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Gustavo de Hoyos Walther

09/05/2023 - 12:03 am

El futuro de nuestra juventud

“Ser joven no es ser alguien que todavía no es adulto. Por el contrario, cada etapa de la vida humana debe concebirse como plena en sí misma y debe atenderse de acuerdo a su complejidad intrínseca”.

“Cualquier política de atención a la juventud tendría que tomar en cuenta cuando menos tres dimensiones: los servicios educativos, la promoción del empleo y el fomento de la cultura”. Foto: Universidad Nacional Autónoma de México vía Cuartoscuro.

México es un país de jóvenes. En efecto, de acuerdo con datos del Inegi, en 2020 la mitad de la población mexicana tenía 29 años o menos. Aunque es cierto también que la tendencia demográfica es hacia una sociedad predominante adulta, lo cierto es que hoy es necesario brindar las mayores oportunidades a las y los jóvenes mexicanos.

Lamentablemente, los programas puestos en marcha, tanto de gobiernos anteriores como del actual, para promover el empleo y otras oportunidades para los jóvenes, no han tenido el éxito deseado. El problema ha sido uno de visión y de una falta de cabal entendimiento de la situación.

Antes que nada debemos comprender que ser joven no es ser alguien que todavía no es adulto. Por el contrario, cada etapa de la vida humana debe concebirse como plena en sí misma y debe atenderse de acuerdo a su complejidad intrínseca.

Otra cosa que hay que tomar en cuenta es que no todos los jóvenes tienen los mismos proyectos o sueños. Algunos buscan pasar más tiempo estudiando, mientras otros piden oportunidades de empleo que se actualicen rápidamente. Al mismo tiempo, tanto unos como otros requieren de una oferta cultural vigorosa que les permita hacer uso de las oportunidades científicas, artísticas y culturales disponibles.

Por lo tanto, cualquier política de atención a la juventud tendría que tomar en cuenta cuando menos tres dimensiones: los servicios educativos, la promoción del empleo y el fomento de la cultura.

En cuanto a lo primero, establecer un sistema de educación bipartita en el que convivan dos tipos de oferta educativa es una buena idea.

Por un lado, habría un sistema de educación de largo plazo, en el que los jóvenes culminen su educación y logren obtener un título de técnico profesional, licenciatura, maestría o doctorado. Por otro lado, tiene que existir un sistema de corto plazo, en el que se privilegie el adiestramiento técnico de varios oficios y especialidades. Aquí los estudiantes reciben constancias que les permiten integrarse al mercado de trabajo de manera expedita. En ambos casos la educación que se imparta tendría que ser de alta calidad.

En lo que se refiere a la oferta de corto plazo, hay que poner en marcha un sistema de capacitación y formación para la juventud mexicana que permita a los jóvenes desarrollar habilidades en instituciones acreditadas, ligadas a necesidades del sector productivo que incentive la innovación, la creatividad y el emprendimiento.

En cuanto a lo segundo – la promoción del empleo – se pueden hacer varias cosas. En primer lugar, hay que ampliar la oferta de servicios de formación dual que permita combinar el adiestramiento en el lugar de trabajo con aprendizaje en escuelas técnicas, con duración no mayor a tres años. En segundo lugar, es necesario crear un ecosistema de intermediación laboral de los jóvenes que asegure su incorporación al mercado de trabajo. En tercer lugar, sería idóneo otorgar incentivos a los empleadores que acepten dar trabajo a los jóvenes beneficiarios de los esquemas de promoción del empleo. En cuarto lugar, es buena idea fomentar el emprendurismo entre los jóvenes mediante la disposición de capital semilla y otros apoyos a proyectos innovadores y creativos.

Finalmente, en cuanto a lo tercero – el fomento de la cultura – habría que buscar hacer asequible a los jóvenes los logros de índole científica, tecnológica, cultural y artística que ha realizado la humanidad a lo largo de su historia. Para ello hay que crear un sistema moderno de extensión de la ciencia y la cultura especial para los jóvenes. Este sistema tiene que estar bien financiado y contar con la participación de la iniciativa privada.

Pablo Picasso alguna vez dijo que tomaba mucho tiempo convertirse en joven. Siguiendo este pensamiento del gran pintor es que debemos lograr que todo ese tiempo valga la pena.

Gustavo de Hoyos Walther
Abogado y empresario. Ha encabezado diversas organizaciones empresariales, comunitarias, educativas y filantrópicas. Concentra su agenda pública en el desarrollo de líderes sociales (Alternativas por México), la participación ciudadana en política (Sí por México) y el fortalecimiento del estado de derecho (Consejo Nacional de Litigio Estratégico).

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