Geólogos presentan evidencia de la separación de la corteza terrestre y la Península Ibérica

09/05/2019 - 6:08 pm

La llanura abisal en cuestión se encuentra en el extremo opuesto del mundo del llamado anillo de fuego, que alberga el 90 por ciento de los terremotos del mundo. Notablemente, la mayoría de esos temblores se deben a las placas tectónicas que se empujan unas contra otras.

Madrid, 9 de mayo (EuropaPress).- Una llanura en el fondo marino al suroeste de la Península Ibérica muestra signos de estar despegándose en dos, como resultado de la separación de dos grandes placas continentales.

En concreto, la Llanura Abisal de la Herradura podría representar el inicio de una nueva zona de subducción. Un equipo de geólogos ha presentado en la reunión de la Unión Europea de Geociencias del mes pasado evidencia de posible descamación –disgregación de una roca en escamas concéntricas debido a la meteorización– en el fondo de la placa tectónica que se encuentra frente a la costa de Portugal.

João Duarte, geólogo de la Universidad de Lisboa y autor principal del estudio, explica que desde el terremoto de 1969 que azotó la costa de Portugal, se ha estado preguntando cómo sucedió: el área no forma parte de una zona de subducción. Es todo lo contrario, de hecho.

La llanura abisal en cuestión se encuentra en el extremo opuesto del mundo del llamado anillo de fuego, que alberga el 90 por ciento de los terremotos del mundo. Notablemente, la mayoría de esos temblores se deben a las placas tectónicas que se empujan unas contra otras. Pero junto a la costa suroeste de la Península Ibérica, parece suceder lo contrario: las placas africana y euroasiática se están separando a medida que la antigua avanza hacia el este hacia las Américas.

Esta capa mineral, sugiere, se está desprendiendo. Y si ese es el caso, entonces es probable que el área esté en proceso de crear una zona de subducción. Foto: NASA

Duarte observó que en 2012, otros investigadores que realizaban pruebas de ondas sísmicas encontraron lo que parecía ser una masa densa de material desconocido debajo del epicentro del terremoto de 1969. Algunos sugirieron que podría ser el inicio de una zona de subducción. Luego, el año pasado, otro equipo realizó imágenes de alta resolución del área y también encontró evidencia de la masa, lo que confirma que realmente existió. Otra investigación ha demostrado que el área justo por encima de la masa experimenta pequeños terremotos con frecuencia.

Duarte sugiere que la evidencia hasta la fecha indica que el fondo de la placa se está desprendiendo. Esto podría suceder, explicó, debido a la serpentinización en la que el agua se filtra a través de las fracturas de la placa y reacciona con el material debajo de la superficie, lo que da como resultado la formación de minerales blandos.

Esta capa mineral, sugiere, se está desprendiendo. Y si ese es el caso, entonces es probable que el área esté en proceso de crear una zona de subducción. Este equipo construyó modelos de sus ideas y que confirmaron sus sospechas. Los terremotos fueron el resultado del proceso de nacimiento de una nueva zona de subducción.

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