Los especialistas indicaron que la región tiene un alto potencial arqueológico, pues en el arrecife Sacramento habría hasta cinco embarcaciones históricas.
Ciudad de México, 9 de mayo (SinEmbargo).- El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) anunció este jueves el primer proyecto de arqueología subacuática que trabajará en las costas de Baja California, llamado “Inventario Arqueológico de Pecios de los siglos XIX y XX en el Pacífico Mexicano”.
Durante el plan, impulsado por la Secretaría de Cultura y liderado por la arqueóloga subacuática Mariana Piña Cetina, un equipo de especialistas del Instituto descenderá varios metros en el arrecife Sacramento, ubicado en el Rosario, para descubrir hasta cinco embarcaciones históricas hundidas.
Los especialistas registrarán embarcaciones de diversas naciones que daten de ambas centurias, y que yazcan bajo aguas nacionales en las costas de Baja California.
“En el litoral del Pacífico norte de México, en Baja California, la superficie arenosa y profunda guarda una inmensa cápsula del tiempo con historias intactas de barcos de diferentes épocas y latitudes que, mientras navegaban por esas aguas de múltiples corrientes, fueron enviados por algún accidente al fondo marino”, compartió la dependencia federal.
En un comunicado, la especialista adscrita a la Subdirección de Arqueología Subacuática (SAS) detalló que será entre finales de mayo e inicios de junio de 2024 cuando inicien el inventario con énfasis en dos puntos de alto potencial arqueológico: las islas Todos Santos, en la bahía de Ensenada, y en el arrecife Sacramento, en la bahía del Rosario, tras haberse realizado exploraciones iniciales durante 2021 y 2022, y de apreciar la necesidad de explorarlos por su riqueza para la investigación.
“La investigación histórica y documental que realizamos habitualmente, nos lleva proponer que en el arrecife Sacramento podemos hallar hasta cinco barcos de diferentes nacionalidades, del siglo XIX o principios del XX”, sostuvo Piña Cetina al explicar que, en 2021, recibieron el reporte de pescadores del lugar sobre la existencia de una vasija. “Enseguida, el INAH realizó una visita de reconocimiento y encontró, al menos, dos contextos arqueológicos que podrían pertenecer a barcos diferentes”, añadió.
La investigadora advirtió que esta zona presenta obstáculos únicos, lo que requiere una temporada completa de exploración, debido a las corrientes, los sedimentos y las dificultades para llegar a los lugares de buceo en el arrecife, aunque confía en la estrecha relación con la comunidad de pescadores para llevar el proyecto a buen puerto.
De acuerdo con el INAH, la SAS ha registrado, entre 2016-2019 y 2021, de manera esporádica pecios en esta región del país, por lo que ahora este proyecto utilizará estrategias y técnicas arqueológicas de vanguardia, como el uso de sistemas de información geográfica y el registro mediante fotogrametría. Así como la evaluación y posteriores recomendaciones de la conservación y/o restauración de los bienes que se lleguen a registrar.
La iniciativa busca la colaboración con las comunidades locales, así como la difusión en estas, en el resto del país y en foros internacionales, sobre los resultados obtenidos.
El INAH relató que el arrecife Sacramento fue bautizado con ese nombre luego del naufragio, en diciembre de 1872, del SS Sacramento, un sidewheeler, construido en 1864, en Nueva York, una de las naves que la SAS podría localizar este año, a sólo cinco metros de profundidad. Hacía viajes regulares de carga y pasaje, de Nueva York a San Francisco, California, para lo cual rodeaba hasta el Estrecho de Magallanes, en el sur del continente.
La ubicación geográfica de Baja California, la colocó, en los siglos XIX y XX, como paso obligado de las embarcaciones que, durante más de 300 años, se enfrentaron a una ruta de islas, arrecifes, bajos de arena y otros elementos de la geografía única de la península.
“Los barcos podían sondear en las cercanías y eso propició también un sitio ideal para la caza de lobos marinos y otros animales que fueron comercializados por los balleneros norteamericanos, canadienses e, incluso, rusos, con una presencia importante en la costa norte de México”, expuso.
En lo referente a la Bahía de Todos Santos, “en 2022, el buzo José Sierra avisó de la presencia de un barco hundido en la bahía de Ensenada. La SAS hizo el reconocimiento y se ubicó en un contexto específico, a 35 o 37 metros de profundidad. Lo que nos llama la atención es que, de acuerdo con él, se trata de un barco de construcción mixta con madera local. En esta temporada pretendemos registrarlo, ver de qué nación es, a qué venía y toda la información que podamos recuperar de su contexto”, narró la experta.