En entrevista con los periodistas Alejandro Páez Varela y Álvaro Delgado, como parte de la serie documental y el libro La disputa por México, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas hizo un amplio diagnóstico de la situación actual de país, ante lo cual se dijo preocupado por los grandes problemas que se viene arrastrando e indicó que incluso algunos “han aumentado con el transcurso del tiempo”.
Ciudad de México, 9 de mayo (SinEmbargo).– El ingeniero Cuauhtémoc Lázaro Cárdenas Solórzano, uno de los líderes históricos de la izquierda mexicana, no considera que el proyecto de Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador sea una alternativa al modelo neoliberal que ha regido México por más de tres décadas e incluso advirtió que “no se ven soluciones a lo que podemos llamar ‘grandes problemas nacionales”.
“Yo estoy preocupado porque veo que muchos problemas que veníamos arrastrando: pobreza, desigualdad, crecimiento económico, violencia, no sólo no se han resuelto, no se han disminuido, sino que han aumentado con el transcurso del tiempo. Esto es, tenemos una pobreza muy alta, más alta que muchos otros países en peores condiciones que nosotros. Tenemos una enorme desigualdad de carácter social; grandes diferencias que no se cierran, que no se acortan”, comentó el tres veces candidato presidencial en entrevista para la serie documental y el libro La disputa por México, editado por Harper Collins.
Cuauhtémoc Cárdenas es hijo del Presidente Lázaro Cárdenas del Ríos. Creció en la Residencia Oficial, que su padre bautizó como “Los Pinos” —en honor a la huerta del mismo nombre en la que enamoró a Amalia Solórzano, madre del ingeniero—, buscó tres veces llegar a la Presidencia y las tres veces se le negó: sobre él impusieron a Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo y Vicente Fox. En la elección de 1988, al menos, hubo fraude electoral.
En la platica abundó en su diagnóstico sobre la situación actual del país, dijo que hay “una economía que crece con insuficiencia” que se suma a una situación de violencia y de control de territorios por parte de la delincuencia, de tráfico de drogas, de personas, “todo lo que ahora se llama ‘el crimen o la delincuencia organizada’ que ahí está. Y no solo ahí está sino que crece y yo no veo que esto, en la práctica, esté disminuyendo”.
El ingeniero cuestionó además los servicios educativos y de salud, los cuales calificó como “deficitarios” y además refirió cómo el Estado “no ha cumplido satisfactoriamente sus funciones de recaudación, de realización de obra pública, de brindar seguridad a la gente, de ofrecer trabajo”.
Indicó que hay altas tasas de desocupación, insuficiencias en el empleo formal y crecimientos en el empleo informal: “al final de cuentas somos también deficitarios en la oferta que nuestra economía tendría que hacer para el trabajo formal. Yo diría que esto es una visión muy apretada de cómo estoy viendo las cosas y lo que me preocupa”.
Pese al diagnóstico, aclaró que todo esto no quiere decir “que no haya realizaciones importantes en otros aspectos” y reconoció que hay una obra pública en proceso; “una mejor relación o una buena relación, yo diría una buena relación internacional, en términos generales”. Pero aún así remarcó que México sigue estando lejos de América Latina, “pero esa ha sido una tendencia aquí, en el país, desde hace ya varios sexenios atrás”.
“Yo diría que cosas que están caminando, seguramente hay efectos positivos en algunos programas de entrega de dinero, por distintas razones. La siembra de árboles; este, los apoyos a los mayores, etcétera. No, no tengo estadísticas. No podría yo decir cómo van esos programas pero bueno, quiero pensar que pueden tener efectos positivos pero insuficientes, frente a la situación general del país”, concedió.
No obstante, enfatizó en que él no ve “un plan de trabajo definido, una visión general de cómo y hacia dónde conducir al país. Esto es, por parte del Estado, por parte del Gobierno en este caso particular. No tenemos una propuesta económica. No tenemos una propuesta de cuál es la política económica que nos va a permitir recuperar el crecimiento en el largo plazo”.
En cuanto al legado de su padre, la nacionalización del petróleo ocurrida el 18 de marzo de 1938, y su experiencia en el sector energético, Cárdenas Solórzano señaló que tampoco hay una propuesta clara, que sería indispensable en estos momentos, respecto a la transición energética.
“No tenemos hojas de ruta de cuál puede ser la transición energética. ¿Cómo vamos a llegar a que el Estado cumpla? Yo diría que en términos generales está cumpliendo: suministrar energía eléctrica o energía a todo el país y a todo el territorio nacional y a toda la población; digo, yo diría eso está razonablemente cubierto. Pero no sabemos qué va a pasar con las plantas termoeléctricas, o cómo vamos a impulsar más las energías limpias o si vamos a recurrir a las nuevas fuentes que existen, por ejemplo de las corrientes marinas o… en fin. No tenemos una claridad de por dónde conducir la transición energética”, expresó.
Cuestionado sobre si el triunfo de López Obrador puso fin a una era que inició con el modelo neoliberal implementado por el expresidente Miguel de la Madrid y al cual siguieron el fraude electoral de 1988 y la “alternancia simulada” con el PAN en 2000, expresó:
“Yo no veo que haya terminado. No se está impulsando un proyecto neoliberal pero, digamos, las estructuras que se montaron entonces, en términos generales, ahí están. Y esto es lo que sigue provocando que crezca la pobreza. Hay un mayor número de pobres que cuando empezó la administración. La desigualdad no cambia. La economía tampoco crece a los ritmos que requiere la satisfacción de todas las necesidades de la población. En trabajo, en ingreso, en la diversificación de la propia economía. Es decir, tampoco la estamos viendo en esos términos. Entonces yo diría: muchas de estas estructuras se mantienen y entre otras cosas lo atribuyo a que no se ha tenido una propuesta que se esté llevando a la práctica para saber qué hacer en cada momento”.
También se le preguntó sobre “Va por México”, la alianza que Claudio X González y Gustavo de Hoyos lograron con PRI, PAN y PRD: “Esa coalición está contra lo que haga el Presidente de la República y no tiene ninguna otra propuesta, lo cual no me dice nada”.
En relación a la alianza del PRD –partido del que él fue fundador– con PAN y PRI, partidos que han sido su verdugo se limitó a decir que él salió en 2024 del partido por lo cual no se mete “en casa ejena” e indicó que él desea que “les vaya bien, simplemente”.
Y sobre si ve a dos fuerzas enfrentándose en 2024, expresó: “Está una confrontación entre entre el partido en el Gobierno y los demás, en términos generales. Pero ni en uno ni en otro veo qué nos están proponiendo”.
Para él otra alternativa de izquierda —distinta a lo que ofrece Morena, partido del Presidente— se está gestando de la gente. “Hay muchas propuestas dándose en el país; hay grupos que están proponiendo hacer tales o cuales cosas; propuestas más amplias, integrales o no. Yo creo que eso existe y lo vemos en universidades; lo vemos en distintas asociaciones”.