Rojo se volvió experto en grabado y artes plásticas, y compartió sus conocimientos desempeñándose como profesor de 1937 a 1969, en instituciones públicas y privadas.

Para 1954 fundó el Instituto de Arte en México, ubicado en la Colonia Roma, en el primer piso de la casa que habitaba con su esposa. Allí, impartió clases de dibujo y pintura, y en ocasiones montó exposiciones y organizó actividades culturales.

Su quehacer continuó y en 1955 instituyó el primer Salón Nacional de la Acuarela, donde se mostró el trabajo realizado por pintores dedicados a esta técnica. Las mejores obras eran premiadas y compradas por Guati Rojo, quien así logró acrecentar su colección que en ese entonces ya era considerable.

Su pasión por el arte y la acuarela lo llevaron a fundar la Sociedad Mexicana de Acuarelistas en 1964, junto con pintores destacados de la época, como Gustavo Alanís, Edgardo Coghlan, Manuel Arrieta, Jesús Ochoa y Teresa Miranda, entre otros.

En 1967 fundó el Museo Nacional de la Acuarela, siendo el primer recinto en el mundo dedicado a esta técnica y el espacio que alberga exposiciones de reconocidos artistas nacionales e internacionales y la Bienal Internacional de Acuarela.

Además de ser el director del museo, Guati Rojo abocó sus esfuerzos a la gestión cultural, por lo que en 1971 fue jefe del Departamento de Artes Plásticas, del Instituto Nacional de Bellas Artes.

Su obra forma parte de las colecciones permanentes de importantes museos alrededor del mundo, entre los que destacan el Museo de Tel Aviv, en Israel; Museo Urawa-Saitama, en Japón; Museo Boliviano de Arte Contemporáneo, en Colombia; Museo Nacional de la Acuarela en México y la Asociación Italiana de Acuarelistas de Milán, Italia.

Asimismo, el acuarelista mexicano participó en diversas exposiciones individuales y colectivas en Austria, Bélgica, España, Italia, Francia, Gran Bretaña, Japón, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Indonesia, Brasil, Singapur, Colombia, Canadá y Venezuela, así como en diversos estados de la República Mexicana.

Su labor artística y cultural le mereció ser reconocida con los premios Miembro de la Legión de Honor Nacional y del Salón de la Plástica Mexicana, Miembro Vitalicio de la Sociedad Real de Arte de Inglaterra, Miembro Honorario de la Agrupación de Acuarelistas de Cataluña, Miembro de la Asociación Internacional de Artes Plásticas de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y Miembro de la American Watercolor Society.

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